EEUU es el otro gran paraíso fiscal
Las grandes fortunas en el mundo escapan a un nuevo paraíso fiscal: Estados Unidos. Y los Estados Unidos se frotan las manos. Y es que tras el oportuno escándalo de ‘Los Papeles de Panamá’ los estados de Nevada, Wyoming y Dakota del Sur están acogiendo grandes fortunas que huyen aterradas del país centroamericano.
Según informan diversos medios, y como por otra parte anunciábamos en los análisis publicados por Katehon, se está produciendo un traslado masivo de cuentas bancarias desde Panamá a Estados Unidos. En el caso concreto de España, importantes despachos fiscales están recibiendo órdenes de que cambien las cuentas también desde otros territorios como Suiza y Luxemburgo en un intento de mantenerlas en el anonimato.
Los asesores financieros han "descubierto" una inmensa oportunidad de negocio porque han dado con diversas fórmulas que, rozando la legalidad vigente, permiten acercar las grandes fortunas a bancos norteamericanos. Cada año entran en EEUU 1.400 millones de dinero negro… mientras tanto, Estados Unidos da lecciones al mundo de altos valores humanos, transparencia, libertad y justicia, castigando y acosando a los países que, según convenga a los USA, ayudan supuesta o realmente a magnates de la droga, terroristas, inversionistas multimillonarios y otros criminales, a ocultar su dinero a recaudadores de impuestos. Los EEUU no quieren competencia.
De ahí que el país está emergiendo como un importante paraíso fiscal al lado de naciones como Suiza, Islas Caimán y Panamá. Y estados como Delaware, Nevada, South Dakota y Wyoming, en particular, están compitiendo entre sí para proporcionar a los extranjeros (ricos o muy ricos, se entiende) la confidencialidad que tanto desean.
“Hay un enorme letrero luminoso diciendo que Estados Unidos está abierto a evasiones fiscales”, dijo John Christensen, director ejecutivo de Tax Justice Network (Red de Justicia Fiscal).
Según el "filantrópico" FMI, el blanqueamiento de dinero representa entre el 2 y 5% del PIB mundial y la mitad de los flujos de capitales internacionales; circulan o residen en esos Estados, entre 600 mil millones y 1 trillón y 500 mil millones de dólares sucios. El número de paraísos fiscales se incrementó con la desreglamentación financiera promovida por el neoliberalismo (de ahí que quizá los desvelos estadounidenses por reducir su número, sustituyéndolos). Las innovaciones tecnológicas y la constante invención de nuevos productos financieros que escapan a cualquier reglamentación han acelerado esos fenómenos.
Negocios tan queridos por el Occidente liberal (tan atento siempre al beneficio contante frente al siempre relativo valor moral) como el tráfico de armamentos, las empresas de mercenarios, el tráfico de drogas, la prostitución internacional, la corrupción en cualesquiera ámbito, los asaltos, los secuestros, el contrabando, la evasión de impuestos, etc., son las fuentes en expansion creciente que alimentan este feliz panorama.
Katehon