Siria, el Reino Unido y la financiación de la “oposición armada moderada”

08.11.2016

Un documento producido el pasado diciembre por los ministerios de la Commonwealth y de exteriores, titulado: “Ayuda humanitaria de Reino Unido en respuesta al conflicto sirio”, es de interesante lectura. El gobierno británico declara que, ha gastado “sobre 100 millones de libras” desde 2012, “trabajando estrechamente con una serie de actores” para “encontrar una solución política al conflicto y preparar la reconstrucción del país en la era post Assad” (énfasis añadido).

“Nuestros esfuerzos, incluyen la provisión de más de 67 millones de libras de apoyo a la oposición siria”.

Uno de los “actores” para beneficiarse de los grandes trozos del dinero de los contribuyentes británicos es la Coalición Nacional Siria cuyo sitio web declara, debajo de “Misión, declaración y objetivos”: “La coalición hará todo en su poder para alcanzar el objetivo de derrocar al régimen de Assad…”, y para “establecer un gobierno transicional…”, (énfasis añadido). Así, el gobierno de Reino Unido (RU) está apoyando abiertamente el derrocamiento ilegal de otro gobierno aún soberano.

Toda la lectura parece una recreación del Congreso Nacional Iraquí de Ahmed Chalabi y el Acuerdo Nacional Iraquí de Iyad Allawi, respaldados por los gobiernos británico y estadounidense para igual y criminalmente derrocar a Saddam Hussein.

Los campos de futbol iraquíes, jardines, patios interiores convertidos en cementerios, probablemente tres millones de muertes entre el embargo, el segundo sucio asalto al país en 1991, la guerra relámpago e invasión de 2003, aún en marcha, en las ruinas de la “cuna de la civilización” de la que Siria es igualmente guardia y custodia, son testigos mudos de ese gigantesco crimen contra la humanidad, y la historia. ¿Nunca Washington y el Whitehall aprenderán, o es que la destrucción de las sociedades civiles, las agresiones estilo nazis, los derrocamientos ilegales y los ríos de sangre son su razón de ser?

De paso, el ministerio de exteriores haciendo cuentas de modo ridículo incluye: “Más de 29 millones de libras para reducir el impacto del conflicto en la región”. Detener el lanzamiento de bombas británicas seguramente sería el modo más práctico para hacer eso, y persuadir a sus “socios de coalición” de EEUU para hacer lo mismo. Sin embargo, más hipocresía nauseabunda y asesina.

Hablando de reducir “el impacto del conflicto en la región”, aquí RU a lo que está contribuyendo es a destruirla; cortesía de nuevo del contribuyente británico (no consultado):

“Cada uno de los cazas Tornado GR4 de la RAF cuesta 9,4 millones de libras, cada vuelo costa en torno a 35,000 libras por hora”.

“Dos tornados son típicamente usados para cada vuelo, y cada vuelo dura entre 4 y 8 horas. Incluso en la estimación más baja, cada vuelo cuesta 140.000 libras.

“Su carga son 4 bombas Paveway y dos misiles Brimstone, cuyo coste son 22.000 y 105.000 libras por unidad respectivamente”.

“Esas 298.000 libras más el coste del vuelo que son 438.000 libras, es una estimación optimista. Si los cazas llevan misiles ‘storm shadow’ -que cuestan una friolera de 800.000 libras el disparo- y realizar una misión de ocho horas, el coste total es un infierno mucho más elevado, y nada de esto toma en cuenta el coste del combustible”.

El documento del gobierno británico informa que: “Hasta la fecha, hay sobre 2.700 voluntarios en 110 puestos de defensa civil a lo largo del norte de siria, entrenados y equipados con ayuda de la financiación de RU… los ‘cascos blancos’ como ellos son más comúnmente conocidos”. Los ‘casos blancos’ por supuesto, sólo trabajan en áreas mantenidas por los come-órganos ‘moderados’, decapitadores de niños, incineradores de personas, y crucificadores de la ‘oposición’.

En el lenguaje del ministerio de exteriores, bajo el encabezamiento: “Oposición armada moderada: 4,4 millones de libras”, se explicó que esto ha sido dedicado a “equipamiento para salvar vidas”, presumiblemente para los corta-cabezas dado que los “salvadores de vidas” parecen ser sus invitados. Ciertamente el sitio web de los ‘cascos blancos’ declara que: “Ellos son la organización más grande de la sociedad civil operando en áreas fuera del control gubernamental…”, (énfasis añadido).

También, casi de manera ridícula, el ministerio de exterior informa: “También hemos financiado la Ley de Conflictos Armados, apuntando para ayudar a los comandantes a entrenar a sus combatientes para entender sus responsabilidades y obligaciones bajo los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario”. Dados sus antecedentes de barbarismo medieval casi único, el “entrenamiento” está cayendo claramente en oídos sordos.

RU por supuesto, no está en posición para dar lecciones sobre derechos en conflictos armados dado que la nueva e inelecta primera ministra, Theresa May, ha prometido detener todos los casos contra soldados británicos interpuestos por iraquíes que alegan tortura, asesinatos de parientes, y diversos abusos inimaginables. Tanto por “responsabilidades y obligaciones bajo derechos humanos y derecho humanitario”.

La generosidad británica es aparentemente ilimitada en cuanto a intromisiones asesinas en otras naciones. A “activistas mediáticos” se les ha dado 5,3 millones de libras: “Proyectos financiados por RU están ayudando a establecer una red de portales mediáticos independientes a lo largo de Siria, cuyo trabajo ha incluido el envío de mensajes sobre personal de seguridad tras el ataque con armas químicas del régimen en Gouta y, más recientemente, el activo informado producido por grupos de la sociedad civil y los ‘me gusta’ de los ‘cascos blancos’ mediante las cuentas de Facebook y Twitter”.

El “ataque con armas químicas del régimen sobre Gouta” ha sido, por supuesto, rotundamente refutado a pesar de los mejores esfuerzos de la propaganda occidental. Según Eric Draitser ha escrito:

“Lo que hace importante a ese incidente, tanto política como históricamente, es el hecho de que, a pesar de que no existen las evidencias de la participación del gobierno sirio, la administración Obama casi empezó una guerra con Siria usando Gouta como pretexto.

Sin embargo, según han pasado los meses, estudios científicos acumulando un enorme cuerpo de evidencias han mostrado que, no solamente eran totalmente sin fundamento las afirmaciones de Washington sobre la ‘certeza’ de que las fuerzas de Assad hayan usado armas químicas en su guerra con los combatientes extremistas, sino que de hecho, la realidad era bastante opuesta. Los rebeldes fueron los culpables más probables del ataque”.

El cínico puede considerar que financiar ‘activistas mediáticos’ y a los ‘cascos azules’ para “(des)informar activamente” es propaganda evidente. Como sabía el maestro de propaganda, Joseph Goebbels: La propaganda es el arte de la persuasión, persuadir a otros de que tu ‘lado de la historia’ es correcto, con mucho dinero y recursos lanzados a la ‘persuasión’.

La largueza discutible e ilegal de RU también se extiende a: “… trabajar con otros donantes internacionales para establecer y erigir la Policía Siria Libre (PSL), una fuerza policial moderada en las áreas controladas por la oposición…”.

Asombroso. Otra recreación de Irak: Disolver la policía, el ejército, todas las estructuras del Estado, e Irak es el alma del fantasma abrasador, inquietante, y amonestador, en luto por la vibrante y cohesiva sociedad civil (con todas sus complejidades, como la mayoría de sociedades) como fue antes del embargo y la Ley de Liberación de Irak (1998) declaraba que: “Debería ser la política de los EEUU la que apoye los esfuerzos para quitar al régimen encabezado por Saddam Hussein del poder en Irak…” y firmada y en vigor el 31 de octubre de 1998, por el presidente Bill Clinton.

Como se mencionó anteriormente, por supuesto, ahora existe la Ley de liberación y rendición de cuentas de Siria, de 2010 (H.R. 1206). Vean los paralelismos.

‘Los cascos blancos’ también se han beneficiado de los 23 millones de dólares de los EEUU, según el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner (27 de abril de 2016) y de 4 millones de euros del gobierno de Holanda. La semana pasada, Alemania anunció el incremento de la donación de este año a 7 millones de euros. Japón también ha intervenido.

Un gran acuerdo económico, parecería, que está siendo lanzado en los insurgentes e inmigrantes ilegales en un país soberano, premiándoles con el título de Defensa Civil Siria. Sin embargo, ellos incluso no tienen un número telefónico de emergencia. Según Vanesa Beeley ha destacado en extensos escritos sobre el tema, la verdadera Defensa civil Siria fue establecida en 1953, y es miembro de la Organización de Defensa Civil Internacional cuyos socios incluyen al Departamento de Asuntos Humanitarios de la ONU, y como todo servicio de emergencia nacional, tiene un número de teléfono: 113.

Entre la miríada de tareas que los ‘cascos blancos’ afirman emprender está: “La provisión de servicios médicos –incluyendo primeros auxilios- hasta el punto de lesiones”. ¿Por qué entonces ellos no fueron entrenados por expertos en primeros auxilios, paramédicos, y operativos de emergencia civil, sino por mercenarios, perdón, ‘contratista privado’?

Según Wikipedia: “El fundador de los cascos blancos de Siria, James Le Mesurier es un especialista de ‘seguridad’ británico y ‘ex’-oficial de inteligencia militar con unos antecedentes impresionantes en algunos de los teatros de intervención más dudosos de la OTAN, que incluyen Bosnia y Kosovo, así como Irak, Líbano, y Palestina. Le Mesurier también ha sido ubicado en una serie de puestos de alto perfil en las Naciones Unidas, Unión Europea, y los ministerios de la Commonwealth y de Exteriores”.

Igualmente interesante es el propio sitio de Le Mesurier:

“James ha pasado 20 años trabajando en Estados frágiles como miembro del personal de Estados Unidos, un consultor para compañías privadas y los ministerios de la Commonwealth y exteriores, y como oficial del ejército británico. Mucha de su experiencia ha entrañado las actividades de estabilización a través del sector de la seguridad y programas de democratización. Desde 2012, James ha estado trabajando en la crisis siria donde empezó el programa de los cascos blancos sirios en marzo de 2013. En 2014, fundió ‘Mayday Rescue’, y está dedicada al fortalecimiento de las comunidades locales que están entrando, padeciendo, o emergiendo del conflicto”, (énfasis añadido).

Así que, “programas de democractización”. La novela “1984” de George Orwell tenía un “comité de reeducación”, pero no nos extralimitemos demasiado.

El martes 11 de octubre de 2016, el discutiblemente combativo parlamentario de RU, Andrew Mitchell, ex-miembro del regimiento de tanques reales, que supuestamente llamó “malditos plebeyos” a la policía de Downing Street tras un altercado, le fue concedido un debate de emergencia de 3 horas en la Casa de los Comunes sobre Siria tras alegaciones por los ‘cascos blancos’ de que los cazas militares rusos y helicópteros sirios estuvieron bombardeando civiles en Alepo oriental.

Mitchell asaltó el debate con toda la artillería, denominado a la situación alegada “parecida al ataque sobre Guernica durante la guerra civil española” y sugiriendo que la RAF debiera ser autorizada para derribar aeronaves rusas y sirias. También presionó por una “zona de exclusión aérea”. Como es conocido desde Libia, eso es una zona de vuelo sólo occidental, eliminando todo a su vista. Guernica ciertamente.

De nuevo por supuesto, todo salvo aeronaves rusas y sirias están ahí ilegalmente, pero Andrew Mitchell está siendo aconsejado entre otros por un antiguo director de la CIA, el general David Petraeus, que también fue el otrora comandante de las fuerzas de EEUU en Afganistán y de las fuerzas multinacionales en Irak. No es realmente en un mini ‘think tank’, como algunos pueden especular, donde el imperio de la ley está yendo a tener la más alta prioridad. 

Mitchell también demandó financiación extra –lo adivinaron- para los ‘cascos blancos’.

De paso, hay protocolos rígidos para los servicios de emergencia, lo primordial entre los cuales es proteger a heridos, a traumatizados, de la publicidad y la identificación, en su vulnerabilidad.

‘Los cascos blancos’ aparentemente nunca están sin cámaras en mano y grabando a un pequeño cuerpo, con la cámara frente a la cámara, cubierto de polvo, salpicado por sangre, con las ropas del revés, y en brazos del “rescatador”.

¿“Luces cámara, acción”? Dios no lo quiera.