Lanzamiento del eje Moscú-Beijing
Ocurre en tiempos de una firme decisión de Rusia y China de avanzar en la integracion de la región euroasiática, que se viene amasando en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) fundada en 1996. Coincide con la visita a Moscú del presidente chino Xi Jinping para reafirmar junto a Putin la alianza estratégica entre ambos países y profundizar con la firma de nuevos acuerdos de cooperación en el campo económico, comercial, energético, de infraestructura, científico, tecnológico y militar. Además tratan de avanzar en la articulación entre, la Unión Económica Euroasiática (UEE) integrada por Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguistán lanzada en enero de 2015, con la Ruta de la Seda promovida por China. El desfile, más allá de su significado histórico, viene a ser como un acto de lanzamiento del eje Moscú-Beijing. Vladimir Putin presidió la parada militar teniendo a su lado al presidente chino Xi Jinping y su esposa. Y esto tiene su correlación con otro acto de igual naturaleza a llevarse a cabo en Beijing en agosto para celebrar la derrota de Japón en el pacífico y la victoria china, al cual asistirá Putin.
En desfile en la plaza Roja estuvieron presentes 27 jefes de estado y más de 100 delegaciones de distintos países, entre ellos la India, a pesar del boicot de EEUU y los países europeos, con lo que hay que revisar el concepto del “aislamiento de Rusia” proclamado por occidente. Desfilaron escuadras militares de 10 países, entre ellas y por primera vez lo hizo en Moscú la Guardia de Honor de China.
Se puede observar y descubrir mucha simbología en este acto político y militar; el desfile se abre con la presentación de las banderas que lo presiden, la bandera soviética de la Victoria que guió al ejército rojo en su asalto a Berlín, seguida por la bandera de la Federación Rusa, portadas por oficiales de la Guardia de Honor. Luego el comandante del desfile, el ministro de defensa general Soigu inició su marcha para pasar revista desde una de las arcadas de la Puerta de la Resurrección ( entrada a la plaza) haciendo la señal de la cruz y bajo un icono ortodoxo con la imagen de Jesús que la cámara de la tv rusa sugestivamente se encargó de enfocar.
Luego los estandartes de los diez frentes que marchan detrás de la banda de tambores, en color y formato son muy parecidos a los de las legiones romanas. También aparecen las banderas zaristas y las águilas imperiales…y otro dato la inundación de cintas o lazos de San Jorge, como una escarapela rusa, prendida en los uniformes militares y en las solapas de los civiles y pintada en los vehículos militares como fondo de la clásica estrella roja. Creo que esto tiene que ver con los tiempos de multipolaridad que vive Rusia, tiempos de “resurrección” en busca de su pasada grandeza, caracterizados por una reafirmación de sus fronteras territoriales que a su vez necesita de una fuerte reafirmación de su identidad nacional asumiendo en plenitud toda su historia y sus tradiciones sin abjurar de ninguna.