El Brexit como arma de distracción masiva

Por los recientes acontecimientos, parece quedar muy claro que el Brexit no ha sido nada más que una agraciada “sorpresa” para los máximos políticos de la Unión Europea, empezando por los políticos del Reino Unido, continuando por Francia y Alemania (principalmente, por ser los países más importantes dentro de la UE), y alcanzando España debido al conflicto del paraíso fiscal y territorio ocupado de Gibraltar.

El peñón de Gibraltar ha vuelto a salir en todas las primeras planas de los noticiarios y análisis políticos. Incluso con declaraciones belicistas desde el Reino Unido, con políticos o ex-políticos amenazando con una guerra por mantener la ocupación del peñón, aludiendo directamente a la injerencia en España mediante el fomento del separatismo en Cataluña.

Tal parece que algunos miembros de la élite política británica no se dan cuenta de que si España reaccionase simétricamente, también declararían la posibilidad de apoyar el separatismo nor-irlandés, escocés, galés, y si es preciso, hasta de la isla de Man o de cuantos territorios quisiera. Que desde España podrían recordarles a los belicistas británicos que tienen la oposición de potencias como Rusia, China e Irán, que no gozan de muchas simpatías en Iberoamérica, y muchas menos simpatías se granjean cada vez que desde Londres se jactan por la guerra de las Malvinas contra Argentina (1982). Por no hablar de otros muchos países que tuvieron las desgracias del colonialismo británico en Asia y África principalmente.

Pero no habrá semejante reacción simétrica, de poner las cosas en orden y defender la soberanía española desde la supuesta política española, ya que ni el presidente de gobierno, ni sus ministros, ni los demás partidos políticos muestran el más mínimo gesto de buscar y afianzar una posición de fuerza. Tal cosa es crucial para cualquier país. Si los máximos mandatarios del país no actúan en favor de la fortaleza a todos los niveles del país que gobiernan, ¿para quienes gobiernan? Para los españoles desde luego que no. Sin soberanía política, económica y militar, ningún país puede ser pieza clave en el tablero mundial. España no lo es desde hace mucho.

Perspectivas

Con esto quedan claras varias cuestiones. En primer lugar, desde una perspectiva estatalista, en España debe realizarse un replanteamiento muy serio por la falta de aliados entre los fuertes países vecinos, que más parecen países hostiles o países que fomentan la debilidad española, lo cual ha de considerarse un ataque indirecto. Y no solamente de países vecinos en geografía, sino también de países vecinos en tratos comerciales como Arabia Saudí, reconocido financiador de grupos terroristas yihadistas y mezquitas wahabíes en Europa, que en vez de ser frenado cuanto menos, hasta el mismo rey de España va allí a cerrar contratos.  

En tal replanteamiento cabe mirar hacia el este y hacia Iberoamérica. Hacia el este en tres direcciones: Rusia, China, e Irán; que son tres grandes países a todos los niveles de soberanía. Y hacia Iberoamérica, porque España no debe olvidarse de todos los países de raigambre hispana, en los cuales, precisamente los tres países antes mencionados tienen más proyección o la buscan con más ahínco que la propia España. Esto tiene su lógica en cuanto a que nuestros supuestos aliados en la UE y la OTAN no quieren que España juegue ningún tipo de papel relevante en la arena internacional. Precisamente, la posibilidad de que España fuera el nexo de unión entre el mundo euroasiático y el iberoamericano parece que atormenta en los pasillos de Washington, Londres, Bruselas, Berlín y tal vez en cuántas más sedes políticas. Incluso la misma idea de la Unión Ibérica, es decir, la unión en un país de España y Portugal, parece atormentar por esos mismos pasillos, aunque no es una idea nada generalizada a pesar de que en los últimos años ha experimentado un repunte interesante.

En segundo lugar, partiendo desde la parálisis fingida y suicida con la denominada como “crisis de los refugiados” en que las autoridades de la Unión Europea se dejan chantajear por el presidente turco e intento de califa, Recep Tayyip Erdogán, que cuando le interesa juega la carta de la avalancha de refugiados o directamente amenaza con provocar revueltas en países europeos con fuerte inmigración turca (principalmente centro-europeos); pero tampoco hay acción alguna para detener la tragedia libia (creada por países de la UE y por EEUU), que es el cuello de botella de la avalancha migratoria desde toda África. Se ven muchas escenificaciones con la supuesta ayuda, que más bien parece no llegar nunca o llegar mal, o es que ¿acaso llega mucho más pero de otro tipo de “ayuda” a África destinada a provocar más conflictos?

Me decanto por esta última hipótesis, verificable con las apariciones de grupos terroristas en zonas que o bien son ricas en recursos energéticos o son líneas de comunicación. Así pues, desde una perspectiva político-social y a la vista de los partidos políticos que cuestionan la actual dirección de la Unión Europea, con razones como las anteriores, desde España se tendría que buscar la formación de un bloque político a nivel europeo. El gran problema actualmente es que no hay ninguna fuerza política con importancia nacional que en España reclame una Europa real, de los europeos y no al servicio de los mercados financieros.

Conclusiones

De modo que el Brexit, con toda la polvareda que ha levantado, parece que ha sido la última gran arma de distracción masiva de las élites financieras, destinada a distraer las atenciones de los problemas verdaderamente cruciales y serios a los que se enfrenta toda Europa. Es más, que no se hable en los medios de comunicación masivos de toda la situación completa tras la supuesta crisis de refugiados, que en realidad es una avalancha migratoria forzada por situaciones bélicas, muestra el objetivo de distraer y encubrir que hay en esta situación. O se olvidan de la existencia de guerras o graves conflictos armados con grupos terroristas (p. ej. Nigeria, Somalia), o bien claman por una guerra total (p. ej. Siria, y en 2011 Libia). Inclusive, ya que anteriormente se mencionó a Arabia Saudí, un país cuya monarquía sin ápice de democracia, lanzó en marzo de 2015 una operación militar contra el pueblo Yemení, sumiendo a este país en una pobreza aún peor de lo que estaba.

Es de guerras así, donde salen los ahora llamados refugiados, que son una tragedia para todos los países. Para sus países porque se ven devastados y vacíos de su pueblo, y para los países donde llegan porque se ven repletos de una nueva mano de obra más barata todavía, cayendo en manos de las élites financieras que se encargan de precarizar más el empleo, tanto de los inmigrantes como de los autóctonos bajo el mantra de la “competitividad económica”. Y esa es la piedra angular de esta situación y de lo que jamás hablarán los mismos medios de comunicación del sistema dominante, porque les pagan para distraer hablando de banalidades. Hasta se llega a un punto tan profundo de la manipulación que a la hora de elegir entre los tan enarbolados derechos humanos o los negocios, se elige mayoritariamente negocios desde todos los sectores políticos más importantes en España. Véase de nuevo, entre derechos humanos en Yemen, o vender más armamento a Arabia Saudí, todos los políticos, sean de “izquierda” o “derechas”, eligen negocio, su negocio. Pero luego dan lecciones de moralidad continuamente.

Visto así, y sin pretender alargarme más, creo que queda señalado el fraude del Brexit, no como una decisión buena o mala para Reino Unido y la Unión Europea, que eso está por ver a nivel económico, político y social, sino por el elemento de distracción masiva que ha traído a todos los medios de comunicación y análisis políticos desde hace un año hasta ahora. El Brexit es un señuelo que sirve para distraer las miradas sociales lejos del núcleo problemático. ¿Qué pasará con todos los países en guerra que de un modo u otro han sido incendiados por los gobiernos de países occidentales y sus aliados no-occidentales? ¿Cómo arreglar un problema de terrorismo sin que los mismos que se aprovechan del terrorismo lo dejen de financiar?

Y no solo se trata de países lejos de Europa, también vemos que el incendio lo tenemos aquí, con atentados terroristas cada mes, el más reciente en San Petersburgo (Rusia), que se cobró 14 vidas y causó más de 50 heridos. Entonces, esta situación requiere un replanteamiento muy serio de la situación, y España está en medio de todo el asunto crítico, pero al igual que pasó en la década pasada con la previsible crisis inmobiliaria que nadie quería aguar dicha fiesta de crecimiento económico descomunal, parece que ahora nadie quiere aguar la fiesta de ser los más progresistas y atolondrados en medio de la situación mundial más crítica desde la guerra fría.