Golpistas corruptos: cae en Brasil segundo ministro de Temer en siete días
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, que llegó al poder tras el "impeachement" contra la legítima presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aceptó la renuncia del ministro de Transparencia, Fabiano Silveira, envuelto en el escándalo del Petrobras, según puede desprenderse de unas grabaciones entregadas a la Procuraduría.
Esta es la segunda dimisión de un ministro en 7 días, ya que hace una semana dejó su cargo el titular de Planificación, Romero Jucá. Otra grabación filtrada el pasado miŕecoles por el diario Folha de Sao Paulo comprometía al presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros.
Fabiano Silveira presentó su renuncia en la noche de este lunes, horas después de que los medios divulgaran una grabación en la que el funcionario daba consejos a un acusado de corrupción en el escándalo de Petrobras.
La grabación fue realizada por Sergio Machado, un ex ejecutivo de una empresa del holding Petrobras, que busca la mitigación de su condena por corrupción a través de la “delación premiada” de sus cómplices.
En la cinta, el ahora ex ministro, aconseja a Machado cómo eludir a la Justicia, lo cual desató otro escándalo político hoy en Brasilia, donde el nuevo gobierno no logra estabilizarse.
“Jamás intercedí ante órganos públicos a favor de terceros (…) pero la situación en la que me ví involuntariamente envuelto podría traer reflejos en el cargo” y afectar la gestión, dice la carta presentada por el ahora ex ministro. De esa forma Silveira se convierte en la segunda víctima de las grabaciones realizadas por Sergio Machado, un ex senador del Partido Movimiento Democrático Brasileño, del cual es presidente Michel Temer.
Las grabaciones que están apareciendo ponen en tela de juicio todavía más la legitimidad del Gobierno interino, que asumió las riendas de Brasil el pasado 12 de mayo después de que el Congreso decidiera suspender por 180 días a la mandataria Dilma Rousseff de su cargo para iniciar un juicio político con miras a su probable destitución.
La justificación de la oposición para aplicar un juicio político contra Dilma Rousseff es la supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015. Sin embargo, no se han demostrado pruebas contra la mandataria brasileña, quien ha reiterado su inocencia.