Los EE.UU. están provocando a Rusia para iniciar la III Guerra Mundial

21.09.2016

Washington hizo el sábado otro intento de intensificar la escalada del conflicto en Siria. Las consecuencias pueden ser dramáticas: la crisis sirio-iraquí se está convirtiendo en una nueva guerra mundial, con el potencial de respuesta nuclear de Rusia o los EE.UU..

El ataque de la fuerza aérea de Estados Unidos a las tropas progubernamentales de Siria en Deir ez-Zor dio lugar a 63 soldados muertos y unos 100 heridos. Es importante tener en cuenta que cuando los Estados Unidos atacan al ISIS, el número de muertos y heridos fue siempre únicamente de docenas.

Después de estos ataques, las tropas del ISIS comenzaron una operación ofensiva que provocó una feroz batalla en las regiones donde se había llevado asistencia humanitaria.

Rusia convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. La representante del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, dijo que "hemos llegado a la terrible conclusión de que la Casa Blanca está defendiendo al Estado Islámico". Después de mantener silencio durante un largo tiempo, el Pentágono anunció que había sido un error. La declaración, publicada por el departamento militar de Estados Unidos, dijo que las fuerzas militares estadounidenses habían coordinado sus acciones con Rusia. Se mencionó también que a menudo ellos se ponen en contacto con el cuartel general ruso por "cortesía profesional", a pesar de que el actual memorandum de entendimiento sobre la seguridad aérea Estados Unidos-Rusia no lo exige.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anunció que los EE.UU. ponen en peligro la totalidad del acuerdo alcanzado.

Recientemente, el secretario de Estado John Kerry llamó el canciller ruso, Sergei Lavrov, para discutir la situación en Siria. La parte rusa se centró en una serie de violaciones del armisticio que habían ocurrido.

Los ataques de la Fuerza Aérea de Estados Unidos fueron precedidos por la aparición de aeronaves cerca de Hmeymim (Siria), y cerca de la frontera con Irán, en la base de Hamadan utilizada por las fuerzas aéreas rusas. Por otra parte, los medios de comunicación de Estados Unidos informaron que la región alrededor del ejército sirio fue investigada a fondo en la víspera por la inteligencia estadounidense.

La conclusión es clara: los EE.UU. sabían a quién iban a atacar y cuándo. El golpe fue en la víspera de las elecciones parlamentarias en Rusia, cuando toda la atención estaba en la política interna. Tal enfoque caracteriza a la máquina político-militar de Estados Unidos. Aunque los políticos rusos respondieron inmediatamente, Washington necesitaba saber la reacción militar de Moscú: ¿Atacarán las fuerzas rusas las bases estadounidenses en Siria o utilizarán sólo la retórica diplomática? ¿Y qué harán los actuales aliados rusos (China e Irán)? Las tropas rusas legalmente desplegadas en Siria son un socio estratégico del gobierno de Assad. Los EE.UU. ocuparon parte de su territorio en el norte, de hecho, demostrando sus intenciones agresivas en los acuerdos con Rusia.

De conformidad con el derecho internacional, los EE.UU. han cometido un crimen, ¿pero no hicieron cosas similares antes?

Washington no hizo frente a ninguna consecuencia después de la ocupación de Irak, organizada sin ninguna resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Por lo tanto, si la lógica del momento unipolar sigue, nada importante sucederá esta vez. Sin embargo, ahora tenemos un nuevo criterio: surge la multipolaridad.

La situación en Siria está directamente relacionada con la elección presidencial en Estados Unidos. Como Trump es el ganador más probable, los halcones y los globalistas tienen pocas oportunidades para continuar con su política y para mantener el orden mundial unipolar (bajo el liderazgo global). Por lo tanto tratan de iniciar la nueva guerra mundial. Hay dos opciones: entrando oficialmente en guerra, así ellos introducen el estado de emergencia y Barack Obama continúa su presidencia. Incluso si Trump gana, será puesto en una condiciones tales que tendrá que continuar la campaña militar.

Por lo tanto, nos enfrentaremos a una confrontación feroz en las próximas dos semanas y media. Un nuevo orden mundial o la Tercera Guerra Mundial son dos consecuencias posibles.