Los Estados Unidos son el principal interesado en un conflicto importante en Nagorno-Karabaj, donde podría sacarse de encima aRusia y Turquía. Así, se completaría la eliminación del enemigo problemático (Rusia) y del aliado recalcitrante (Turquía) en un confligo geopolítico contemporáneo clave. Nadie necesita un conflicto cerca de las fronteras de ambos países que amenaza con desembocar en una guerra a gran escala.
Al mismo tiempo, los Estados Unidos están utilizando el conflicto para debilitar a ambas potencias. Además, la derrota militar de cualquiera de las partes daría lugar a cambios muy beneficiosos para los norteamericanos. En el caso de Armenia, sería posible llevar al poder a las fuerzas pro occidentales, debido a que su derrota sólo podrá darse ser en el caso de la falta de apoyo por parte de Rusia. Por lo que respecta a Turquía y Azerbaiyán, su derrota significaría la llegada al poder de nuevas fuerzas, más abiertas hacia Occidente.
En estas condiciones, Rusia está haciendo todo lo posible para detener el conflicto. La tarea principal consiste en influir sobre Azerbaiyán, en el sentido de que va contra sus propios intereses iniciar un conflicto armado sin esperanza de victoria. Es por eso que el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, se encuentra ahora en Bakú y no en Ereván.
De particular importancia es el factor iraní. Irán es vecino de Armenia y Azerbaiyán. La mayoría de los azerbaiyanos, al igual que los iraníes, son chiíes. Una parte significativa de la población de Irán son azeríes étnicos. El líder supremo de Irán (Rahbar) Ali Jamenei es también azerbaiyano. Al mismo tiempo, durante el conflicto de Nagorno-Karabaj, Irán apoyó tácitamente a Armenia. En Irán, hay una diáspora armenia que ayudó activamente a Irán a eludir las dificultades de la economía del estado, sofocada por los mecanismos de las sanciones Occidentales. Irán se adhiere a las relaciones amistosas con Armenia, y al igual que Rusia está interesado en la estabilidad en el Cáucaso del Sur, teniendo mecanismos de influencia sobre las dos potencias. En la víspera del armisticio, el 5 de abril, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javad Sharif, tuvo una conversación con el ministro armenio, en la cual subrayó la necesidad de "detener los enfrentamientos en Nagorno-Karabaj y restaurar la calma en la región." También llamó la atención de la parte armenia sobre "la disposición de Irán a jugar un papel." Por otra parte, Zarif se reunió con los ministros de Exteriores de Turquía y Azerbaiyán.
El principal factor interno que está provocando el comportamiento inadecuado de Azerbaiyán es la ideología nacionalista profundamente arraigada, y el carácter secular de la sociedad. El nacionalismo panturquista en Azerbaiyán tiene una naturaleza tanto anti rusa como también anti armenia, y es utilizada activamente por los países occidentales y los círculos atlantistas en Turquía. Un fortalecimiento de la influencia chií y iraní, por otro lado, ayudaría a la "pacificación de la región" y a la entrada del país en la unidad anti atlántica ruso iraní.