Notas sobre la Guerra I
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
La creación de una Unión de los Eslavos Orientales
Los objetivos militares del presidente Vladimir Putin en Ucrania son dos: desmilitarización y desnazificación del país. Estos objetivos son bastante comprensibles, pero si se quiere llevar a cabo la desmilitarización de Ucrania por la fuerza (ya que todos los otros medios, a excepción de la coerción directa, se han agotado y ya no tienen efecto) será necesario controlar de forma militar y estratégica todo el territorio ucraniano. Además, la desnazificación requerirá de un control político y administrativo del Estado. Se trata de una orden y no de una petición o un deseo bien intencionado. Si realmente se quiere aplicar este programa, se necesitará de una gran coordinación con tal de preparar una élite que lleve a cabo semejante programa.
La guerra apenas está comenzando y especular sobre el futuro es quizás demasiado prematuro. No obstante, es una labor imprescindible, pues los costos de esta operación son enormes: muchos perderán sus vidas antes de que consigamos una victoria total y aplastante (¡irreversible!). Solo cuando eso suceda enfrentaremos los verdaderos problemas. Ahora bien, debemos tener un plan claro con tal de afrontar lo que vendrá después. De todos modos, esta operación no puede acabar en la simple instauración de un régimen prorruso en Ucrania, ya que sería una “traición”.
Putin tiene razón al decir que estamos liberando a Ucrania de una junta profundamente rusofóbica, pero no podemos crear otra Ucrania: Ucrania siempre ha sido un proyecto antirruso, si eso no fuera así, entonces ¿por qué crear un Estado independiente?
Derrotar a Ucrania y dejar que siga existiendo es una contradicción lógica y geopolítica, lo cual no impide que debamos debilitar su capacidad militar y castigar a los nacionalistas que han cometido crímenes. El problema radica en que dejamos que Ucrania siga existiendo, incluso bajo el control de un gobierno prorruso. Si esto sucede, todo volverá, tarde o temprano, a la misma situación. Lo que está sucediendo en Ucrania tiene una lógica interna inexorable y no tiene nada que ver con las élites o el pueblo, sino con el Estado. Desde la creación del Ducado de Galitzia-Volinia siempre hemos tenido que enfrentar el mismo problema: una Ucrania gobernada por una oligarquía corrupta que encarna una forma de Anti-Imperio (lo cual ha sido descrito de forma magnifica por K. Malofeev en su último libro: El Imperio).
Sin embargo, las operaciones militares que actualmente suceden en Ucrania son una oportunidad única para resolver este problema de una vez por todas: Moscú deberá asumir este reto y no establecer un gobierno bajo el mando de un Yanukóvich 2.0.
Creo que la única solución será la creación de una Unión de los Eslavos Orientales compuesta por Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Si los ucranianos y, en parte, los bielorrusos se niegan a llamarse a sí mismos “rusos”, ya que piensan que es un nombre que solo designa a los grandes rusos (“moscovitas”) – en honor a la Rus de Vladimir (Moscovia) que posteriormente construiría un Imperio de alcance mundial –, entonces será necesario usar un término mucho más amplio. Es un problema que debemos tener en cuenta, pero es un hecho que tanto los grandes rusos como los pequeños rusos y los bielorrusos (e igualmente otros pueblos) se consideran a sí mismos como parte de los eslavos orientales. Es por eso que debemos unir a todos estos pueblos en una Unión que los abarque a todos. Necesitamos crear un gobierno que reúna a todos los eslavos orientales, independientemente de cómo ellos mismos se definan de acuerdo a una taxonomía étnica bastante complicada. Es hora de que hagamos a un lado tanto el nacionalismo como los Estados nacionales, ya que los nacionalismos son los responsables de las guerras fratricidas tal y como esta aconteciendo actualmente en Ucrania.
La Unión de los Eslavos Orientales deberá preservar los diferentes pueblos que existen en su interior, pero tendrá que abolir los Estados nacionales ya que son entidades artificiales y ficticias.
¿Quiénes podrán vivir en Rusia? Cualquiera que haga parte de la Unión de los Eslavos Orientales. ¿Quién vivirá en Ucrania o en Bielorrusia? Cualquiera que pertenezca a nuestra unión. ¿Será este un Estado exclusivamente dominado por los grandes rusos? No, será un Estado que unifique a los eslavos orientales y a todos los demás pueblos que comparten nuestro destino.
Esta guerra no tiene como objetivo destruir a Ucrania, es una guerra en contra del globalismo como fenómeno planetario.
Rusia rechaza el globalismo tanto a nivel geopolítico (unipolaridad, atlantismo) como ideológico (liberalismo, anti-tradionalismo, tecnocracia, Great Reset). Ahora ha quedado claro que todos los líderes de Europa hacen parte del atlantismo. Como Rusia esta en guerra con ellos reaccionan de forma agresiva.
En estos momentos, Rusia está siendo excluida de todas de las redes atlantistas, por lo que no tenemos otra elección sino construir nuestro propio sistema o desaparecer. Es hora de que construyamos nuestra propia civilización. Estamos dando el primer paso hacia ello. No obstante, solo un Gran Espacio, un Estado continental o un Estado-civilización puede ser soberano ya que un país aislado es incapaz de enfrentarse a una desconexión total de forma indefinida. Rusia se está convirtiendo en un polo de resistencia frente al globalismo.
La victoria de Rusia será una victoria para todas las fuerzas antiglobalistas, tanto de derecha como de izquierda, y los pueblos del mundo. Rusia es la vanguardia que realiza los cambios más bruscos y peligrosos, pero nuestra victoria siempre inspira a todos los demás a buscar la suya y ese es precisamente nuestro deber. Rusia está creando las condiciones previas para el surgimiento de la multipolaridad. Y todos los que ahora nos amenazan reconocerán en el futuro nuestra hazaña.
Muchas veces lo que escribo termina por cumplirse. Estoy seguro de que esta vez sucederá lo mismo.
La única forma de salvarnos es romper con Occidente
¿Qué significa para Rusia la ruptura total con Occidente? La salvación de nuestro pueblo, ya que Occidente se encuentra dominado por personajes nefastos como los Rothschild, Soros, Schwab, Bill Gates y Zuckerberg que han creado la civilización más repugnante de toda la historia de la humanidad. El Occidente actual no tiene nada que ver con la cultura mediterránea grecorromana ni tampoco contra la Edad Media cristiana o el Occidente violento y caótico del siglo XX. Nos estamos enfrentando a una anti-civilización llena de residuos tóxicos que envenenan al planeta. Por lo tanto, mientras más rápido Rusia se desconecte de ella más pronto seremos capaces de volver a nuestras raíces. ¿Cuáles son estas raíces? El cristianismo, el mundo mediterráneo greco-romano, la civilización europea… es decir, las verdaderas raíces que comparten tanto Rusia como Occidente. No obstante, Occidente destruyó sus propios cimientos y degeneró. En cambio, estas raíces han vuelto a florecer en Rusia.
Ahora Eurasia levanta su cabeza mientras que el liberalismo ruso ha comenzado a perder su poder. Rusia no hace parte de Europa Occidental, sino del mundo griego, bizantino y del cristianismo oriental. Los rusos hemos seguido este mismo camino a pesar de todas las desviaciones y crisis que hemos sufrido. Por supuesto, a veces hemos llegado a callejones sin salido, pero hemos continuado siguiendo nuestro destino.
Rusia se ha levantado con tal de defender los valores de la tradición en contra del mundo moderno: estamos en medio de una “rebelión en contra del mundo moderno”. Y nuestros enemigos lo entienden.
Ha llegado la hora de que Europa y Estados Unidos rompan con Occidente y el globalismo, solo así seremos capaces de comprender el verdadero destino que nos une.
Anteriormente, muchas personas en Ucrania comprendían esto, pero la terrible y pestilente propaganda nazi-liberal ha causado mucho daño. Espero que los ucranianos entren en razón y luchen junto con nosotros por el reino de la luz, la tradición y la verdadera identidad de la Europa cristiana. Los ucranianos siempre han sido, son y serán nuestros hermanos.
La destrucción de Occidente no significa la destrucción de Europa. Occidente es el origen de la muerte, la degeneración y el caos, por lo que su destrucción es necesaria si queremos recuperar nuestra identidad. La verdadera Europa – la Europa de los Pueblos – debe seguir nuestro ejemplo y derrocar a la dictadura globalista antinacionalista que hoy los domina. Solo así será posible construir una verdadera Casa Común, un Castillo o una Catedral europea.
No más odio
Debemos mantener la calma ante lo que está sucediendo; la operación militar que Rusia ha lanzado sobre Ucrania tomó a todos por sorpresa, tanto a nuestros enemigos como a nuestros aliados. Realmente nadie la esperaba, de ahí la histeria de la prensa. Sin embargo, debemos entender que no es tarea sencilla dominar un país tan grande y que lleva ocho años comprando armamento para enfrentarse a nosotros. Después del ataque inicial la guerra no puede desenvolverse a gran velocidad, ni siquiera teniendo todo a nuestro favor. Es necesario mantener la calma y la consciencia tranquila para afrontar este reto.
Quisiera señalar algunos puntos fundamentales:
1. Algunas fuerzas patrióticas temen que el gobierno de Rusia se detenga después de limpiar los territorios de la RPD y la RPL, pero tal temor es infundado. Moscú nunca hubiera lanzado una operación de semejante envergadura y con objetivos tan claros e innegociables sin que no tuviera un respaldo frente a la amenaza de armas nucleares. Eso nos permite concluir que esta guerra será librada hasta el final, sin importar el precio o el rumbo que tomen los acontecimientos futuros.
2. Tanto los liberales (enemigos abiertos de Rusia) como los pacifistas (que no les interesa para nada la geopolítica, la politología y las relaciones internacionales) creen que las protestas y las peticiones de paz en las redes sociales van a cambiar las cosas, pero eso es una ilusión.
3. Las sanciones que Occidente imponga a Rusia solo fortalecerán al ala patriótica y debilitaran al ala liberal, por lo que la vida de los ciudadanos de a pie no se verá afectada. Los economistas ideologizados creen que el dinero es la única forma que existe de conversión monetaria y tampoco les interesa la soberanía financiera, lo cual es un grave error. El Estado puede emitir cuanto dinero desee y de ese modo parar la inflación, incluso podemos recurrir a la emisión de doble circuito tal y como la propone A. Galushka. Además, Occidente jamás nos ha dado acceso a su alta tecnológicos y el mercado asiático de la energía tiene un potencial enorme que nos puede ayudar a resistir el golpe.
4. Muchos de los medios patrióticos atacan a los neonazis ucranianos por intentar hackear sus sitios web y cuentas en las redes sociales. Ahora bien, ¿de dónde sacan el tiempo y la energía para hacer eso si están ocupados peleando en la guerra contra nosotros? Sencillo, semejantes ataques no vienen de Ucrania, porque después del Maidan este país se convirtió en una fachada de la OTAN dirigida contra nosotros: debemos eliminar tal fachada.
5. Los ucranianos son y siempre serán nuestros hermanos y hermanas. No importa lo que digan, todos nosotros somos eslavos orientales ortodoxos que comparten unas mismas raíces, historia y un futuro común. Nadie puede negar esta realidad pues, a pesar de que nos hemos distanciado y alejado en algunas ocasiones, siempre volvemos a reunirnos tarde o temprano. Los ucranianos no son enemigos, sino los hermanos de los Grandes Rusos. No obstante, tenemos que respetarnos entre nosotros, ya que muy pronto todos volveremos a vivir juntos y nos beneficiaremos de ello. Los ucranianos gozarán de los frutos de nuestra unidad y no del fratricidio.
Es por eso que no debemos odiarnos entre nosotros.
La neutralidad de Georgia
Georgia ha hecho bien en no apoyar las sanciones contra Rusia, especialmente porque desea continuar existiendo como Estado independiente. Lo que ha hecho es sin duda razonable. El pueblo ortodoxo de Georgia es nuestro hermano, pero en algún momento se dejó tentar por Bernard-Henri Levy y el globalismo y eso causó que sufriera grandes pérdidas. Ucrania está a punto de dejar de existir: todos lo saben. Por supuesto, nadie desea que eso pase. En la medida en que Georgia continue actuando como hasta ahora, entonces Moscú la respetara. Cuando nos enfrentamos a semejantes situaciones una actitud de neutralidad o agresividad adquieren un significado bastante importante.
El problema de la pasividad
Uno de los graves problemas de las personas inteligentes y rectas es que tienden a ser tímidas y pasivas mientras que la basura criminal es activa, agresiva y descarada. No tenemos porque parecernos a ellos, pero debemos ponernos del lado de la Luz en contra de las Tinieblas. Solo así proporcionaremos toda clase de apoyos como oraciones, pensar y enviar mensajes, palabras, textos e incluso reenviar información importante.
Como muy bien decía Luhman, todo sistema descarta aquella información que le es innecesaria, irrelevante o que se encuentra infectada (codificada). Solo realizando esta operación podemos crear un mensaje real. Una noticia bien elegida, que expone correctamente las ideas, puede orientar al lector en medio de la avalancha de propaganda y darle a conocer lo que está pasando. Cualquier persona medianamente inteligente puede hacer eso, aunque pareciera no ser mucho. Mantenernos concentrados, despiertos y activos puede ayudar muchísimo.
El Plan B de Occidente
Se hace cada vez más claro que Occidente no va hacer nada en Ucrania.
No obstante, es posible que tengan un “plan B”. Lo más probable es que lo pongan en práctica una vez que la guerra haya terminado, pues de esa manera todo el territorio ruso-ucraniano se podrá convertir en territorio fértil para atentados terroristas. Por supuestos, estas actividades terroristas irán dirigidas en contra de las autoridades oficiales y los militares ucranianos, pero también contra Rusia. Sin duda, el globalismo le pedirá a los intelectuales liberales moscovitas que apoyen a grupos neonazis que tengan bombas y de ese modo colaboren en poner bombas que siembren el caos con tal de que se produzca un cambio de régimen. Occidente ha perfeccionado estas técnicas.
Lo mismo sucedió en Afganistán, donde los estadounidenses esperan que los talibanes, prohibidos en Rusia, se conviertan en una fuente de desestabilización del Asia Central.
Tenemos que prepararnos para semejante escenario y aguardarlo con precaución.