Turquía intenta jugar la carta azerí
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pospuso su visita a Bakú, que estaba planeada para empezar el 15 de marzo. En cambio, el presidente de Azerbaiyán visita Turquía. Uno de los principales temas que Erdogán discutirá con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, será la confrontación ruso-turca. A pesar de la retirada anunciada de las fuerzas armadas rusas de Siria, Rusia mantendrá su presencia militar en el país y continuará apoyando al gobierno en Damasco. Ankara busca usar a Bakú para su ventaja en el conflicto con Rusia.
Sangre común
Azerbaiyán y Turquía tienen enlaces en sus comunidades étnicas y culturales. En el transcurso del conflicto del Karabaj, Turquía apoyó a Azerbaiyán y les consideraba como una defensa de sus intereses en el Cáucaso sur. Sin embargo, después de la transferencia de poder al Clan Aliyev, Azerbaiyán se ha atascado con una política multi-vectorizada que maniobra entre Rusia y el oeste. Las tendencias pro-occidentales de mediados de la década del 2000 han dado paso a una relativa reaproximación con Rusia en los pasados años.
¿Bakú apoya a Rusia?
Bakú ha intentado evitar la toma de cierta posición en el conflicto ruso-turco. Similar a como considera a Siria, Azerbaiyán se ha posicionado para mantener buenas relaciones con Rusia, los países del oeste, y Turquía. El mes pasado, el vice-ministro de exteriores azerí, Araz Azimov, dijo que el mejor garante de la seguridad en Siria era Assad, lo que directamente contradice la posición de Ankara. Así, Bakú ha señalado que ellos ahora están más preparados para apoyar a Moscú, algo que molesta a Turquía. Más probablemente, Turquía intentará remediar la situación y persuadir a Azerbaiyán para adoptar su posición.
Economía y geopolítica
Debido al estado congelado del proyecto turco-ruso del “turkish stream”, Turquía está interesada en los recursos energéticos azeríes: Petróleo y gas. Además de los proyectos de petróleo y gas en la región, los turcos están interesados en que Azerbaiyán se convierta en un país de tránsito, a través del que se pueda obtener el acceso a Asia Central. En el contexto de la caída de los precios de la energía, de lo que la economía azerí es altamente dependiente, el dinero turco y europeo puede ser un serio instrumento de presión sobre la posición del estado.
Turquía está preparada para encender la guerra
En términos de una confrontación con Rusia, Turquía no ha abandonado sus planes para una intervención militar en Siria. A pesar de los compromisos de Rusia, Turquía y el oeste no apuntan hacia el alivio de la presión sobre Rusia. Erdogan puede intentar abrir un segundo frente para distraer la atención de Moscú respecto de Siria. Esto podría ser el viejo y congelado conflicto del Nagorno-Karabaj, que está en cercana proximidad a las fronteras rusas. Azerbaiyán es poco probable que tenga voluntad para verse involucrada en un conflicto con Rusia, cuyo aliado militar es Armenia, pero Turquía puede anunciar su posible apoyo para Azerbaiyán que sería un aumento en conflicto.
Previamente, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, declaró que la ayuda rusa a Armenia pone en peligro la integridad territorial de Azerbaiyán. Así, Turquía ha mostrado su voluntad para jugar en el conflicto armenio-azerí.
El conflicto del Nagorno-Karabaj
La posibilidad del conflicto de Nagorno-Karabaj en resumen es el principal factor que desestabiliza la situación en la región. En cualquier caso, esto implica un conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán, algo en lo que Rusia no está interesada. En años recientes, Rusia ha mantenido sus alianzas con Armenia y ha buscado reaproximarse con Azerbaiyán, pero los EEUU, la UE, y Turquía también están luchando por la influencia de este importante país productor de petróleo. En el suceso de un conflicto armado, Rusia estará forzada a tomar ambos lados, y se alineará muy probablemente con Armenia, así, Rusia perderá todas las relaciones con Azerbaiyán. Rusia está interesada en “congelar” el conflicto debido a que no puede ser resuelto pacíficamente en la actual situación geopolítica.
Durante el pasado año, una serie de provocaciones en la línea de contacto en Karabaj y en la frontera armenio-azerí se han incrementado dramáticamente: Batallas de artillería, asaltos de grupos subversivos, ataques mutuos, etc. En particular, el lado azerí es el más activo en la violación de los acuerdos internacionales. Una Turquía neo-otomana, cuyo ministro de exteriores, Çavuşoğlu, prometió “hacer todos los esfuerzos para liberar los territorios ocupados de Azerbaiyán”, y está presionando a Azerbaiyán para hacer provocaciones agresivas. El liderazgo turco es conocido por su negación del genocidio armenio y justificar a los criminales de guerra.
Azerbaiyán como mediador
Si Turquía está preparada para intentar restaurar al menos parcialmente las relaciones con Rusia e iniciar negociaciones con respecto a las esferas de influencia en Siria, Azerbaiyán podría actuar como mediador. En el contexto de la retórica militante de ambos lados, tal perspectiva tiene pocas oportunidades, pero también deberían tomarse en consideración.