Los crímenes de guerra de los Estados Unidos en Siria siguen impunes
El pensador y activista católico, Dr. Declan Hayes, comparte sus impresiones después de visitar Siria.
Acabo de regresar de Siria. Vi algunas cosas de las que no quiero realmente hablar. Todos los rusos que recuerden el bloqueo de Stalingrado entenderían. La mayoría de los sirios están involucrados en la guerra. Este es un tema muy importante. Podemos ir allí, podemos mirar a estos soldados sirios, a los soldados rusos, a los niños pequeños con sus piernas arrancadas, a las mujeres que tienen familia sufriendo terriblemente, podemos ir a las aldeas en las que cada hombre ha muerto defendiendo a su país. ¿Pero qué podría impedirnos ser sólo un turista compasivo? Uno de los problemas en esa parte del mundo es que hay demasiados turistas compasivos. Una de las principales debilidades de los sirios es que no tienen una sociedad civil dinámica.
Si nos fijamos en el Yemen, los crímenes de guerra que Occidente está cometiendo, aun con Arabia Saudí, son indescriptibles. Lo mismo está sucediendo en Siria. Vimos el otro día que las fuerzas de la OTAN de Australia, Gran Bretaña, Dinamarca y algunos otros países masacraron a más de 100 soldados sirios, muertos ilegalmente por las fuerzas occidentales. No hay absolutamente ninguna manera de que fuera un accidente. La situación sobre el terreno es que el ejército sirio está resistiendo; es un milagro. Además del ejército sirio están las fuerzas de defensa rusas, de Hezbolá, Irán y algunas otras. Sin embargo, no son suficientes para ganar esta guerra y para permitir a la civilización reafirmarse.
El principal problema que veo es que los sirios, los palestinos y los yemeníes están divididos en pequeñas comunidades, son muy similares a las de la Rusia pre-Primera Guerra Mundial. Usted tiene focos de excelencia, pero no tiene el sentido de la excelencia en el ámbito de la sociedad civil. Por lo tanto, la voz de los sirios en realidad no ha sido escuchada tan fuerte como podría serlo.
Veamos lo que ocurre: el asesinato, un crimen de guerra según la ley rusa, de más de un centenar de soldados sirios. Imagínese si Rusia o Siria mataran a un centenar de estadounidenses o a cien australianos, ninguno de los cuales se encuentra en Siria legalmente. Los únicos ejércitos que son legales en Siria son los que han sido invitados por el gobierno sirio. Pero si algún estadounidense muriera, nunca oiríamos el final de eso.
Así que, ¿qué tenemos? Tenemos una guerra caliente y una guerra fría. El ejército sirio está resistiendo valientemente todavía con sus valientes aliados, pero el problema es que la sociedad civil, la voz de la civilización que debe ser testigo del ejército sirio y sus aliados, no está allí.