España: objetivo militar
España, un objetivo militar; eso es la herencia “envenenada” que dejó el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, sobre todo en la fase final de su mandato (2004-2011), convirtiendo al país en un objetivo militar cuando Estados Unidos instaló su escudo antimisiles en la base de Rota, ubicada en la provincia española de Cádiz.
“Es políticamente incorrecto señalarlo (…) Se me acumulaban los datos y nadie decía nada. Así que decidí poner todo en un libro”, ha indicado Augusto Zamora, autor del libro titulado 'Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos', durante la presentación del mismo, celebrada la semana pasada en Madrid.
El catedrático añade que mientras que otros países como Rusia, China, Irán o La India se han convertido en potencias, los países miembros de la Unión Europea (UE) están perdiendo cada vez más, aliándose con Washington que ya no tiene primacía en la esfera internacional. Ahí entra la geopolítica, dice.
Según Zamora, el bloque europeo resulta el gran vencedor de una guerra geopolítica entre las potencias marítimas (EEUU y Reino Unido) y las potencias continentales (Rusia y China), que aún observan en el siglo XXI las normas del siglo XIX.
Ha señalado que todo acabó para Europa con la intervención en Kosovo en 1999 y que desde esta fecha no hay política exterior y de seguridad común real. Aduce que desapareció el Eurocuerpo y surgió la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que intenta configurarse como algo europeo “cuando no lo es”.
Augusto Zamora (dcha.), catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.
Zamora tambié se referió al Tratado de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) entre Europa y EE.UU., al cual lo considera una OTAN en materia económica.
Tras indicar que TTIP impide una UE “de verdad”, la élite española ha destacado que solo el partido español Podemos entró en un debate del TTIP. A su juicio, “el resto, bien por alineación bien por desinterés, no han dicho palabra alguna”, señala Zamora.
España, miembro de la Alianza Atlántica desde 1982, mantiene dos bases militares con una presencia permanente de Estados Unidos - una base aérea en Sevilla y un combinado de aire y la base naval en Cádiz, que es considerada como una gran carga para España por su precaria situación económica, y según los expertos, un instrumento para satisfacer los deseos bélicos y expansionistas de Washington.