El Gobierno francés se salta la votación del Parlamento para impulsar las reformas laborales
El gobierno francés ha decidido pasar por alto al parlamento e imponer una relajación de las leyes de protección laboral del país por decreto, dejando a un lado la rebelión contra las polémicas reformas laborales del presidente François Hollande.
La decisión, anunciada por el primer ministro Manuel Valls el martes, tras semanas de protestas en las calles contra una reforma encaminada a la liberalización de algunas actividades económicas, incluyendo la extensión de los horarios comerciales los domingos.
La reforma es vista como la última pieza importante de la legislación de Hollande, que se enfrenta a una reelección el próximo año como uno de los líderes menos populares de la Francia moderna.
El Parlamento francés ya ha comenzado a debatir la legislación que afectará al máximo de horas de trabajo, vacaciones y descansos.
El ministro de Trabajo francés Myriam El Khomri ha defendido firmemente el proyecto de ley impulsada, como medida necesaria y justa, que finalmente alcanzó el Parlamento después de que provocase dos meses de protestas masivas.
El 3 de mayo, estallaron enfrentamientos en la ciudad occidental de Nantes entre la policía antidisturbios y los cientos de manifestantes que protestaban contra la controvertida legislación propuesta por el gobierno de la coalición gobernante de centro-derecha.
Cientos de personas también realizaron una protesta en el puerto norteño de Le Havre, donde el acceso a las rutas dentro de la ciudad fue bloqueado por barricadas de neumáticos en llamas. El 28 de abril, se informó de protestas en la capital, París, y en otros lugares a través de Francia.
En las últimas semanas, el gobierno del presidente Hollande ha tratado de diluir el texto de la ley, abandonando algunas reformas propuestas. Sin embargo, las encuestas muestran que la mayoría de los franceses temen una escalada en las protestas. Eso puede afectar principalmente a los sectores de la aviación de transporte público debido a manifestaciones, así como se planean paros para los próximos días.
El gobierno francés dice que las reformas laborales propuestas están dirigidas a frenar la tasa de desempleo del país, que el presidente Hollande está tratando de reducir a menos del 10 por ciento.
Los manifestantes y los sindicatos de trabajadores, sin embargo, dicen que el gobierno quiere que sea más fácil y menos costoso para los empresarios el despido de los trabajadores.