En la estepa montañosa de Mongolia, el viento sopla sin control de un lado al otro, dejando que sobre la superficie del suelo solamente crezca la hierba. El silbido y el aullido de los elementos provocan un horror al mismo tiempo arcaico y místico. Y en medio del aullido del viento podemos escuchar el relinchar a un caballo que rompe la monotonía de este brusco y salvaje paisaje.
En el diálogo "Fedro", Platón presenta su famosa imagen del "carro del alma", impulsado por dos caballos, uno blanco (la ira) y uno negro (los deseos carnales básicos) y conducido por un carro, por un comienzo inteligente.
Siberia era conocida por los rusos antes de la campaña de Yermak. Los antiguos novgorodianos comerciaron con Ugra (la Ob del Medio) e incluso enviaron expediciones militares allí. En 1483-84, los gobernadores de Ivan III, Fyodor Kurbsky-Cherny e Ivan Saltyk-Travin hicieron una expedición contra el príncipe Vogul (Mansi) Pelymsky, y luego recorrieron las tierras de Khanty: "Caminamos por el río Irtysh, luchando, pero al llegar al río Ob ... lo vieron como algo bueno y completo".
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