La madre patria como caso práctico de subordinación pasiva

Fuente: Wikimedia Commons
Fuente: Wikimedia Commons
12.10.2018

Estamos apenas, a algunas horas de festejar el día de la Hispanidad.

¿Cómo no referirnos, entonces, en nuestras primeras palabras, justamente en la ciudad de Sevilla -que fue informalmente la capital de Hispanoamérica aunque ella, hoy, lo ignore-, a tan importante fecha?

Sin embargo, por otra parte, la lógica nos indica que es preciso comenzar esta conferencia explicando el título elegido para la misma, que guarda, aunque las apariencias engañen, una relación íntima y estrecha con el hecho histórico que nos aprestamos a conmemorar.

De la mera observación objetiva del escenario internacional, se desprende que la igualdad jurídica de los Estados es una simple ficción, por la sencilla razón de que algunos  estados son más poderosos que otros, lo cual lleva a que el derecho internacional sea un obstáculo imposible de sortear por el más débil y sencillo de atravesar para el más fuerte.

Los Estados existen como sujetos activos del sistema internacional en tanto y en cuanto poseen poder. Poder militar, poder económico y, sobre todo, poder cultural.

Sólo los Estados que poseen poder, son capaces de dirigir su propio destino. Aquellos estados sin poder militar, económico y cultural suficientes para resistir la imposición de la voluntad de otro Estado, son objeto de la historia porque son incapaces de dirigir su propio destino.

Por la propia naturaleza del sistema internacional, los Estados con poder, tienden a constituirse en estados líderes o a transformarse, en Estados subordinantes y, por lógica consecuencia, los Estados desprovistos de los atributos del poder suficiente, en materia militar, económica y cultural,  para mantener su autonomía, tienden a devenir en Estados vasallos o Estados subordinados, es decir, a convertirse en colonias informales o semicolonias,  más allá de que logren conservar los aspectos formales de la soberanía.

Conferencia de Marcelo Gullo Omodeo en la Universidad de Sevilla

Nota a la imagen: El aula magna estaba llena repleta de alumnos. A la mitad de la conferencia cuando Marcelo Gullo estaba atacando la leyenda negra y afirmando que los españoles eran los responsables por permanecer pasivos ante semejante falsificación de la historia la mitad de los alumnos y asistentes en señal de protesta abandonaron el aula magna.  La otra mitad permaneció en el  aula y aplaudió efusivamente cuando Marcelo Gullo afirmo que la nueva reconquista de España la iban a protagonizar los hispano-americanos y que había comenzado esta noche. Estudiantes y profesores progresistas que habían permanecido en el aula comenzaron a decir que el discurso del conferencista era intolerable pero fueron tapados por los aplausos y la muestra de afecto.

Lea el artículo completo en el siguiente documento...