Otro golpe a la Europa continental

Ocho días después de la tragedia en Niza, un nuevo acto de terrorismo conmocionó a Europa. Un desconocido abrió fuego en varios sitios de Munich. El principal ataque fue en un centro comercial, con 9 personas muertas. Este es el segundo ataque terrorista en Alemania en días recientes. El 19 de julio, un refugiado de Afganistán atacó un tren de pasajeros en Baviera con un hacha.

¿Quién cometió el ataque?

No se conoce exactamente quienes eran los atacantes. Lo más probable son dos versiones:

1. Extremistas islámicos: Estos no son necesariamente inmigrantes entre los wahabíes en Alemania porque, entre los musulmanes radicales hay muchos nativos alemanes conversos. Nótese que un ataque terrorista en Alemania ocurrió casi una semana después del ataque en Niza. Según la policía el pistolero sospechoso es un lugareño de 18 años con nacionalidad alemana e iraní. Aparentemente se suicidó.

2. Neo-nazis: Esta versión está basada en el hecho de que el ataque tuvo lugar en el aniversario de los ataques terroristas en Noruega allá por 2011, que fue llevado a cabo por el ahora infame, Anders Breivik.

3. Nacionalistas extranjeros (Kurdos contra turcos).

Cualesquiera que sean los motivos reales de los perpetradores del crimen, sus consecuencias incrementarán la tensión, ansiedad, y desorientación en la sociedad alemana. Será más fácil manipularla, usando la amenaza del terrorismo islámico y del neo-nazismo, incluyendo la manipulación desde el exterior. En general, los ataques tienden a debilitar la confianza en Europa y sus pueblos en sus líderes.

Al mismo tiempo, esto es una demostración de la debilidad de la UE, la destructividad de su política migratoria y los peligros de la ideología liberal como un todo. Los inmigrantes desde países islámicos no pueden integrarse en la sociedad anfitriona. Muchos inmigrantes son de segunda y tercera generación, han perdido el contacto con el islam tradicional de sus ancestros, y están reaccionando duramente a los desafíos sociales y espirituales del moderno occidente, y han encontrado la “vía de escape” a través del islam radical. Con los nuevos inmigrantes son exportadas a Europa las sangrientas tensiones religiosas e interétnicas y los conflictos desde medio oriente.

Por su parte, los alemanes indígenas están radicalizados en respuesta a esta agresión por los invasores. Mediante la promoción de la ideología de la tolerancia, los liberales gobernantes en la UE solo provocan a los islamistas y se entregan a ellos, al mismo empujan a los europeos indígenas al radicalismo.

En los intereses de los EEUU

Este ataque terrorista corresponde a los intereses de los EEUU, pues debilita a la Europa continental, después de que haya empezado el proceso de salida del RU de la UE. Ahora hay una posibilidad hipotética de transformación de la UE en una Unión Continental sobre la base del bloque franco-germano, que podría lograr a largo plazo la independencia respecto de los EEUU. Es contra este bloque que los EEUU habían de desatar una guerra híbrida, usando todas sus redes de influencia apuntando a disminuir el potencial de la Europa continental.

Guerra híbrida

Los ataques terroristas en Alemania y Francia, el intento golpista en Turquía, otra potencia de la OTAN que tiene el potencial para una política independiente de los EEUU, demuestra que tal guerra ha empezado. Debería mantenerse en mente que las agencias de inteligencia de los EEUU tienen, tanto experiencia de cooperación con estructuras islámicas, como también con neo-nazis. El famoso proyecto “Gladio”, la creación de unas redes secretas neo-nazis para contrarrestar a la Unión Soviética y sus redes comunistas en Europa durante la guerra fría, estuvo dirigida por la CIA.

¿Qué esperar?

Además de los ataques y el uso de la fuerza por parte de las redes islamistas y neo-nazis, deberíamos esperar también la activación de otras redes, como las comunidades mafiosas y criminales asociadas con agencias y redes de inteligencia atlantista, estas incluyen: La mafia Albanesa conectada con la CIA, criminales kurdos, redes asociadas con el presidente montenegrino y jefe mafioso Milo Djukanovic.