La OTAN reprimirá las protestas en Polonia
El 18 de mayo de 2016, el conocido político polaco Mateusz Piskorski fue detenido bajo la acusación de espiar para "terceros países". Poco antes, escribió un artículo que predijo el comienzo de una masiva represión política contra los oponentes de la OTAN en Polonia y en Europa como un todo. Estaba en lo correcto. Katehon presenta la siguiente traducción exclusiva de su artículo:
Las predicciones acerca de la próxima cumbre de la OTAN en julio en Varsovia, están empezando a indicar claramente que hoy en día el objetivo de la alianza es, primero y sobre todo, prevenir la aparición de movimientos sociales que exijan la liberación de Europa de la tutela de los Estados Unidos. Como puede verse en la inadvertida puesta en circulación por parte del Financial Times de las palabras de uno de los altos mandos del Ejército polaco, que muestran justamente qué decisiones pueden esperarse este verano. Estas son decisiones que socavan por completo no sólo la soberanía de Varsovia en el campo de la política exterior, sino que también ponen de manifiesto claramente el hecho de que, a partir de este momento, la OTAN se supone que es una fuerza de policía lista para participar en la pacificación de las eventuales protestas sociales, o para intervenir en los asuntos internos de la política polaca.
Las intenciones reales de las últimas decisiones de la alianza fueron reveladas con honestidad y de una manera francamente militar por el General de brigada Krzysztof Krol, comandante del Cuerpo Multinacional Noreste. La cuestión que se examinaba era el concepto de la llamada punta de lanza de la OTAN, por la cual han abogado durante años los americanos y que es deseada por los políticos polacos, tanto por el gobierno actual como por el anterior. Demos la palabra al general: "El VJTF (Very High Readiness Joint Task Force) es tratar con las situaciones del artículo 4 [del Tratado del Atlántico Norte] y esa es nuestra intención con ello". El artículo 4 habla de la cooperación y las consultas entre los estados miembros ante lo que no puede ser descrito como en el artículo 5, el experimentar una agresión armada contra cualquiera de ellos, sino más bien ante sentimientos subjetivos de amenazas paramilitares. ¿Qué tipo de situaciones estamos tratando aquí? El General Krol no deja dudas: "El plan fue desarrollado para reaccionar a las amenazas híbridas en nuestra área de actuación. Nuestros planes son escalables a la situación", dijo al Financial Times.
El concepto de guerra híbrida o de acciones híbridas ha madurado como una definición de las actividades de Rusia tras la revolución ucraniana de 2014. Pero lo que es interesante es que a día de hoy no ha alcanzado ninguna interpretación académica inequívoca y distintos autores y expertos definen su alcance de maneras diferentes. En el Financial Times, sin embargo, leemos que la punta de lanza de la OTAN tiene el derecho de tomar medidas en el caso de la desestabilización de la situación internacional en el país provocada por, por ejemplo, las protestas públicas.
¿Qué significa esto en la práctica? Cualquier perturbación interna podría ser tratada y presentada por los nativos, así como por los "puntadelanzapologistas" estadounidenses, como parte de las actividades vagamente definidas como guerra híbrida. Esto podría llevar al caso de que las protestas contra los efectos del Tratado del TTIP apoyado por el estado polaco podrían ser tratadas como "actividades híbridas". Las protestas de los polacos contra los crímenes cometidos por los soldados del Ejército de Estados Unidos estacionados en Polonia también podrían llegar a ser "guerra híbrida". La imaginación enferma de Antoni Macierewicz podría sugerir docenas de diferentes teorías. Después de todo, el actual ministro de Defensa está tan divorciado del sentido común que cree que Radoslaw Sikorski, otro halcón pro-estadounidense, está en realidad trabajando para Moscú. Disturbios sociales, protestas, huelgas, cualquier intento de formar recursos de información independientes del establishment, exigir transparencia en defensa y en la política exterior de las autoridades polacas - todos ello podría convertirse en un pretexto para una u otra entrada en acción de los asesores de la OTAN (principalmente de los EE.UU.), que proporcionarían "ayuda fraternal" a las unidades y servicios polacos subordinados a ellos. En esta situación, lo único que queda es esperar que los oficiales y los funcionarios no quieran permanecer en una "relación oral" (la colorida expresión es de Sikorski) con sus amos estadounidenses, recordándose a sí mismos la dignidad del uniforme polaco, y que envíen a todos los representantes de los intereses extranjeros "preocupados por nuestra seguridad" de vuelta a través del Océano Atlántico. Mientras tanto, nos queda una cosa: protestar en voz alta y bloquear por todos los medios respetuosos con la ley la realización de los planes de la OTAN, que se anunciarán en julio en Varsovia. También vale la pena organizar un movimiento social para la salida de Polonia de este pacto como condición para ganar una elemental soberanía del Estado y un verdadero sentimiento de seguridad.