Turquía realiza pasos para desestabilizar el Cáucaso y Crimea

Viernes, 22 Abril, 2016 - 17:45

Traducido de SouthFront para Katehon en Español

La cumbre islámica nº13 titulada “Unidad y solidaridad para la justicia y la paz” de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) terminó su trabajo el 12 de abril en Estambul. La conferencia de la cumbre fue presidida por el presidente de Turquía, Recep Erdogan.

Entre las numerosas noticias y analíticas sobre el evento, Soutfront quiere marcar las rastros que podrían ayudar a pronosticar las acciones posteriores y estrategias de algunos estados que participaron en la cumbre.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoğlu, declaró la importancia y presionó el tema de los “territorios islámicos ocupados”: Palestina, Nagorno-Karabaj y Crimea. Expresó preocupación sobre la situación ahí, y enfatizó que deberían ser rescatados a través de cultura, religión y otros medios, porque estos territorios están separados de la Ummah islámica. Davutoğlu insto a esto como uno de los principales temas de la cumbre.

La versión turca del comunicado no fue aceptada. Sin embargo, el comunicado final condenó la agresión de la República de Armenia contra la República de Azerbaiyán y expresó interés en la situación de los tártaros musulmanes crimeanos a la luz de los denominados “acontecimientos recientes” en la península.

Es más, uno de los líderes de los extremistas tártaros crimeanos y antiguo presidente del llamado “Mejlis del pueblo tártaro crimeano” Mustafá Dzhemilev estaba representado en la cumbre como el único representante legítimo de la República de Crimea. Dzhemilev participó en una reunión conjunta con los presidentes turco y azerí.

El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud también partició en la cumbre. Es más, cuando Salman pisó el asfalto del aeropuerto de Ankara el 11 de abril, Erdogan estaba allí. Esto fue inusual, porque según el protocolo estricto de la República de Turquía, la ceremonia oficial de recibimiento para un invitado extranjero del presidente debería mantenerse en el palacio presidencial. Además de la recepción especial en Ankara, Salman recibió el premio más elevado de Turquía.

Evaluando las iniciativas turcas y el trasfondo de la cumbe, se vuelve más claro que los regímenes salafistas de Qatar y Arabia Saudí están intentando usar al régimen de Erdogan como vanguardia de su expansión en Eurasia. Ellos probablemente creen que Turquía, como controla los flujos de migración a la UE podría ayudarles a expandir la influencia a través de los territorios europeos. Según este plan, la actual crisis migratoria debería cambiar estratégicamente el mapa religioso, cultural y étnico de Europa.

Turquía también aceptó la estrategia y está tomando pasos para desestabilizar la situación en el Cáucaso Ruso y Crimea. Hay una importante posibilidad de que estén establecidos los acuerdos sobre ayuda financiera a los extremistas tártaros desplegados en la frontera con Crimea, en la región ucraniana de Jerson.

Así, los regímenes turco, saudí y qatarí, activaron sus propias políticas exteriores, al menos parcialmente independientes de la estrategia de los EEUU en el Gran Oriente Medio y áreas vecinas. Su principal herramienta es la desestabilización de oponente y aliados usando al extremismo islámico y controlando la migración de refugiados.