Ucrania admite pérdidas militares
Apenas días después de que el Congreso de Estados Unidos recomendara suministrar armamento letal a Ucrania, las autoridades militares ucranianas admiten que la práctica totalidad de los morteros heredados de la Unión Soviética han quedado destruidos por la guerra. Siguiendo la habitual lógica de intentar exigir ayuda a la vez de jactarse de la potencia de la industria militar del país, Ucrania se muestra orgullosa de la producción de los primeros morteros de producción nacional, pese a las dudas que estos han causado entre los militares del país.
Prácticamente todo el arsenal de morteros soviéticos que quedaban en Ucrania ha quedado destruido durante las operaciones militares en el este del país, según afirmó el jefe de armamento de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nikolay Shevtsov.
“Las unidades militares que tratan de recuperar la efectividad de combate y tienen morteros han agotado los recursos. De ahí la prisa en la producción y entrega de morteros”, afirmó según cita Interfax-Ukraina.
Shevtsov apuntó que 200 morteros Molot [Martillo] de producción ucraniana ya han entrado en servicio.
Según informa la agencia TASS, el servicio de prensa del Ministerio de Defensa de Ucrania, por su parte, afirmó que el complejo militar ucraniano está desarrollando dos nuevos morteros de calibres de 82 y 60mm.
“La industria militar de Ucrania cumple con los objetivos de producción de sus propias armas. Concretamente, esto se refiere al desarrollo de morteros de calibre de 82mm de producción ucraniana y se prevé la producción de morteros de 60mm”, afirmó el jefe de armamento de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nikolay Shevtsov, que no especificó más detalles sobre dichos proyectos.
“Nuestros intentos por adquirir ese tipo de morteros (para sustituir los de producción soviética) han quedado bloqueados por nuestros socios, que no entregan a Ucrania lo que llaman armamento letal”, se quejó Shevtsov.
Hay que recordar que los morteros Molot, que han sido entregados al Ejército Ucraniano, han causado una gran cantidad de quejas entre el personal militar. En agosto, un miembro de las unidades voluntarias que luchan en la “operación especial” en el este de Ucrania habló de las pruebas del último mortero militar ucraniano Molot. Según explicó, el arma “se derrumba al primer disparo y el mortero del Molot es una mala copia del mortero soviético 2C12 Sain [Trineo]”. Además, el mortero Molot es poco práctico: las ruedas son aparatosas e incómodas y el mortero es excesivamente inestable y caro.
El 26 de julio se informó de que, durante una misión de instrucción en el campo de entrenamiento Shiroky Lan, perdió la vida a causa de la explosión de una mina el experimentado comandante de unidad de mortero, Sergey Ponomarenko, víctima del más reciente mortero ucraniano Molot, que resultó ser defectuoso.
También en julio, un portal militar ucraniano informó de que los militares ucranianos habían mostrado su malestar por la calidad del nuevo mortero Molot. Acompañaba a la información una nota explicativa de uno de los comandantes encargados de las baterías de mortero.
Se apuntaba que durante los ejercicios tácticos especiales, los dos primeros morteros fallaron. También se denunciaban otros problemas: la calidad del metal, que se oxida y se pudre rápidamente; la pintura, que se descascarilla de forma inmediata o el mecanismo para apuntar.
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