El fraude de la deuda privada

20.04.2016

Ningún partido político de extrema izquierda o extrema derecha se atreve a sacar este asunto fundamental, que es que, desde 1974 en Francia, y 1912 en los Estados Unidos, el poder soberano del estado que es crear moneda y tomar préstamos de sí mismo a interés cero con el que crear inversiones productivas, que es la condición del estado del bienestar y de una política social equitativa, está en manos privadas. Nadie cuestiona esta cosa, la cual sería la misma base de un giro a la auténtica izquierda política.

¿Por qué es el final del Estado del Bienestar en Francia? ¿Por qué las disparidades y la hiper-deuda se dan en Francia? Solamente porque Francia, como otros países europeos, solía pedir prestado para sus propias inversiones al propio Estado, con interés cero, y era compensado al crear valor añadido y dinamismo económico. Hoy está obligada por leyes traicioneras, es decir, por traición de nuestras élites, a pedir prestado a mercados privados, a bancos privados que piden interés. Y esta diferencia, que es en sí misma fundamental, hace que hayamos cambiado de una política social a una política de empobrecimiento y desigualdad. Y nunca verás a la extrema izquierda sacando este tema.

Kennedy lo intentó en algún punto de su mandato. Tres meses después estaba muerto. Podéis encontrar toda esta información en internet, vídeos sobre el dinero como deuda, vídeos sobre la privatización de la Reserva Federal Americana… Es la clave para comprender la explotación y la creación de la miseria, y por supuesto para comprender este gigantesco fraude mundial donde la gente crea dinero virtual, que nosotros tenemos que pedir prestado a ellos, siendo lo único real los intereses que pagarás de vuelta con el sudor de tu frente.

Así como la explotación en el Antiguo Régimen, donde la gente decía “Dios me dio esta tierra, puedes trabajarla para mí si me dan un tanto por ciento, de modo que yo puedo continuar sin hacer nada”, pasamos de la explotación fiduciaria basada en la tierra y justificada teológicamente a algo que se llama explotación bancaria, del poder de la nobleza al poder de los bancos. Es exactamente la misma violencia, el mismo fraude. Es el asunto político supremo y no es aireado nunca por nadie, ni por el centro, ni por la extrema izquierda, y los pocos políticos que lo hicieron acabaron muertos. Es una lucha a muerte que comenzó en los Estados Unidos antes de la Primera Guerra Mundial, sin la cual ésta no hubiese durado cuatro años, sino más bien 8 meses.

El asunto fundamental es esta incautación de poder por parte de los bancos en el mundo Occidental, por gente que crea algo que no tiene valor real, el papel moneda, pero detentan este privilegio político unos personajes que se lo han adueñado para extorsionar dinero del mundo entero a través de intereses.