Merkel, la sepulturera de Europa
Hay un enorme descontento con la política migratoria de Angela Merkel en Alemania. La mayoría de los alemanes se niega a la caída de las fronteras y a la política de migración en masa de Berlín. Merkel no está resolviendo el problema, lo está alimentando. A finales de julio la canciller alemana dio una conferencia de prensa: los alemanes esperaban que ella presentara soluciones para la migración masiva en marcha. Pero Merkel se negó a decir nada acerca de cómo detener la ola migratoria y cómo controlar nuestras fronteras de nuevo.
La crisis migratoria llegó a la vida cotidiana de los alemanes: ataques terroristas, intimidación y agresiones sexuales, ataques contra los ciudadanos comunes en las calles. Por supuesto, nuestro gobierno de Merkel y sus divisiones de claqueur [claque] en los grandes medios de comunicación niegan todo eso. Nada nuevo.
Sin embargo, la gente lo experimenta. Y exige una solución. Y no hay otra solución que poner fin a la política de fronteras abiertas y a comenzar con la expulsión de los inmigrantes que no son perseguidos ni están amenazados por la guerra.
No sólo los alemanes, también la gente de otros países europeos exige de Berlín este paso político. Todos nuestros vecinos están molestos con Alemania, nuestro himno "bienvenidos refugiados" convirtió a los Balcanes en una "zona de tránsito de la inmigración ilegal" y al Mar Mediterráneo en un cementerio. Las orillas del mar de Grecia e Italia se convirtieron en las cabezas de puente de la política migratoria de Merkel. La Alemania de hoy hace sufrir a Europa. Merkel es vista como la sepulturera de Europa.