Red Española de Ciudades Interculturales: La agresión interculturalista desde el ámbito mundial-local a la identidad

26.06.2017

En la línea de fomento de la llamada interculturalidad desde organizaciones privadas mundiales en coordinación con los poderes públicos locales, provinciales, autonómicos, estatales y continentales destaca el proyecto de Red Española de Ciudades Interculturales, impulsado por el Consejo de Europa y la Comisión Europea, e iniciado en 2011. En España forman parte de ella las ciudades de Barcelona, Bilbao, Cartagena, Castellón de la Plana, Fuenlabrada, Getafe, Guecho, Jerez de la Frontera, Logroño, Málaga, Parla, Sabadell, San Sebastián, Santa Coloma de Gramenet, isla de Tenerife y Tortosa. ¿En qué consiste esto?

«La Red Española de Ciudades Interculturales (RECI) es un proyecto conjunto entre el Consejo de Europa y la Comisión Europea en el marco de actuación de Intercultural Cities, cuyo objetivo es intercambiar experiencias entre las ciudades y territorios participantes, con el fin de favorecer un mayor desarrollo de sus políticas y prácticas relacionadas con la diversidad en consonancia con la estrategia de las políticas interculturales. La RECI trabaja desde 2011 para fomentar la cultura de la diversidad, promoviendo la interacción entre los responsables políticos, la dimensión técnica y los actores de la sociedad civil. Los objetivos que se marca esta iniciativa son construir y gestionar una red de territorios que fomente e impulse el discurso y la acción local en materia de interculturalidad, promover y fortalecer la cultura de la diversidad entre los gestores políticos, la dimensión técnica y los actores sociales, así como impulsar la formación en la construcción de políticas, planes e iniciativas interculturales en distintos ámbitos» (1).

RECI está financiado por los propios ayuntamientos adheridos, es decir, por los contribuyentes, y por la Fundación La Caixa y recibe el apoyo académico-ideológico del llamado Grupo Interdisciplinario de Investigación sobre las Migraciones (GRITIM), de la Universidad Pompeu Fabra, de obvias tendencias inmigracionistas, xenófilas y endófobas.

¿Qué es el interculturalismo? En un contexto general es aquella ideología y práctica política que fomenta entre las distintas etnias presentes en un estado multiétnico algo que sus partidarios llaman integración cultural y que pretenden conseguir a base de intercambios culturales, en teoría igualitarios, entre ellas. El objetivo declarado es atenuar la identidad étnica de cada una de las distintas etnias integrantes de la anterior sociedad multiétnica o multicultural en beneficio de una amalgama cultural compartida, compuesta por los elementos de cada cultura susceptibles de ser compartidos por todos (obviamente los más superficiales). En el contexto concreto de la Europa sometida a los programas mundialistas de inmigración masiva dictados por la élite, la interculturalidad no significa sino un grado más de tensión, tras el asimilacionismo y el multiculturalismo, en el proceso de disolución de identidades europeas en el que está embarcado la citada oligarquía económica mundialista. Es decir, el interculturalismo es una ideología y programa político de agresión a la identidad de los pueblos de Europa. El interculturalismo facilita un posterior programa mesticista pues a nadie se le escapa que el mestizaje cultural es la antesala del mestizaje racial.

¿Responden las actividades de RECI a este programa facilitador de la inmigración masiva y del mestizaje cultural? Sí.

Entre las actividades de RECI destaca el conocido como Proyecto Antirrumores [sic], cuyo objetivo declarado es «contrarrestar los estereotipos negativos, los tópicos y los falsos rumores que circulan sobre la inmigración y la diversidad cultural en las ciudades, y que pueden derivar en actitudes discriminatorias y racistas», y para lo cual ha creado «una red ciudadana “Antirrumores”  y la formación de agentes antirrumores con actividades de sensibilización y campañas de comunicación» (2). Prescindiendo de la jerga políticamente correcta se entiende mejor: negar el carácter esencialmente conflictivo de las sociedades multirraciales a base de propaganda difundida de manera más o menos coercitiva por parte de comisarios políticos de corte soviético denominados “agentes antirrumores”.

El Proyecto Antirrumores del RECI tuvo su antecedente en una iniciativa similar puesta en marcha en Barcelona en 2010, llamada Estratègia BCN Antirumors, que da lugar a la formación de la Xarxa BCN Antirumors, compuesta por las organizaciones sociales barcelonesas dispuestas a secundar esta estrategia,  base de los futuros “agentes antirrumores”. La mecánica de la Estratègia BCN Antirumors era simple: tras la formación de la Xarxa BCN Antirumors  y la elección de los correspondientes “agentes antirrumores”, identificaba las quejas más habituales de la población autóctona por la situación de multirracialidad que les había sido impuesta por las políticas de inmigración masiva fomentadas por las élites, despreciaba estas quejas populares como estereotipos y rumores, las desmentía y hacía propaganda de la inmigración masiva, el interculturalismo y el mestizaje cultural y racial por todos los medios disponibles. Esta propaganda iba dirigida hacia las propias organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la iniciativa, hacia los docentes y el sistema educativo en general, hacia la prensa, hacia el pequeño comercio, etc.

Basándose en esta estrategia barcelonesa, la Fundación ACSAR, organización regida por un variopinto conjunto de personajes que van desde el separatismo catalán hasta el sindicalismo de CCOO y UGT pasando por el PSC, financiada por varios poderes públicos locales tales como el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalidad de Cataluña, por el Consejo de Europa y por la Fundación “La Caixa”, presenta su propia Estrategia antirrumores para prevenir el racismo al Fondo Contra la Xenofobia. Éste apoya su extensión a las ciudades de Guecho, Fuenlabrada, Sabadell y a la isla de Tenerife, cuatro ciudades adscritas al RECI.

Como puede verse, el llamado Proyecto Antirrumores del RECI no es sino un instrumento para luchar contra el incipiente discurso popular de resistencia a las políticas oligárquicas de inmigración masiva, que es tachado como “rumor”, en beneficio del discurso elitista favorable a esta inmigración y a la mezcla racial. El primero tiene su origen en la calle, en la cotidianidad de entornos castigados por la inmigración masiva y por las siempre y necesariamente conflictivas relaciones interraciales. El segundo tiene su origen en las entelequias de ideólogos elitistas a sueldo de universidades en calidad de académicos, en un entorno privilegiado y ajeno a la dureza de la calle y del barrio multirracial.

Otra actividad de RECI que también tiene su importancia es el proyecto llamado Communication for Integration (C4I), que está especializado en aprovechar las posibilidades de las redes sociales y otros instrumentos de comunicación masiva en internet para llevar la misma propaganda inmigracionista y mesticista utilizada en el Proyecto Antirumores. Es decir, que entidades que tienen el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación convencionales, los cuales además comparten su ideología y discurso, también utilizan internet, casi el único recurso disponible para el discurso de resistencia popular y reacio a la inmigración masiva, para lanzar su propaganda.

Por su parte, el proyecto Diversity in the Economy and Local Integration (DELI) pretende practicar la discriminación positiva por motivo étnico a favor de los inmigrantes en el ámbito de creación de empresas. Esto realmente es racismo institucional antieuropeo, y consiste en poner recursos públicos y privados a disposición de los inmigrantes en tanto inmigrantes, mientras se les niegan a los autóctonos.

RECI está vinculada a la Red Europea de Ciudades Interculturales o Intercultural Cities, creada en 2008, también por el Consejo de Europa y la Comisión Europea, con similares fines y que incluye ciudades de varios estados, algunos de ellos no europeos: Alemania, Australia, Canadá, Croacia, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Malta, México, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Serbia, Suecia, Suiza, Turquía y Ucrania.

(1) Boletín RECI, núm. 13, septiembre 2012, pág. 3.
(2) Tomado de su web: http://www.ciudadesinterculturales.com/?page_id=11 (consultada el 15 de abril de 2017).