El destino de la UE: ¿amputación o eutanasia? La cumbre de Bratislava como sentencia

16.09.2016
Cumbre informal

Esta cumbre en Bratislava es la primera desde el 2007, y será una reunión informal de los líderes de la UE. En la conferencia de 2007 en Lisboa fue adoptado el famoso Tratado de Lisboa de la UE, que se ha convertido en una reacción de la burocracia europea al fracaso del proyecto de Constitución de la UE. En 2005, el proyecto fue rechazado por los electores de Francia y los Países Bajos.

El "Brexit" que lo cambió todo

A pesar del hecho de que la canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho que el tema de la salida del Reino Unido de la UE no dominará en la agenda en Bratislava, y que en la cumbre se centrarán en "otras prioridades", está claro que este evento influyó firmemente los planes de Bruselas. El Brexit ha dado un nuevo impulso a la derecha del movimiento conservador dentro de la Unión Europea ultraliberal, especialmente en Alemania. El Brexit se convirtió en uno de los principales retos para la UE, y hacer la vista gorda al mismo significaría afirmar su propia impotencia ante un colapso inminente.

Conflictos financieros

Otro aspecto importante: las contradicciones financieras dentro de la UE. En Atenas, el 9 de septiembre, se llevó a cabo la cumbre de los países mediterráneos de la UE (Grecia, Italia, Francia, España, Chipre, Malta y Portugal), donde se aceptó la "Declaración de Atenas", en la cual se pide a poner fin al "régimen dogmático de la economía", y de hecho rechazar el "Pacto de Estabilidad y de Crecimiento", que es la base de la política financiera de la UE, y que establece criterios estrictos sobre los déficit presupuestarios y la deuda pública. La "Declaración de Atenas" ha provocado una fuerte reacción en Berlín y Bruselas.

Política de inmigración

En la víspera de la cumbre también se hizo evidente que los paises del "Grupo Visegrád": República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia, adoptarán una posición especial respecto a la seguridad fronteriza y la inmigración.

Los lideres de Estados de Europa central y oriental, especialmente en Hungría y Polonia, creen que el Brexit demostró la necesidad de endurecer su posición en materia de inmigración y derechos humanos, y abogan por "corregir los errores del pasado". El primer ministro húngaro, Viktor Orban, llamó a la UE sin rodeos una formación "rica pero pobre". Así, a principios de octubre, Hungría llevará a cabo un plebiscito sobre las cuotas de entrada para los inmigrantes. Los expertos prácticamente no tienen dudas sobre una decisión positiva que va a poner fin a los planes para el reasentamiento de los inmigrantes de Bruselas, así como también pondrá en cuestión el principio de libertad de movimiento: concepto que es la piedra angular de toda la Unión Europea.