El anuncio se produce después de que más de un centenar de los diputados se mostraran a favor de esta decisión. Seis ministros y unos seiscientos empleados del gobierno federal deben renunciar. Es muy probable que otros partidos pequeños sigan el ejemplo del PMDB y salgan de la coalición.
Si el juicio político de Rousseff se lleva a cabo, el líder del PMDB, Michel Temer, que ocupa el cargo de vicepresidente de Brasil desde el 2011, se convertirá automáticamente en presidente. El PMDB no tiene una ideología clara, y se compone de conservadores, nacionalistas, ex guerrilleros izquierdistas, y liberales.
Los partidarios de Rousseff creen que el procedimiento de juicio político es nada menos que un golpe de Estado planificado y un ataque contra su legitimidad democrática. De acuerdo con las leyes y la constitución del país, el presidente sólo puede ser destituido en caso de un crimen, pero no ha habido tal caso.