El golpe militar tiene unas implicaciones geopolíticas obvias, y viene después de un cambio brusco en la posición del gobierno de Turquía en el tema sirio y también hacia Rusia. En la víspera, Binali Yildirim, dijo que Turquía tiene la intención de restablecer las relaciones con el Damasco oficial. En esencia, esto significaría un cambio radical de la situación geopolítica en el tema sirio y el colapso de la estrategia de Estados Unidos en la región. Anteriormente, Erdogan destituyó de sus funciones al ex primer ministro, Ahmet Davutoglu, en quien se apoyaban los Estados Unidos. Al ver que Erdogan pasó a cambiar de rumbo geopolítico, Estados Unidos decidió ir a por todas y utilizar sus redes de influencia en los círculos militares para iniciar un golpe de estado.
De triunnfar el golpe hubiéramos tenido que esperar represalias tanto contra la oposición que está a favor de fortalecer los lazos con Rusia y Siria, así como contra los funcionarios del partido gobernante "Justicia y Desarrollo". El curso pro-ruso hubiera sido congelado.