EL TERREMOTO QUE UNE A TURQUÍA Y SIRIA
Martes, 21 Febrero, 2023 - 11:27
Por Mouris Salloum Goerge
Una vez más, la Naturaleza muestra el poder que puede desatar en cualquier momento y sin previo aviso, porque hay fenómenos a los cuales el hombre no se ha podido anticipar por mucha ciencia que presuma.
El terremoto en Turquía y Siria —con más de 26 mil muertos y decenas de miles de heridos, al cierre de esta edición, apenas cuatro días después del suceso—, nos recuerda la vulnerabilidad de la raza humana, como sociedad y como género biológico en cualquier país donde existen los asentamientos habitables, comunidades, pueblos y ciudades importantes.
Por más que estos fenómenos se han repetido a lo largo de la historia, los errores humanos siguen estando presentes. Los miles de muertos y desaparecidos, en Turquía y Siria, junto a los millones de damnificados, deben hacernos reflexionar sobre las amenazas latentes que pesan sobre la humanidad, para tomar previsiones, en temas como este y los derivados del Cambio Climático cuyas conclusiones y propuestas no pasa de discursos rimbombantes de “grandes líderes” en los más diversos foros. Aunque la solidaridad internacional siempre está presente, las fallas le restan efectividad. Estas tienen más que ver con la voluntad de la comunidad internacional para reaccionar con rapidez y estrategia para salvar vidas y tener los medios necesarios de maquinarias y equipos especiales.
La comunidad global dispone de instituciones y protocolos para reaccionar ante los eventos catastróficos. Sin embargo, en muchos casos han exhibido sus limitaciones y las áreas de oportunidad para mejorarse. Hasta hoy la comunidad responde con donaciones, pero son voluntarias y quedan al criterio de quienes las otorgan; no pocas veces tardías.
No sobra mencionar que este horrible terremoto tiene lugar en medio de una guerra internacional, que como efecto colateral ha desatado una nueva e inmoral carrera armamentista, con enormes gastos militares, ante la incapacidad de la Organización de las Naciones Unidas para encontrar vías de solución.
Para Siria, el terremoto llegó a complicar su delicada situación por la crisis humanitaria que atraviesa la nación, debido al prolongado bloqueo que le aplican las potencias occidentales, con permanentes ataques de misiles y el acoso de hordas de terroristas que no cesa, alimentado por tales potencias, Estados Unidos en particular.
La falta de apoyos de la ONU y sobre todo de Occidente es muy lamentable. Solamente un puñado de ocho países, de casi 200 que conforman las Naciones Unidas, le han enviado ayuda humanitaria al país más castigado de la tierra, por la superpotencia y sus aliados europeos. Un llamado urgente a la Humanidad y a la comunidad internacional, para que presione y el bloqueo contra la nación Siria se levante.
Para, de ese modo, permitir la llegada de alimentos, medicamentos y energéticos como mínimo para atender la crisis humanitaria que enfrenta por la catástrofe natural reciente. Ningún país está exento de catástrofes naturales. Hoy es el terremoto en Turquía y Siria. Otro día cualquier otro fenómeno desastroso imprevisible, derivado del abuso que los países poderosos han infringido a la Naturaleza. Y lo seguirán haciendo hasta que no les pongamos un hasta aquí. Es hora.
Publicado originalmente, en la edición n.º 448 de la revista Voces del Periodista, órgano del Club de Periodistas de México
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