Alzamiento estadounidense contra la oligarquía del Estado profundo

23.11.2016

Tiempo atrás, estuve esperando que él consiguiera la nominación, cuando había una fuerte competición entre los republicanos y muy pocas personas pensaban que él era un candidato serio. Me resultaba claro que él estaba aprovechándose de un estado anímico muy fuerte entre el pueblo estadounidense, que simplemente está asqueado y cansado de este poder establecido (‘establishment’) en momentos cuando hay tan mala situación para mucha gente en el corazón de nuestro país.

Por supuesto, es importante que él ganara en Pennsylvania, Ohio, Wisconsin, y Michigan, todos Estados del “rust belt” (“cinturón de óxido”, en referencia que estos Estados son parte del cinturón industrial del medio oeste o ‘midwest’). Este es nuestro núcleo, ahí es donde solía estar el músculo fuerte de nuestro país, y ha estado en una forma terrible durante décadas.

Hay un paralelismo muy fuerte entre el declinar de algunos aspectos en nuestro sistema y el declinar de la Unión Soviética. Incluso se muestra en la mortalidad de la clase media trabajadora de este país, que ha estado bajando durante años. La misma situación fue en el periodo final de la Unión Soviética.

Por tanto, es muy significativo que esto viniera. Un montón de gente simplemente erró en esto, especialmente la gente con un punto de vista elitista, porque no viven en un mundo real. Viven en una burbuja en la costa oeste o en la costa este donde todo el mundo es como ellos, todo el mundo piensa como ellos y no ven lo que la gente real piensa y vive.

Creo que hay varias razones por las que todo el asalto mediático sobre Trump no funcionó. Déjenme recordar que él fue sometido a la campaña más despiadada de difamación y calumnia.

Los principales medios de comunicación tampoco predijeron que Hillary ganaría sino que estuvieron trabajando activamente en cualquier modo posible para asegurar su victoria. De hecho no se molestaron en ocultar que en muchos casos, simplemente fueron un arma de la campaña de Hillary. Esto se relaciona con lo que intento mostrar en mi estudio “Cómo los medios de comunicación estadounidenses sirven como correa de transmisión para las guerras de elección”, que fue publicado en Katehon.

Los medios de comunicación no sólo sirven a la oligarquía del Estado profundo que gobierna en el mundo occidental. También realmente son parte de tal oligarquía. Así que, cuando miraban a Hillary Clinton, la veían literalmente como “nuestra” candidata como una expresión de la oligarquía a la que pertenecen. Esta es la razón por la que es tan importante aquello que tuvimos no fue tanto una elección, sino un alzamiento. No era sobre Republicanos y Demócratas, era sobre nosotros, el pueblo, contra ellos, la oligarquía. Los medios de comunicación se vuelven cada vez menos efectivos.

La gente ya no confía más en los medios de comunicación. De nuevo, la situación es muy parecida al periodo soviético. La gente no creía lo que estaban diciendo los medios de comunicación masivos. Buscaron pistas entre líneas y también giraron a los medios de comunicación extranjeros, fuentes alternativas, intentando comparar diferentes fuentes de información y descifrar lo que es verdad. Casi alcanzamos un punto en que todo lo que dijeran los medios de comunicación se determinó que era una mentira, incluso cuando algunas veces fuera verdad, pero la gente no quería creerlo, justo porque los medios de comunicación así lo estuvieron diciendo. Creo que ello muestra cuánta credibilidad han perdido los medios de comunicación en EEUU en relación con las masas populares.