EEUU impone nuevas sanciones a Rusia y expulsa a 35 diplomáticos
El presidente Barack Obama ordenó ayer la expulsión de 35 funcionarios rusos de Estados Unidos, además de aplicar otras sanciones de carácter económico y diplomático, y de perpetrar posibles ataques cibernéticas encubiertos contra Moscú.
Según la Casa Blanca, las sanciones van dirigidas, entre otros, a dos de las principales organizaciones de inteligencia de Rusia que operan en las ciudades de Maryland y Nueva York.
Según el comunicado emitido por la Casa Blanca, las sanciones también afectan a cuatro oficiales y tres empresas que prestaron apoyo al Departamento Central de Inteligencia Militar ruso (GRU) y al Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB).
Obama anunció también que el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI desclasificarán 'información técnica sobre la actividad cibernética del servicio de inteligencia civil y militar ruso' para ayudar a las redes a defenderse de la 'campaña mundial de actividades cibernéticas maliciosas de Rusia'.
Ya en octubre pasado el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional responsabilizaron al Gobierno ruso de estar implicado en ciberataques contra instituciones estadounidenses, sin presentar prueba alguna hasta la fecha.
Al mismo tiempo, ambos entes reconocieron que los hackers no lograron acceder a los sistemas electorales de EEUU, y concluyeron que influir en el escrutinio o en el resultado electoral a través de unos ciberataques sería una misión casi imposible.
Ahora, sin presentar tampoco ninguna prueba, Estados Unidos acusa al FSB de estar detrás de un grupo de hackers conocido como 'Cozy Bear', que estuvo al acecho de los sistemas del Comité Nacional Demócrata (DNC) por más de un año.
También acusan al GRU de mantener vínculos con el segundo grupo que infiltró el DNC, conocido como 'Fancy Bear', que supuestamente violó la privacidad del servicio de correos electrónicos del presidente de la campaña de Hillary Clintom, Joe Podesta.
La decisión presidencial adoptada este jueves, que se ampara en una orden ejecutiva de 2015, permitirá al Departamento del Tesoro congelar los activos de individuos o entidades que utilizan medios digitales para dañar la infraestructura crítica de los Estados Unidos o participar en espionaje económico.
Rusia rechaza las acusaciones y advierte que las medidas anti-rusas recibirán una respuesta
Por su parte, Rusia reaccionó la víspera a las posibles sanciones que hoy se concretaron y confirmó que Moscú adoptará las medidas necesarias contra los diplomáticos estadounidenses en Rusia, en correspodencia con las acciones de Estados Unidos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de un mito y una histeria las denuncias de supuesta influencia de Moscú en los comicios presidenciales de Estados Unidos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov destacó por su parte que este tipo de acusaciones son absolutamente infundadas.
'De nuevo nos intentan asustar con la ampliación de las sanciones antirrusas, medidas 'de carácter diplomático' y hasta actividades subversivas contra nuestros sistemas informáticos (...) Si de verdad Washington da nuevos pasos hostiles, recibirá una respuesta', aseguró ayer la portavoz de la cancillería rusa, María Zajarova.
Por su parte, la Embajada rusa en Washington declaró que "Estas restricciones "son más que un acto inamistoso"; "las sanciones anunciadas el 29 de diciembre tienen como objetivo minar las relaciones bilaterales, no quedarán sin respuesta".
Un informe del FBI
Coincidiendo con las medidas hostiles del presidente saliente, un informe del FBI y del Departamento de Seguridad Interior concluye que dos organizaciones vinculadas a la inteligencia de Rusia lograron penetrar los sistemas informáticos de un partido político de EEUU en los últimos dos años.
"El primer actor, conocido como Amenaza Persistente Avanzada (APT, por sus siglas en inglés) 29, ingresó a los sistemas en el verano (boreal) de 2015, mientras el segundo, conocido como APT28, lo hizo en la primavera de 2016", añade el documento basado en investigaciones del FBI.
El informe afirma que tales grupos siguieron llevando a cabo actividades cibernéticas maliciosas, bautizadas como "Estepa parda", consistentes por ejemplo en campañas puntuales de espionaje conocidas como "pesca con arpón", incluso después de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en EEUU, y acusa a estos grupos de atacar a entidades gubernamentales, infraestructuras, centros de pensamiento, universidades, organizaciones políticas y corporaciones estadounidenses y también extranjeras.
El informe no menciona qué partido político resultó atacado, pero las autoridades de EEUU llevan semanas acusando a Rusia de estar detrás de los ciberataques a los sistemas informáticos del Partido Demócrata con el fin de influir en el resultado de la elección a favor del ahora presidente electo, Donald Trump.