Los atentados en Estambul: las evidencias de la huella americana

04.07.2016

El presunto organizador de los recientes ataques terroristas en Estambul, Ahmed Chatayev, era un agente de los servicios especiales de Georgia bajo el régimen de Saakashvili. Así lo aseguró el presidente de la comisión parlamentaria de Defensa y Seguridad nacional de Georgia Irakli Sesiashvili. Según él, el ex combatiente ilegal también ha cumplido las órdenes confidenciales de Georgia.

El rastro de Georgia

Esta información indirectamente confirma, que detrás de la organización de los ataques terroristas en Estambul están las agencias de inteligencia occidentales. Bajo el régimen de Saakashvili, la inteligencia de Georgia utilizó a sus homólogos occidentales (principalmente a los estadounidenses) para llevar a cabo el trabajo de inteligencia y una subversiva labor anti-rusa. Una de las funciones de los servicios especiales de Georgia era el trabajo con las naciones del Cáucaso del Norte. En particular, Georgia ha apoyado a los terroristas chechenos y el proyecto separatista de la Gran Cherkesia.

El rastro de Ucrania

Anteriormente se informó, que el terrorista Ahmed Chatayev, que a su vez, fue buscado por Rusia, era el protegido de Valentin Nalyvaychenko, un agente de la CIA que dirigió a los Servicios de Seguridad de Ucrania en 2006-2010 y 2014-2015. Valentin Nalyvaychenko también supervisó la creación del "Sector de Derecho" y su líder, Dmitri Yarosh, trabajo como asistente de Nalyvaychenko cuando el último ejercía de diputado de la Rada Suprema.

La mano de Washington

Esta información indica, que hay una estrecha relación de los nacionalistas, las redes terroristas islamistas y los servicios de inteligencia occidentales, así como sus representantes de la inteligencia ultra atlantista de Europa del Este. El ataque terrorista en el aeropuerto de Ataturk fue organizado por las personas involucradas en la red anti-rusa, lo que habla a favor de la versión, que las agencias de inteligencia de Estados Unidos están detrás de éste ataque. Las explosiones son  una advertencia a la parte turca sobre el acercamiento a Rusia.