Dos cabalgan juntos: Israel y la OTAN "se fuman" el derecho internacional

Lunes, 23 Mayo, 2016 - 11:00

La entidad sionista Israel tendrá una representación permanente en la sede de la OTAN. Según una declaración del ministerio de Asuntos Exteriores israelí: "La OTAN ha notificado a Israel que puede abrir una oficina en la sede de la organización y completar el proceso de presentación de los poderes de su representante en la OTAN".

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu elogió la medida como "un paso importante que ayuda a la seguridad de Israel".

De esta manera, Israel, que ya participaba en los programas de diálogo mediterráneo de la OTAN, junto con Argelia, Egipto, Jordania, Marruecos, Mauritania y Túnez, podrá ahora disfrutar de las contribuciones más directas de la alianza, así como cosechar sus beneficios.

Para la analista Ramona Wadi, de The New Arab, la representación permanente de Israel en la OTAN pone de manifiesto varios problemas:

- Tanto Israel como la OTAN operan por medio de violaciones del derecho internacional y de acuerdo con el orden del día de la intervención imperialista. Ambos ignoran las pasadas violaciones del derecho internacional.

- La misión permanente no sólo reconoce la presencia de Israel, también valida el colonialismo en un nivel más alto que el de la ONU. Este organismo ha funcionado por mucho tiempo como un supuesto guardián de los derechos humanos mientras el mantenimiento de su existencia por medio de la provocación del conflicto lo perpetúa. La representación en la OTAN se burla descaradamente de cualquier apariencia de castigo que la ONU haya hecho a Israel en un sinnúmero de resoluciones no vinculantes.

- La mayor similitud y revelación de este tipo de violencia se pueden encontrar en la introducción a la carta de la OTAN, que es un hipócrita retórica equivalente a la seguridad de Israel. La introducción establece que "en el presente tratado, las partes reafirman su fe en los propósitos y principios de las Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los gobiernos". Es evidente que tanto Israel como la OTAN han hecho caso omido de estos propósitos de manera reiterada.

Según el artículo 1 de la carta de la OTAN, la alianza busca "resolver cualquier controversia internacional en la que pueden participar a través de medios pacíficos de tal manera que la paz y la seguridad internacionales no se pongan en peligro y de abstenerse en sus relaciones internacionales de la amenaza o el uso de la fuerza en cualquier forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas". Lo cierto es que la OTAN demuestra justo lo contario, como por ejemplo en Libia, teniendo mucho cuidado en dejar abierta la puerta a repetir el mismo ciclo de violencia -bajo diferentes motivos, pero siempre en nombre de la supuesta paz y la seguridad- que debe traducirse en intervención perpetua.

Israel sigue tácticas similares. Su establecimiento colonial en Palestina ha seguido creciendo en línea con el plan sionista del "Gran Israel". En paralelo construye la imagen terrorista de la lucha legítima anticolonial palestina, el fortalecimiento de la propaganda de su seguridad en particular mediante el bombardeo regular y premeditado de Gaza, así como lleva a cabo intermitentemente matanzas a escalas más amplias. La paz, sin embargo, es el eufemismo de este injustificado derramamiento de sangre.

- La representación permanente de Israel en la OTAN es una afirmación de la indiferencia de la alianza por las violaciones del derecho internacional y un ejemplo de que alienta y recompensa tales violaciones a nivel internacional. Esto es coherente con el comportamiento de la OTAN, en particular con respecto a su intervención en Libia y la posterior participación en el Mediterráneo, con el pretexto de desbaratar el tráfico de personas.

- A través de esta asociación Israel ha sido respaldado oficialmente a nivel internacional y se le han concedido oportunidades para una mayor participación en los episodios violentos -el equivalente de tener una plataforma internacional permanente para poder exportar su violencia colonial- modificada de acuerdo con los requisitos de la OTAN. Lejos del victimismo sionista acerca del aislamiento internacional, a Israel se le ha concedido el permiso de hacerse un lugar donde se premia su brutalidad, se la estimula y difunde.