La tragedia en que se ha convertido Siria
27.09.2016
Se cuenta que el líder comunista chino, Mao Tse Tung, dijo en una ocasión, “todas las guerras terminan finalmente con acuerdos negociados”.
Mientras que esto pueda ser cierto en muchos conflictos, tras cinco años de brutal guerra de la OTAN impuesta sobre Siria –y rechazo denominarla como “guerra civil siria”– parece que esta guerra sucia sobre Siria estará asentada desgraciadamente en el campo de batalla. Todos los indicadores están señalando a esta amarga realidad geoestratégica, tan amarga y peligrosa que podría conducir al mundo a un enfrentamiento importante, ¡estilo apocalipsis!
Todos los tipos de leyes internacionales han sido rotas, pero las naciones poderosas cuyos lemas habituales, vacíos e hipócritas de “democracia”, “derechos humanos” y mi excusa más favorita de todo tiempo, la “comunidad internacional”, continúan disfrutando de impunidad por sus crímenes. Hasta ahora, no tenemos ningún motivo para esperar que sean procesados.
Las naciones granujas e imperialistas responsables por los crímenes de guerra contra países tales como Irak, Libia, Bahréin, Yemen, y ahora Siria, no serán procesados. O así parece.
No es necesario decir que han sido declarados culpables en el tribunal de la opinión pública por la verdadera comunidad internacional de naciones, no sólo por un puñado de estados granujas operados y de propiedad Rothschild que en su arrogancia más etnocéntrica, habitualmente sólo se consideran a sí mismos [así como a sus proxis] que son la única “comunidad internacional”.
El derecho internacional es selectivo, y estas naciones granujas saben esto. Son delincuentes reincidentes, y si impunidad les envalentona.
Si una paz justa y el respeto por el derecho internacional fueran para siempre el resultado deseado en Siria, entonces occidente invertiría el rumbo. Claramente, eso ha sido marca record probada tiempo después.
El Consejo de Paz de EEUU (USPC en inglés) ofrece simples pasos que son inmediatamente conseguibles. La paz sería alcanzada si occidente y sus aliados fueran a:
- Dejar de bombardear la infraestructura económica siria en el nombre de “combatir al ISIS”, al que no combaten.
- Dejar de inyectar a esos salvajes terroristas wahabíes en Siria.
- Dejar de financiar, organizar, y armar a los combatientes en Siria, esto es, Ejército Libre Sirio, Al-Nusra, etc.
- Levantar todas las sanciones contra Siria.
- Proporcionar ayuda humanitaria para todo el pueblo sirio alterado por la guerra.
- Ayudar a los refugiados sirios a instalarse donde sea posible, incluyendo lo más importante ¡que vuelvan a Siria!
Los hacedores de confusión nos habrían hecho creer que la resolución de este conflicto no es simple. Pero es así solamente porque están aliados con los terroristas que han estado invadiendo Siria durante los pasados y amargos cinco años, y claramente estos intereses de los hacedores de confusión NO son la paz, sino la guerra perpetua. La OTAN no quiere paz, ni tampoco los wahabíes Arabia Saudí, el Israel del apartheid, o las dictaduras árabes del golfo.
El caso para la paz es fuerte y codificado en leyes, convenciones, y cartas. El artículo 51 de la Carta de la ONU claramente declara eso, aunque nunca fui un fan de la ONU secuestrada para el globalismo. No obstante, este es el único modelo que tenemos por ahora.
Artículo 51 de la Carta de la ONU: “Nada en la presente Carta dañará el derecho inherente de auto-defensa a individuos o colectivos si un ataque armado ocurre contra un miembro de las Naciones Unidas, hasta que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y seguridad internacionales”.
Los terroristas mercenarios wahabíes –proxis de occidente y sus aliados- han estado asaltando criminalmente a Siria, un miembro de la ONU, durante años, mientras que Siria ha estado legalmente defendiéndose.
Siria y sus aliados respetan el Imperio de la Ley, a diferencia de aquellos estados granujas imperialistas que se oponen al derecho internacional, como se evidenció por sus fallidos intentos para imponer un ilegal cambio de régimen.
La resolución 2254 de la ONU es también muy clara. Washington apoya al ISIS y a todos los demás grupos terroristas que están intentando destruir Siria. Como tal, Washington rechaza categóricamente el derecho internacional así como la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual declara que la guerra en Siria demanda “una transición política propia de Siria y encabezada por Siria para terminar con el conflicto”.
Cualquier país que abierta [o encubiertamente] apoye el cambio ilegal de régimen en Siria, apoya al ISIS: Ambos tienen objetivos compartidos.
Washington y sus muñecos de paja de la OTAN han estado muy abiertos en su apoyo para los cambios ilegales de régimen en oriente medio. Usan repetidamente su frase para lavado de cerebro y programación neurolingüística de: “Assad necesita irse”. Esta línea de razonamiento se remonta todo el trecho hasta la década de 1990 con la remoción forzosa del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic.
Como con todas las guerras ilegales de agresión, la posición de Washington está basada en falsos pretextos bien documentados, y rechaza categóricamente el derecho internacional así como la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, que declara que la guerra en Siria demanda “una transición política propia de Siria y encabezada por Siria para terminar con el conflicto”.
El ISIS, por supuesto, y todos los demás terroristas mercenarios yihadistas apoyados por occidente que invaden Siria también quieren que “Assad se marche”. La evidencia del apoyo diabólico de occidente al ISIS y otros mercenarios es cada vez más transparente.
El Israel del apartheid, el más estrecho aliado de Washington en oriente medio al lado de Arabia Saudí, ahora está desenredando públicamente la operación psicológica del ISIS (op-psi), donde ellos pretenden que se combata al ISIS incluso cuando están apoyándolo totalmente.
El jefe de la inteligencia militar de Israel, el General Mayor, Herzi Halevy, declaró recientemente [en la conferencia de Herzliya] que “Israel prefiere al ISIS antes que al gobierno sirio”, y declaró sin ambigüedades que Israel no quiere ver al ISIS derrotado.
Es más, el escritor Jason Ditz informa que oficiales israelíes han expresado regularmente su comodidad con la idea de que el ISIS conquiste toda Siria, diciendo que lo encuentran preferible a que el gobierno aliado de Irán sobreviva a la guerra. Esto es interesante porque nunca fueron tan abiertamente partidarios del ISIS y su supervivencia.
Claramente, debieran darse cuenta de los objetivos terroristas, que las bandas de terroristas wahabíes tales como el ISIS llenarán el vacío dejado por esta guerra ilegal de “cambio de régimen”.
Israel, como Washington y sus aliados, incluyendo las dictaduras árabes del golfo, prefieren la destrucción total de la Siria democrática, pluralista, secular y civilizada a favor de las pandillas de salvajes inspirados en el wahabismo.
Aquí va otra falsedad escandalosa: ¡NUNCA ha habido ningún terrorista “moderado en Siria! La verdadera oposición moderada en Siria asiste al parlamento y no busca el derrocamiento violento de su gobierno electo. Los “moderados” reales detestan la violencia genocida de los terroristas apoyados por occidente.
El periodista, Stephen Lendman explica: “Todos los grupos armados de la oposición en Siria que están dedicados al combate contra las fuerzas del gobierno están masacrando a civiles indefensos. Todos estos son terroristas. Washington y sus aliados granujas les apoyan, los importados escuadrones de la muerte son incapaces de existir sin respaldo exterior”.
No existe ninguno de los denominados “rebeldes moderados”, ¡y punto! Esta es pura falsedad destinada a una estrategia de propaganda bélica de tipo psicológico para confundir a las masas y fabricar consentimiento para los esfuerzos perversos de la OTAN en Siria.
Hablando el pasado octubre en la reunión anual del Club de Discusión Valdai, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo: “¿Por qué jugar con las palabras dividendo a los terroristas en moderados y no moderados? ¿Cuál es la diferencia?”.
Ya no necesitamos recurrir tampoco la memoria histórica, un sitio débil con consumidores occidentales inconscientes. ¿Podemos llegar a ser perdonados por permitir que la OTAN destruyera Libia, usando los proxis de Al-Qaeda, y que Libia sea ahora un baluarte del ISIS?
¿Podemos llegar a ser perdonados por permitir la total destrucción de Irak por Occidente, usando proxis, o esa misma cosa que ya hizo en los asolados Afganistán y Bosnia, o el hecho de que occidente apoye al régimen ilegal e infestado de neo-nazis en Ucrania?
En el aquí y ahora, ¡la ignorancia y el descuido no es una excusa!
En una entrevista con el neo-con Wolf Blitzer en el canal CNN, la congresista Tulsi Gabbard reiteraba lo que todos sabemos: La guerra en Siria es ilegal y contraproductiva, y una (propuesta) “zona sin vuelos” intensificaría la guerra y empeoraría la actual crisis humanitaria y de refugiados.
También ella amplificó el hecho de que el imperialismo occidental ha fortalecido (intencionalmente) a los más que debilitados grupos terroristas en Irak, Libia, y Siria.
En una entrevista con The Nation Magazine, la congresista Tulsi Gabbard explicaba que, “la intensificación de la guerra para derrocar a Assad pondrá las cosas aún peor. Causará más sufrimiento y caos, y fortalecerá al ISIS y al-Qaeda hasta el punto donde puedan ser capaces de tomar el control de toda Siria”, y el resultado, dice, “sería desastroso, incluyendo un genocidio contra las minorías religiosas, los secularistas, ateístas, y cualquiera que rechace la aceptación de la teología wahabí extremista. La crisis de refugiados se incrementará exponencialmente y podría conducir a una confrontación directa con Rusia”.
El rechazo de occidente a buscar la paz y su elección para perpetrar –en cambio- un holocausto en el extranjero, es acorde al lamento del jefe de inteligencia israelí acerca de que el ISIS esté siendo debilitado en Siria.
La evidencia demuestra una y otra vez que occidente y sus aliados, buscan activamente destruir a otras naciones soberanas mediante el apoyo de grupos terroristas tales como Al-qaeda, el antes conocido como Frente al-nusra, ISIS, y otros grupos terroristas. Es cada vez más evidente en muchos niveles: Durante la campaña de bombardeos de EEUU, ostensiblemente contra ISIS, por ejemplo, el territorio del ISIS realmente se incrementó de forma espectacular.
Una vez que un país está destruido y/o balcanizado, es menos capaz de oponerse a cualquier serie de agendas tóxicas de Washington, incluyendo los planes de conductos energéticos que fueron raíz de la causa de todo el conflicto desde el mismo comienzo.
Cada vez que Washington o sus aliados hablan sobre paz y combatir al terrorismo, o cada vez que ellos envilecen al Presidente Assad y al gobierno sirio, podemos estar seguro de que están mintiendo o que son políticamente ignorantes o que están siguiendo ciegamente los dictados ilegitimados desde arriba.
Además de la noción de que nuestros gobiernos occidentales verdaderamente representan “al pueblo” ¡es cada vez más absurda!
Las violaciones en marcha de occidente contra Siria comparten elementos comunes con las violaciones de occidente contra Nicaragua durante la década de 1980. Ahí está un precedente legal. El Tribunal internacional de La Haya dictaminó, el 26/6/1986 lo siguiente:
“El tribunal internacional en La Haya decide que los Estados Unidos de América, por entrenar, armar, equipar, financiar, y proveer a las fuerzas de la ‘contra’ o fortalecer de otro modo, apoyar y ayudar las actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua, ha actuado, contra la República de Nicaragua, en incumplimiento de sus obligaciones bajo el derecho internacional consuetudinario en cuanto a no intervenir en los asuntos de otro Estado”.
Amplias evidencias demuestras, y se ha demostrado durante años, que la OTAN y sus aliados están cometiendo los mismos crímenes contra Siria. Están entrenando, armando, financiando, proveyendo, y protegiendo a todos los terroristas mercenarios que invaden Siria, como sus soldados proxy y escuadrones de la muerte, justo como hicieron en Nicaragua en la década de 1980.
Es más, toda esta muerte y destrucción orquestada por occidente, continúa haciéndose sin una declaración oficial de guerra.
A la luz de los recientes eventos y las amenazas de EEUU contra Siria, porque Washington y sus socios de coalición no han sido invitados a Siria ni la guerra ha sido declarada contra Siria o sus socios, toda aeronave en el espacio aéreo sirio de otros que no sean:
Fuerza Aérea Siria, Fuerza Aérea Rusa, y Fuerza Aérea Iraní, tienen prohibido transportar misiles aire-aire sobre el espacio aéreo sirio.
ISIS no tiene fuerza aérea en Siria; por tanto los misiles aire-aire transportados por las aeronaves de la coalición de EEUU no tienen propósito legítimo excepto emplearlos contra otras fuerzas aéreas. Las aeronaves de la coalición de EEUU solo pueden mantener las armas internas y dispensadores de bengalas para autodefensa. Todas las armas aire-aire están prohibidas.
Los infractores serán fotografiados, se anotará el número de cola y la nación de origen, y se les escoltará fuera del espacio aéreo sirio. Los infractores reincidentes podrían ser derribados y su tripulación devuelta a la nación de origen. Están prohibidas las aeronaves que puedan llevar misiles aire-aire en compartimentos de armas internos.
La ilegalidad en marcha y acelerándose de occidente y sus aliados, está desarrollándose en un marco de terrorismo patrocinado estatalmente sin precedentes. Según un estudio plausible por un ‘think tank’ alemán, Centro Firil para estudios, unos 360.000 mercenarios terroristas extranjeros combatieron en Siria, contra el gobierno legítimo de Siria, entre el 10 de abril de 2011, y el 31 de enero de 2016.
Y la guerra sucia continúa, ya que los ciudadanos occidentales permanecen tranquilizados por la sofisticada propaganda mediática dominante, la efectividad de la cual excede mucho a cualquier propaganda que Corea del Norte pueda ser capaz de proyectar sobre sus ciudadanos. Las esperanzas de la humanidad para un futuro mejor están siendo suprimidas por leyes rotas, por impunidad, y por la tramada pasividad política.
