El propósito del referéndum es obligar al Gobierno a expedir un proyecto de ley corregido y exigir al Parlamento hacer una nueva votación sobre la Asociación en el marco de la ley corregida. La decisión final es competencia exclusiva del Parlamento de los Países Bajos.
Los Países Bajos tienen el derecho de bloquear cualquier decisión de la UE en virtud del Tratado de Lisboa, adoptado en la cumbre de la UE en el 2007.
El referéndum fue organizado por las estructuras de los partidos políticos holandeses euroescépticos del Partido de la Libertad y los representantes del Partido Socialista. Los organizadores lograron reunir las 300.000 firmas requeridas. De acuerdo con la Ley de los Países Bajos y la UE, las firmas recogidas detienen inmediatamente la ejecución de la Asociación, incluyendo el régimen sin visados para los turistas de Ucrania.
Según las últimas encuestas de opinión pública, un 40% de los ciudadanos está en contra y un 25% no se decidió aun. Aunque el referéndum se lleva a cabo en los Países Bajos, una serie de políticos y partidos europeos está tratando de, influir en el resultado. Por ejemplo, la alemana Deutsche Welle, que es controlada por el Gobierno de Merkel lleva a cabo regularmente propaganda en defensa de la Asociación de Ucrania. También se han observado casos de violación de las leyes holandesas, por ejemplo, los llamamientos a votar a favor de la Asociación durante la noche del 5 de abril, cuando la jornada de reflexión debe ser respetada.
La intervención del lado alemán muestra claramente que hay dos tendencias en la política europea. Una parte está a favor del derecho de los pueblos a participar en su propio destino y determinar las futuras relaciones con otros países. Esto es característico de las tradiciones europeas clásicas de la democracia representativa. Otra parte representa el lado de los burócratas europeos y trata de imponer su propia agenda a los ciudadanos, que no corresponde a los intereses de los Estados europeos soberanos. Es muy común entre los liberales transatlánticos (incluyendo a Merkel), manipular a la opinión pública en aras de los intereses geopolíticos de Washington y Bruselas.
Si la mayoría votara en contra de la Asociación, estos resultados traerán una serie de consecuencias para Ucrania, incluyendo el bloqueo del régimen sin visados con Ucrania, la prohibición de la migración laboral de este país, y serias limitaciones en la esfera del comercio y los servicios.
Además, significaría otra victoria para los euroescépticos no sólo en los Países Bajos, sino también en la Unión Europea. Si la Comisión Europea tratara de impugnar los resultados del referéndum, en este caso también estaría jugando a favor de los euroescépticos, ya que demostrara la crisis del sistema jurídico de la Unión Europea.
