El renacimiento de Rusia
Creo que al día de hoy es bastante fácil adivinar como será la Rusia del mañana. En primer lugar, no habrá redes sociales controladas por el globalismo, porque estas últimas serán sustituidas por alguna clase de marca local no muy atractiva. Eso ayudará a que la sociedad se despegue de la virtualidad y de ese modo abandonar la bidimensionalidad y el ciberespacio con tal de regresar a la realidad tridimensional. Por otro lado, el dólar y el euro dejaran de ser usados para ser reemplazados por el rublo, el cual será intercambiado por bienes y servicios. También será posible compartir estos con aquellos que los necesiten. Otro de los grandes cambios tendrá que ver con la persecución de los criminales, principalmente aquellos que han traicionado a la patria: todos ellos serán encarcelados y quizás posteriormente enviados a trabajos forzados – ya que seguramente los primeros correctivos no servirán de mucho – a la República Popular de Donetsk
Además, Rusia se convertirá en un Estado Imperial y payasos como Zelenski, que han participado en revoluciones de color, serán encarcelados de por vida. Quizás esto resulte desagradable al principio, pero finalmente la gente se acostumbrará. En este nuevo estado de cosas se prohibirá la música de masas tanto en la radio como en la televisión, siendo reemplazada por música rusa de tendencia psicodélica y eurasiática. Lo mismo se aplica a Piotr Leshchenko y Vadin Kozin.
Ahora bien, los políticos actuales serán reemplazados por personas del pueblo que no sean corruptas. El Comité de Planificación Económica será restaurado y los defensores de la libertad de mercado deberán ser enviados a trabajar como camareros en un restaurante. Para aquellos que se quejen – y a los rusos les gusta quejarse mucho – se les permitirá crear simulacros de lo que han perdido, pero nadie le prestará mucha atención a esta gente. Las mercancías extranjeras serán reemplazadas por productos bielorrusos, especialmente textiles, cosméticos y joyerías porque de ahora en adelante Bielorrusia hará parte de nuestro Imperio. Se incrementará el número de bodas, porque la gente comenzará a casarse de nuevo y veremos navegar por los ríos de Moscú y otras partes de nuestro país enormes flotas de barcos con gente celebrando matrimonios. La música de bodas sonará por todas partes y las personas comprenderán que ha llegado la hora de formar familias.
Finalmente, nuestros gobernantes viajarán por todo nuestro Imperio encima de dirigibles que surcarán los cielos. Nuestros estadistas supervisarán las construcciones y verán que le falta al pueblo usando telescopios. Al igual que sucedía en la Antigua China, se creará un Ministerio que supervise las Nubes, un Departamento para los Sueños y muchos otros puestos fascinantes como el Señor de los Bosques, el Guardián de las Aguas, etc. También habrá mujeres en cargos administrativos que serán muy bellas y estrictas.
Se creará una nueva teoría musical que restablecerá la división ternaria de la escala musical, desechando el sistema moderno de octavos. Con ello la música caótica de la Modernidad será derrotada y el pueblo podrá entender mejor cómo funciona el universo y la política escuchando la armonía de las esferas. Las personas festejaran los días festivos usando máscaras de animales, pájaros, criaturas de cuentos de hadas y seres desconocidos con tal de que sus vecinos adivinen a quienes representan. A esto se agregará que los diccionarios explicarán los usos retóricos, irónicos y los entimemas de las palabras con tal de superar el triste estado de agotamiento al que han llegado las ciencias naturales. La diversión y el entretenimiento ahora serán parte de la mecánica cuántica, consiguiendo con eso la creación del Traumdeutung, el nuevo espíritu científico, con el que soñaba Gastón Bachelard.
Las paredes de las casas y los rascacielos estarán cubiertas por la vegetación, mientras que el poder supremo recaerá sobre el Dasein y el Selbst. La dictadura del Das Man será destruida y las personas comenzarán a vivir de forma auténtica. Existen otras cosas de menor importancia que aquí no mencionaremos, pero creo que es suficiente con esto que hemos expuesto.
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera