Cumbre de Varsovia: Una reunión preparatoria de la guerra

17.02.2019

La conferencia convocada esta semana que termina, por los gobiernos de Estados Unidos y Polonia en Varsovia bajo el engañoso nombre de “Promover un futuro de paz y seguridad en el Medio Oriente” ha puesto al desnudo el riesgo de que el imperialismo anglosajón lance a la humanidad a otra guerra catastrófica, con alcance mundial.

Antes de la conferencia, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el único jefe de Estado prominente que viajó a Polonia para el encuentro, dio una entrevista en la capital polonesa declarando que la importancia de la conferencia consiste “en ser una reunión abierta de representantes de los principales países árabes, que se sentarán al lado de Israel a fin de avanzar en el interés común de guerra contra Irán”.

El texto de esta belicosa declaración fue instalado en la cuenta de Twitter del primer ministro israelí. Luego, aparentemente debido a la presión política de los organizadores estadounidenses y polacos, el tuit fue cambiado a “a fin de avanzar en el interés común de combatir contra Irán”. Israel y las reaccionarias dictaduras monárquicas del golfo Pérsico, que estuvieron representadas en Varsovia, son los dos pilares del eje antiiraní forjado por el gobierno de Trump.

El intento de los funcionarios estadounidenses y polacos de enmascarar el propósito real de la conferencia con referencias a la “paz” y la “seguridad” fueron una charada. Los oficiales polacos insistieron en que la reunión no se trataba de un solo país, sino de “temas horizontales”, que enfrentan a la región, como la proliferación de armas, el terrorismo, la guerra. Sin embargo, sucede que Irán fue culpado de ser el punto de partida de los problemas.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, por su parte, dio un sermón moralista en el que denunció a Teherán por amenazar con “otro Holocausto” e intentar recrear el Imperio persa al querer abrir un “corredor de influencia” por Irak, Siria y Líbano. Durante la conferencia en Varsovia, la explosión de un terrorista suicida cobró la vida de 27 miembros de la Guardia Revolucionaria en Irán que regresaban de un despliegue en el país vecino de Pakistán. Un grupo poco conocido y vinculado con Al Qaeda y con el principal aliado de EEUU en el mundo árabe, Arabia Saudí, reclamó la responsabilidad del ataque.

En cuanto al “Estado que siembra los mayores perjuicios y la mayor discordia”, ¿podría alguien afirmar seriamente que Washington, tras librar guerras interminables y devastadoras por un cuarto de siglo en la región, arrasando con sociedades enteras y dejando a millones de muertos, lisiados y desplazados, tiene a alguien que siquiera se acerque a competir por este título?

Fuera del Reino Unido, ninguna de las potencias europeas envió ni siquiera a un canciller a la reunión en Varsovia, percibiéndola como un mitin estadounidense a favor de una guerra contra Irán. La encargada de la política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, quien participó en la negociación del acuerdo nuclear con Irán, también rechazó la invitación.

La potencia estadounidense no ha perdonado a las masas de trabajadores y pobres iraníes por su revolución de 1979, que derrocó la dictadura del sha que constituía una pieza clave del dominio estadounidense en la región. Mientras la revolución ha sido usurpada por el régimen teocrático establecido bajo el ayatola Jomeini, Washington se ha rehusado a aceptar un acercamiento que no sea un cambio de régimen y la imposición de una dictadura controlada por Estados Unidos.

En el periodo previo a la invasión estadounidense de Irak en 2003, el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ridiculizó la oposición de Alemania y Francia a esta guerra criminal de agresión refiriéndose a estos países como la “vieja Europa” y reafirmando el apoyo del imperialismo estadounidense a la “nueva europea,” refiriéndose a los regímenes de Europa del Este y, principalmente, a Polonia.

El patrocinio de dicha conferencia sobre una guerra contra Irán por parte de Polonia, un país que no ha desempeñado un papel particularmente decisivo en Oriente Próximo, trae de vuelta a la vida este intento de enfrentar a la “nueva” Europa contra la “vieja”.El apoyo de Varsovia a la cruzada antiiraní está relacionado con los esfuerzos de su gobierno derechista de asegurar una presencia militar permanente de Estados Unidos en Polonia como un supuesto respaldo ante cualquier amenaza de Rusia y de Ucrania oriental. En septiembre de 2018, el presidente polaco, Andrzej Duda, proclamó en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, que su Gobierno deseaba la construcción de un “Fuerte Trump” en suelo polaco.

La virulenta retórica antiiraní escupida en la conferencia en Varsovia, supuestamente de “paz” y “seguridad”, sólo fue comparable a la diatriba contra Rusia del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien combinó su participación en la conferencia en una reunión con tropas para discutir las maniobras en Polonia.

Hoy día, los pasos que está tomando Washington de contraponer a la “nueva Europa” a sus supuestos aliados de la “vieja Europa” no solo está conectado con un baño de sangre potencial en Irán, sino con preparativos para una nueva guerra mundial. El imperialismo anglosajón está decidido a reafirmar su hegemonía sobre Irán, Oriente Próximo, Asia Central y, según la Red Voltaire, para establecer un control indisputable sobre las reservas energéticas de la América Latina legitimando la capacidad de los anglosajones de negar la entrada a esas regiones a su principal concurrente mundial, China.

La conferencia en Varsovia entraña una amenaza seria. Es un punto nodal en la marcha hacia la Tercera guerra mundial entre las principales potencias nucleares.

Los demócratas capitulan ante Trump y acuerdan la financiación del muro

El portal World Socialist Web Site (14.02.19) Justo 15 minutos antes de que Donald Trump se dirigiera a un mitin en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, los líderes del Senado anunciaron que los demócratas y los republicanos han llegado a un acuerdo para evitar otro cierre del gobierno, que habría comenzado hoy sábado (16.02.19) a la media noche.

El acuerdo es una completa capitulación del Partido Demócrata de la agenda de Trump. Según los informes iniciales, incluye $1.4 mil millones en fondos para un muro de acero y no obstante los anuncios, no se reduce el límite total de inmigrantes que pueden ser detenidos. Los asesores principales del Congreso afirman que el acuerdo permitiría a Trump expandir la detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por más del 20 por ciento. El Hill señaló que el acuerdo proporciona "suficiente flexibilidad para alcanzar el nivel solicitado por el presidente de 52 mil camas".

Según CNN, el acuerdo también incluye un aumento adicional de $1.7 mil millones en gastos para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que incluye ICE y La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Entre los estribillos de “¡USA! ¡USA!”, y “¡Construye el muro!” en su mitin de El Paso, Trump denunció al “socialismo” y a la “izquierda radical” y afirmó que aún no estaba al tanto de los detalles del acuerdo. "Probablemente tengamos algunas buenas noticias", dijo, refiriéndose al hecho de que los demócratas probablemente cederán las llamadas para un límite a las detenciones de inmigrantes.

"Estamos preparando el escenario", agregó, indicando que podría mover miles de millones de dólares para construir su muro sin importar el monto total oficialmente asignado por el Congreso. "Estamos construyendo la pared, de todos modos. El muro se va a construir". En otras palabras, el choque de trenes católico - protestante recibió el beneplácito bipartidario estadounidense.

El jefe de personal de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, informó al "Domingo de Fox News" de que cualquier acuerdo le brindaría a Trump cobertura política y flexibilidad administrativa para asignar miles de millones de dólares si lo considera conveniente: "Tomaremos todo el dinero que nos puedan dar y luego nos iremos y encontraremos el dinero en otro lugar legalmente para asegurar esa barrera del sur. Pero esto se va a construir con o sin el congreso”, dijo.

La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aceptó el acuerdo y el Partido Demócrata está lanzando sus patéticas excusas para su inevitable capitulación. La presidenta demócrata del Comité de Asignaciones de la Cámara, Nita Lowey, quien es una de las líderes del comité conjunto de conferencia bipartidista Cámara-Senado que elaboró el acuerdo, dijo dócilmente: "Hicimos lo mejor que pudimos".

El senador demócrata Patrick Leahy por su parte agregó: "No hay ni uno solo de nosotros que va a obtener todo lo que queremos, pero nadie lo hace. Pero vamos a obtener lo que es mejor para Estados Unidos". Probablemente, Leahy no se refiere a las expectativas supremas de guerra que los movimientos militares del Bloque occidental anglosajón permiten percibir y temer. Entre México, América Latina, el este europeo y el Medio Oriente ampliado, de acuerdo a la geoestrategia de Sbigniew Brezezinsky

Fuentes: World Socialist Web Site y Red Voltaire de las dos primeras semanas de febrero de 2019.