La recesión ya está aquí. La prueba irrefutable
EE.UU. ya ha entrado en recesión: lo dice una prueba que se considera irrefutable e innegable. La presenta el experto Michael Snyder, autor de uno de los blogs de economía de nombre ciertamente no muy reconfortante - El colapso económico - que recuerda cómo en la "economía real", normalmente se adquieren y venden bienes que después son transportados a través de camiones, trenes, aviones. Un concepto muy simple que todavía, en momentos de euforia en las bolsas de valores, se olvida.
Cuando la cantidad comprada, vendida y transportada en el país sube, podemos decir que la economía real está creciendo, y cuando la misma cantidad desciende, se habla de una contracción de la "economía real". Que puede traducirse también en recesión.
Snyder da especial importancia al concepto de "economía real" y recuerda:
"El hecho de que los precios de las acciones sean artificialmente altos no significa que la economía de Estados Unidos se encuentre en buen estado de salud" y "de hecho, un rally de acciones se produjo en este mismo periodo del año en 2008, también en aquel caso frente a un rápido deterioro de fundamentos económicos". Ahora, según Snyder, lo mismo "que vimos a finales de 2008 se está desarrollando de nuevo, frente a nuestros ojos".
La prueba irrefutable a la que se refiere el experto es el rendimiento reportado en abril por el Cass Transportation Index, que cayó un 4,9% sobre la base anual. "Esto significa que en abril del año 2016 se han comprado, vendido y transportado muchos menos bienes que con respecto a abril del 2015".
Se ha tratado, entre otras cosas, del peor ejercicio en abril desde el año 2010, que siguió por cierto al peor mes de marzo desde 2010.
De los datos también ha salido que el volumen de las entregas relativas a los cuatro primeros meses del año fue el peor desde 2010, y que de forma anual el descenso ha continuado durante 14 meses consecutivos.
Otros datos a controlar atentamente, de acuerdo con Snyder, son aquellos relativos al tráfico ferroviario que, tradicionalmente, se han confirmado como indicadores clave que anticipan la tendencia de la economía de los Estados Unidos. Y las señales que llegan de aquí son todo menos prometedoras.
No sólo en el mes de abril el tráfico ferroviario de Estados Unidos se ha desplomado en efecto más de un 11% con respecto al mismo período del año pasado. Un artículo publicado en un periódico de Dakota del Norte ha confirmado recientemente cómo cientos de empleados que trabajan para los ferrocarriles han sido - y siguen siendo - despedidos, y cómo muchos vagones están parados, porque no hay prácticamente nada que hacer (leer: transportar).
Por otra parte, explica el experto, son casi dos años en los que las ventas totales de las empresas bajan, tanto que hoy en día su valor es un 15% inferior con respecto al de finales de 2014. Esta situación se traduce en un aumento en la relación existencias/ventas, que sigue subiendo, ya que en los almacenes de las empresas sigue habiendo una gran cantidad de mercancías no vendidas.
Pero también hay otras pruebas que demostrarían que los EE.UU. están en recesión, como los anuncios de despidos, que desde el comienzo del año aumentaron un 24%, debido al creciente número de quiebras; y también la tendencia de los rendimientos de los bonos del Tesoro.
"Las tasas nos están diciendo que ya ha llegado una nueva recesión. En particular, el diferencial entre los tipos a diez años y los dos años que terminó la última sesión del viernes al nivel de finales de 2007".
En este sentido:
"La curva de rendimiento se convirtió en negativa en 2006 y permanecii así durante meses en 2007, antes de remontar antes de la Gran Recesión".
Otra prueba es la fuerte caída de las operaciones de recompra anunciada desde el comienzo del año, en un 38%. Lo que significa que ahora ni siquiera las empresas están, obviamente, dispuestas a adquirir sus títulos.