Así lo afirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu ,«Bibi», durante su visita a los ocupados Altos del Golán. Dijo que "nosotros actuamos cuando nos parezca, incluso más allá de las fronteras, y los ataques tienden a evitar que "Hezbolá" llegue obtener este tipo de armas con las que será capaz de cambiar las reglas del juego".
Netanyahu es conocido por su comportamiento desafiante, que a menudo complica las relaciones entre los Estados Unidos e Israel, en particular sobre los asentamientos en los territorios palestinos ocupados.
De hecho, esta declaración significa el reconocimiento de un acto de agresión contra un Estado soberano, que debería conducir a las c,onsecuencias correspondientes, incluida la respuesta del Consejo de Seguridad de ONU. Pero, para Israel que trabaja conjuntamente con los Estados Unidos en la región, al parecer, estas acciones no tendrán consecuencias.
El "Hezbolá" libanés, así como las fuerzas armadas de Irán y Rusia, están ayudando al gobierno de Siria en la lucha contra los terroristas. Israel tradicionalmente considera esta interacción como una amenaza potencial a su presencia en los territorios ocupados. Al no ser capaz de llevar a cabo operaciones militares a gran escala, Israel mantiene una estrategia de contención del enemigo a través de la aplicación de los ataques de precisión, así como utilizando los canales diplomáticos. Anteriormente, Tel Aviv no logró alcanzar el reconocimiento de "Hezbolá" como una organización terrorista por parte de los Estados Unidos y la UE.
Además, Israel ha tratado de impedir la venta de armas rusas a Siria e Irán. Es significativo que la declaración de Netanyahu llegue el día de la entrega a Irán del sistema de misiles rusos antiaéreos S-300.
El último gran choque entre Israel y "Hezbolá" se produjo en 2006, en el Líbano.