En Austria se determina el futuro de Europa

Las posiciones de los candidatos

Hofer está a favor de la soberanía de Austria en política exterior, de las restricciones a la inmigración, la eliminación de las sanciones anti-rusas y el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia. Además, el político rechaza la adhesión a la asociación transatlántica promovida por los Estados Unidos. En política interna, el candidato del Partido de la Libertad apoya a los valores tradicionales.

Su oponente ofrece un programa liberal de izquierda que apoya a los sodomitas, el aborto y a la UE. En el último momento, Alexander Van der Bellen cambió de posición sobre la asociación transatlántica, desde una actitud positiva al rechazo, por temor a la creciente popularidad de Hofer. El elemento picante de la biografía de Van der Bell es su pertenencia a una logia masónica.

El problema del futuro canciller

A pesar de que el presidente del pais es una figura ceremonial, debido a que Austria es una república parlamentaria, ambos candidatos están listos para usar al máximo las palancas del poder que caen en sus manos. El presidente de Austria puede disolver la cámara baja del Parlamento, y también nombrar formalmente al primer ministro. Norbert Hofer lucha por la presidencia con la promesa abierta de disolver el Parlamento. En tal caso, en las elecciones anticipadas ganará el Partido de la Libertad de Austria, que lídera en las encuestas. A su vez, Van der Bellen dice que no designará a Heinz-Christian Strache como primer ministro, incluso si el Partido de la Libertad consigue ganar las elecciones.

¿El fortalecimiento del continentalismo?

Además, el presidente posee funciones de comandante supremo de la neutral Austria. En la actualidad, el mando del ejército austríaco se posiciona como eurocontinetalista y busca fortalecer las relaciones con Rusia. Un presidente continentalista podría reforzar significativamente la posición de este grupo en el establishment de Austria.

Una oportunidad para Europa

La victoria de Hofer puede servir también como un precedente y provocar cambios políticos en otros países pertenecientes a la Unión Europea. Los líderes liberales de la UE temen que la victoria del Partido de la Libertad de Austria pueda hacer saltar el tabú sobre la llegada al poder de los partidos de derecha euroescépticos y continentalistas, lo que cambiará radicalmente la faz de Europa.