Espionaje británico sabotea el acercamiento de Trump con Rusia: ¿la CIA vs el Pentágono?

Miércoles, 18 Enero, 2017 - 12:00

El analista mexicano Alfredo Jalife-Rahme analiza los últimos acontecimientos alrededor de las operaciones de inteligencia en torno al presidente Trump y sus relaciones con Rusia.

Después de las mendacidades sobre las "armas de destrucción masiva" de Saddam Hussein –que no existieron y sólo sirvieron de coartada para saquear el petróleo de Iraq–, las 17 agencias de espionaje de EEUU –al unísono del MI6 británico y el Mossad israelí– quedaron lisiadas y desacreditadas, no se diga por las cábalas del 11/9 y el control cibernético global del National Security Agency (NSA) que reveló Snowden, asilado en Rusia.

En un clásico operativo de inmundicia triangulada, el portal BuzzFed difundió a destiempo un fétido "documento", verdadero libelo sin evidencias, donde Trump queda como vulgar títere de Putin, quien "supuestamente" lo chantajea con inexistentes videos comprometedores de depravación sexual ("Kompromat") inspirados por el Marqués de Sade.

El israelí-italiano-estadunidense Jonah Peretti, es cofundador de BuzzFeed y The Huffington Post, vinculado a Soros.

El libelo fue redactado en forma "filantrópica (sic)" por el ex espía británico del MI6 en Moscú, Cristopher Steele, hoy escondido, financiado por el Partido Demócrata y un sector del Partido Republicano anti-Trump: "consultor" de Orbis Business (sic) Intelligence, "subcontratada" por la mancillada consultoría Fusión GPS que se alquila sin escrúpulos (https://goo.gl/V7DEjv).

El pestilente libelo fue entregado al pugnaz senador John McCain: supremo promotor de las guerras, vistas como negocio, desde Ucrania hasta Siria, y cuya fundación Reform Institute es financiada por el rusófobo George Soros (https://goo.gl/2FTtcP).

McCain, quien obstruye el acercamiento entre EEUU y Rusia, obsequió la explosiva bomba al atribulado James Comey, director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), en coordinación con el influyente congresista mormón (¡Ojo!) del Partido Demócrata, Harry Reid, quien se jubila estos días, no sin antes cobrarse facturas.

Gran Bretaña, en su reacomodamiento con China mediante el Brexit, busca sabotear el acercamiento de Trump con Putin, que la dejaría en la orfandad geopolítica y rezagada en su otrora "relación especial" con EEUU.

Hoy los congresistas bipartidistas anti-Trump y los multimedia controlados por Soros reclaman la decapitación del director de la FBI, quien reveló los nauseabundos correos de Hillary, mientras "ocultó" el libelo rusófobo del espionaje británico (https://goo.gl/c5Ul21).

Trump se defiende en Twitter de lo que califica una "cacería de brujas" y, después de criticar a sus enemigos de "enfermos", arremetió contra "las agencias de espionaje que nunca debieron permitir la filtración de falsas noticias (fake news) al público. Uno de los últimos golpes contra mí. ¿Estamos viviendo en la Alemania nazi?" ¡Uf!

El católico conservador Pat Buchanan, ex consejero prominente de Nixon, Ford y Reagan, delínea la titánica batalla de "Trump contra los rusófobos" y arguye que la última embestida de McCain dificulta la distensión de EEUU y Rusia (https://goo.gl/YMDKzP).

Todas las huellas conducen al minotauro Soros, quien apostó en Hillary, como Haim Saban de la dupla desinformativa Univisión/Televisa con severos problemas financieros por carencia de credibilidad ciudadana.

Glenn Greenwald –que se dio a conocer por su santa alianza cibernética con el icónico Snowden– fulmina que “el Deep State (Estado Profundo) fue a la guerra con el presidente electo, usando acusaciones sin verificar, mientras los demócratas gozan (https://goo.gl/MmBg2E)”.

En el portal Breitbart, portavoz de Trump, "Virgil" maneja en 3 reportajes la percepción de las huestes supremacistas WASP. En su ilustrativo segundo reportaje aduce "la venganza del Deep State" y “su campaña permanente contra Trump (https://goo.gl/eru3SR)”.

Virgil señala que las antenas del Deep State de EEUU en Israel "advirtieron a su contraparte israelí de no confiar en Trump".

El problema aquí es que el primer ministro Netanyahu, con la espada de Damocles sobre su cabeza por presuntos sobornos criminales, se alió con Trump contra Obama.

La insuperable duplicidad de Obama forma parte del operativo del Deep State, según Virgil.

Obama juega tres bandas, que incluye la refundación del Partido Demócrata, donde los impresentables Clinton han sido liquidados, y busca controlar con su fundación Organizing for Action (¿lubricada por su aliado Soros?) ¡Como abundan las espurias fundaciones no lucrativas en EEUU!

La "conexión del espionaje israelí" es interesante, no se diga los vínculos con el Kremlin de tres multimillonarios "judíos-rusos" del grupo Alfa, que dejo en el tintero (https://goo.gl/muzzrz).

Como en el frontón, las paredes multimediáticas del eje Israel/GB juegan un papel determinante en sus rebotes con el jugador estadunidense y su espionaje global.

A mi juicio, no es correcto el uso del concepto Deep State –columna vertebral del poder conspicuo y/o opaco– que Greenwald y Virgil confunden con el establishment, más burocrático, peleado a muerte con Trump, mediante sus adscritos y lubricados multimedia.

El Deep State está tan fracturado como todas las estructuras del andamiaje estadunidense y hoy asistimos a una batalla épica de la CIA –controlada por los Bush y su grupo "mormón" que apoyan a Hillary y Obama– contra el Pentágono que no desea ir a una guerra que sabe no va a ganar contra Rusia.

Un sector proHillary de los hiperactivos multimedia británicos pone en jaque la legitimidad de Trump y vaticina como "altamente probable" que sea enjuiciado, el ominoso impeachment al estilo Watergate, lo cual llevaría a una “ruptura cataclísmica en el seno del Partido Republicano, sin precedente en la historia de la política de EEUU (https://goo.gl/pJORlF)”.

Los intereses en juego son muy elevados y el Comité de Espionaje del Senado, encabezado por Richard Burr, del Partido Republicano (sic), anunció una investigación bipartidista de los presuntos contactos de Trump y/o sus aliados con el Kremlin.

Trump tiene tremendos escollos de parte del humillado establishment dinástico de los Bush/Clinton, no se diga de Obama, que se epitomizan en el furibundo rechazo a su reacomodamiento con Rusia en un G-2.

El flamante asesor de Seguridad Nacional, Tte.Gral. Michael Flynn, anterior director de la DIA expulsado por Obama durante su "purga de generales", prepara la llamada telefónica de Trump a Putin, después de su juramento como presidente número 45.

Como vaticiné, Rusia invitó a Trump a las charlas de paz sobre Siria, para mejorar la relación bilateral fracturada por Hillary y Obama (https://goo.gl/ZG03HJ).

Peligra la vida de Trump, quien externó su voluntad de levantar las sanciones contra Rusia (https://goo.gl/HUiLCM), pecado capital para los rusófobos que lucran con la industria de las "guerras permanentes", y para reunirse ya con su homólogo ruso hábilmente posicionado con China.

A Trump le urge resquebrajar la alianza estratégica de Rusia y China: grave error legado por Hillary y Obama.

EEUU se disloca y aloca en su interior, en una preocupante guerra civil entre rusófobos y rusófilos, mientras Rusia, en su era de resurrección con el zar Vlady Putin, se volvió el doble centro físico y geoestratégico de gravedad de la estabilidad global y del inevitable nuevo orden tripolar: el G-3 de EEUU/Rusia/China.

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La Jornada.

 

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