España: 3 millones de españoles viven con severas privaciones materiales
Con la España oficial paralizada hasta la formación de un nuevo gobierno o a la espera de que se celebren nuevas elecciones, con todas las consecuencias que algo así acarrea, un dato ha venido a recordar a quien lo hubiera olvidado, la situación real en la que vive un número creciente de compatriotas.
Sumidos todavía en plena crisis, frente a los entusiastas heraldos de la "recuperación" (cuando se ha caído tanto, cualquier apariencia de leve repunte es una buena noticia), la realidad es que tres millones de españoles, alrededor de 2.936.000 personas, viven en España con severas privaciones materiales (un 6,4% del total). Esto viene a significar, que no pueden cumplir al menos cuatro de las siguientes nueve situaciones: pagar la hipoteca o el alquiler de casa, afrontar gastos inesperados, irse de vacaciones cuanto menos una semana al año; una comida de carne, pollo o pescado, o su equivalente vegetariano, al menos cada dos días; calefacción en el hogar y tener lavadora, televisor, teléfono o coche.
Según datos dados a conocer la semana pasada por Eurostat, algo más de 41 millones de personas vivían el año pasado en la UE con graves privaciones materiales, esto es, un 8,2% de la población total, frente al 9,0% de 2014.
En el caso de España, unos 2.936.000 habitantes se encontraban en esta situación en 2015, lo que representa un 6,4% de la población y un descenso respecto al 7,1% del año anterior, si bien el porcentaje es superior en comparación con 2013 (6,2%) y 2012 (5,8%).
En términos absolutos, España es el sexto país comunitario con más personas con serias privaciones materiales, sólo por detrás de Italia (6.982.000), Rumanía (4.886.000), Alemania (3.974.000), Reino Unido (3.904.000) y Polonia (3.032.000).
La situación cambia en términos relativos, ya que más países superan a España en la proporción de población privada materialmente, concretamente Bulgaria (34,2%), Rumanía (24,6%), Grecia (22,2%), Hungría (19,4%), Letonia (16,4%), Lituania (13,9%), Croacia (13,8%), Italia (11,5%), Portugal (9,6%) y Malta y Polonia (8,1%).
Por otro lado, las familias con dos o más hijos están más afectadas por las privaciones materiales severas en la UE que las que no tienen vástagos: 8,3% frente a 6,0%. Esta situación golpea especialmente a las familias monoparentales (17,3%), en comparación con los adultos solteros sin hijos dependientes (11,0%).
Quizá aquellos que ocupan su tiempo en buscar en otras zonas del planeta, para denunciar déficits democráticos, largas colas de desocupados frente a las oficinas de empleo, interminables hileras de personas hambrientas esperando su turno en las instituciones de caridad (casi en su totalidad religiosas), o familias revolviendo en los cubos de basura de los hipermercados, deberían pasearse por los pueblos y ciudades de España con los ojos abiertos.
Este es el presente y, no se dude, el futuro de España en la Europa demoliberal.
Katehon