Críticas a las medidas aprobadas por el gobierno "golpista" de Brasil
El Partido de los Trabajadores de Brasil emitió un resumen denunciando la deriva política del nuevo gobierno en funciones, en la que critica 28 medidas adoptadas por el "gobierno del presidente golpista Michel Temer" durante la semana que transcurrió desde su instalación tras la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff por 180 días. Entre estas medidas,destacan:
- La reducción del número del número de ministerios, que pasaron de 32 a 23 ministerios en tan solo 24 horas, es una de las medidas más criticadas (la eliminación de los ministerios de Desarrollo Agrario, Pensiones, Cultura y Ciencia y Tecnología a lo que se sumó la supresión de las secretarias de Igualdad Racial y Derechos Humanos).
- La entrega del Ministerio de Educación, ahora Ministerio de Educación y Cultura, para el diputado del partido Demócratas (DEM), Mendonça Filho, QUIEN se opuso al sistema de cotas para garantizar el acceso de los afrodescendientes a los estudios superiores o a la inversión en el sistema público de educación del 75 por ciento de los beneficios generados por la industria del petróleo. Además, Mendonça Filho ha nombrado encargado de la secretaria de Supervisión de Educación Superior a Mauricio Costa Romao un "economista ligado a la red de enseñanza privada lo que es una señal preocupante para el futuro de la enseñanza superior pública" y quien se ha manifestado a favor de que las universidades públicas cobren mensualidades en los cursos de extensión y posgrado.
- La ausencia total de mujeres y afrodescendientes en el equipo ministerial de Temer, un "símbolo" de que "el gobierno golpista ignora los Objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidos (ONU)".
- Los recortes en los programas sociales y el Sistema Único de Salud (SUS) pudiéndose eliminar en torno a un 10 por ciento de los beneficiados por la Bolsa Familia mientras que el ministro de Salud, abrió las puertas a la eliminación de un porcentaje mínimo en la sanidad pública en los estados y municipios, actualmente en el 15 por ciento.
- La suspensión de la construcción de 11.250 viviendas sociales aprobadas por la presidenta Rousseff dentro del programa de viviendas sociales "Mi Vida, Mi Casa", como una de las primeras medidas tomadas por el nuevo ministro de Ciudades, Bruno Araujo,l quien prometió la revisión de un programa que benefició a 23 millones de brasileños.
- La privatización de importantes sectores como la sanidad, los correos, las centrales eléctricas e incluso la Casa de la Moneda, políticas que Brasil ya sufrió durante gobiernos anteriores (del expresidente Fernando Henrique Cardoso y el Partido de la Social Democracia de Brasil).
- La elección por primera vez desde 1993 de un político, José Sierra, y no un diplomático para el ministerio de exteriores, ocasonando un giro en la política exterior que ya ha tenido como consecuencia un conflicto diplomático con países como Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia, El Salvador o organizaciones como Unasur.
- La amenaza de cierre de 17 embajadas inauguradas por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en países de África y el Caribe durante sus gobiernos entre los años 2003 y 2011, un símbolo del esfuerzo de Brasil por avanzar en la construcción del multilateralismo en las relaciones internacionales. El nuevo ministro de exteriores declaró que la agenda exterior se basaría en el comercio y no en la política.