La decisión está tomada: liberación de la región de Kursk o Armagedón nuclear
La sesión de hoy de la reunión permanente del Consejo de Seguridad de Rusia, durante el cual Vladímir Putin anunció enmiendas a la doctrina nuclear de nuestro país (“Fundamentos de la política estatal en el ámbito de la disuasión nuclear”), resultó ser un acontecimiento extremadamente importante. Y lo más importante es que la doctrina nuclear actual introduce la siguiente novedad: en caso de que se produzca una agresión contra Rusia por parte de un Estado no nuclear, que cuente con el apoyo de un Estado nuclear, se considerará un ataque contra la Federación Rusa.
Se trata de un punto fundamental, según el cual nuestro Presidente ya no se reserva simplemente para sí, como Comandante Supremo en Jefe, el derecho a utilizar armas nucleares. Ahora, si nuestro país es atacado por un Estado no nuclear con el apoyo de un Estado nuclear, no sólo podrá responder de acuerdo con toda la lógica de la confrontación nuclear, sino que estará obligado a hacerlo.
Veamos: ¿estamos hablando del futuro o del presente? Ahora mismo se está llevando a cabo un acto de agresión directa contra la región de Kursk: una invasión por parte de la Ucrania no nuclear, hostil hacia nosotros, con el apoyo y la participación directa de un Estado nuclear. Esto significa que se ha realizado un ataque conjunto contra la Federación Rusa por parte del bloque de la OTAN, Estados Unidos y Ucrania.
Por supuesto, al mismo tiempo hay otros cuatro nuevos territorios incorporados a Rusia agredidos por Ucrania. Pero en el caso de la región de Kursk, ahora no sólo tenemos el derecho sino también la obligación de entrar en guerra con el bloque de la OTAN. Y lo mismo se aplicará de ahora en adelante frente a cualquier usurpación de la integridad territorial de Bielorrusia, parte de nuestro Estado de la Unión.
En otras palabras, desde el momento en que se adopte la nueva versión de la doctrina nuclear, es necesario reconocer que Rusia está en guerra con el bloque de la OTAN. Ya que existe un hecho fehaciente de agresión contra Rusia por parte del régimen ucraniano con el apoyo de un Estado nuclear. Y ahora, lo queramos o no, según nuestra doctrina nuclear, estamos obligados a entrar en un conflicto en toda regla con el bloque de la OTAN y Estados Unidos. De nuevo, esto es muy grave. De hecho, nos estamos obligando a ir a la guerra. Y no estamos hablando de un acontecimiento incierto, sino que es una realidad que ya estamos viviendo.
Por lo tanto, hoy, para evitar un apocalipsis nuclear, es decir, la entrada de Rusia en una confrontación nuclear directa con la OTAN, sólo existe una salida. La retirada inmediata de las tropas ucranianas de la región de Kursk. Inmediata, porque de permanecer allí, apoyadas por EEUU y la OTAN, es simplemente el comienzo inevitable de una guerra nuclear. No porque simplemente lo hayamos decidido así, sino porque hemos adoptado tales modificaciones en nuestra doctrina nuclear.
Sí, por supuesto, muchos intentarán suavizar el significado de estas palabras, pero la cuestión es que ya no se trata de “líneas rojas”, sino de la posibilidad de un Armagedón nuclear. En cualquier otro documento, incluida la Estrategia de Seguridad Nacional, las enmiendas podrían interpretarse de otro modo. Pero cuando se adopta una cláusula de este tipo en nuestra doctrina nuclear, no tenemos otra opción.
Sí, se trata de una acción muy seria y de un documento muy importante. Lo que ha ocurrido hoy es probablemente un punto de inflexión en la historia. Porque ahora, dadas las circunstancias, ya no podemos evitar un enfrentamiento directo con la OTAN.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera