Hoy se publicará el decimocuarto informe de la Misión de Observación de Derechos Humanos.
Se sabe que en Ucrania hay por lo menos cinco prisiones secretas del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), donde los ciudadanos son detenidos ilegalmente. De acuerdo con el asistente del Secretario General de la Misión de Observación de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Ivan Simonovic, los representantes de la Mision no pudieron obtener permiso de las autoridades de Ucrania para visitar estos centros. Presumiblemente, en Ucrania han utilizado la experiencia de la CIA para crear centros secretos donde se usan métodos de tortura prohibidos durante los interrogatorios.
Sobre el uso de la tortura y otros métodos ilegales destinados a la humillación de la dignidad humana, los activistas de los derechos humanos han hablado en repetidas ocasiones de Ucrania y de Rusia, pero en Occidente han tratado de ocultar esta información.
Después del golpe de estado en febrero de 2014, el régimen neonazi de Ucrania ha estado practicando activamente el asesinato, el secuestro y las amenazas contra los opositores políticos, así como la represión sobre la base de las diferencias étnicas y religiosas. Muchos lo han considerado como rasgos de genocidio.
Hay pocas posibilidades de que los datos de la ONU provoquen una investigación seria de los crímenes cometidos por los representantes del poder ejecutivo de Ucrania y los grupos neonazis. Mientras que Ucrania esté bajo el control de los Estados Unidos y de los cientos de instructores de la CIA, el FBI, el Pentágono y el Departamento de Estado que trabajan allí, las acciones de la SBU y otros servicios quedarán sin castigo.