Entrevista a Alain Santacreu: El regreso de lo trágico en la literatura
Toda obra de arte tiene dos polos: el polo del que hace el trabajo y el polo del que la mira. En el ready-made, el artista se retira del polo creativo porque no se da cuenta del objeto "ready-made" que muestra. A partir de entonces, la producción de la obra depende únicamente del segundo polo, el espectador, el de la recepción. Así, el ready-made de Duchamp demuestra que el gusto estético es solo la proyección del ego del espectador sobre la obra.