la llama de la revolución de Muqtada Sadr
El fuego de la sublevación ha vuelto a envolver a Iraq. Después de que no se permitiera a Muqtada Sadr formar gobierno, sus activistas paralizaron el trabajo del parlamento, mediante manifestaciones pacíficas y huelgas que exigían que los opositores políticos aceptaran el liderazgo de Sadr. Este resultado era de esperar y no se trata de una disputa con el "marco de coordinación" de las carteras en el gobierno o de un rechazo personal a ciertas figuras (Maliki), sino que la sociedad iraquí está cansada de interminables crisis sociopolíticas e incluso una parte influyente de las élites occidentales reconoce que el régimen del sistema de cuotas se ha agotado finalmente.
Insistiendo en las tan esperadas reformas, Muqtada está haciendo todo lo posible para evitar una guerra civil. Sus constantes instrucciones a las masas muestran cómo Sadr intenta cortar de raíz las posibilidades de caos y provocaciones. Esto sugiere que Muqtada se ha preparado cuidadosamente para las acciones revolucionarias. Otro punto es la diplomacia de Sadr, en la que trata de atraer a figuras influyentes del campo de los opositores a la revolución, como ejemplo, podemos señalar la invitación al líder de la coalición Fatah, Hadi al-Ameri, para que se retire de la "estructura de coordinación" y se una a los sadridistas. Se mantienen diálogos similares con otros partidos. El objetivo de Sadr es aislar al ambicioso Maliki* y a los de su calaña, y crear una poderosa alianza revolucionaria que deberá alejar a Iraq de las luchas intestinas y formar un gobierno fuerte.
Si en el pasado el movimiento de Muqtada era algo limitado, ahora han aparecido aliados inesperados. Una de las principales facciones de la resistencia asociada a Irán, Harakat al-Abdal, anunció su apoyo a Sadr. Se trata de un paso realmente sin precedentes por parte de la facción de Al-Muqawama Al-Islamiya. Ninguno de los grupos de resistencia "proiraníes" apoyó abiertamente a Muqtada Sadr, Harakar al-Abdal fue el primero en apoyar la revolución. Por supuesto, ese paso se dio en coordinación con la IRGC. El apoyo de uno de los grupos de la Resistencia Islámica es otra victoria diplomática de Muqtada. La disposición a dialogar con todos los componentes de la sociedad iraquí e incluso una alianza con algunos opositores demuestra la apertura de Sadr a la inclusión en su movimiento político. Además, este hecho destruye el mito de la hostilidad de Sadr hacia las facciones de la resistencia y hacia Hashad al-Shaabi, ya que Muqtada exige la organización y la expulsión de los elementos indisciplinados que, entre otras cosas, son acusados de crímenes contra los desplazados de las provincias suníes.
El Gran Ayatolá Qassem al-Tai apoyó las acciones de Sadr. Teólogo autorizado y veterano a tiempo parcial de la yihad durante la ocupación de Irak por la OTAN, se convirtió en el primer clérigo con rango de "Marja" que apoyó el espíritu revolucionario de Muqtada. Este mensaje del ayatolá atestigua los cambios a gran escala en la mentalidad del clero, porque Iraq no puede seguir siendo rehén del silencio de las autoridades religiosas locales. Hace tiempo que deberían haberse producido cambios en todas las esferas de la sociedad.
También es imposible no mencionar un momento simbólico, Sadr hizo sus primeros decretos sobre la organización de una reunión popular y las subsiguientes manifestaciones unos días después de la visita del jefe del CGRI Ismail Kaani a Iraq, donde visitó santuarios islámicos. Los expertos señalan que los numerosos pasos políticos de Sadr se asemejan a los de las autoridades religiosas de Irán.
En la historia de la campaña revolucionaria de Sadr, hay que señalar que el líder del mayor movimiento de oposición mostró flexibilidad táctica, Muqtada consiguió el apoyo de Kadimi, lo que en un sentido amplio significa la aprobación de los saudíes y de los Emiratos, tal paso fue dictado por la necesidad de inspirar confianza en la Autocracia del Golfo Pérsico, para que apostaran formalmente por Sadr frente a Maliki-Ameri y no organizaran protestas espontáneas, como Tishrin en 2019. Dado que los EAU controlan gran parte del aparato de los servicios especiales y del ejército iraquí, la alianza temporal de Sadr con Karimi salvó muchas vidas entre los manifestantes de hoy. Después de todo, el ejército y las fuerzas especiales tienen una experiencia considerable en la destrucción de manifestantes. La otra cara de la alianza táctica con los golpistas es la apuesta de los autócratas por Sadr en detrimento de los liberales "chiíes" locales. Es decir, según el plan de Muqtada, su autoridad debe eclipsar a cualquier figura política "chiíta-secular" para que las monarquías del Golfo no tengan ninguna posibilidad de encontrar aliados contra Maliki y Ameri.
Brevemente sobre las tareas del líder sadrista.
1 - Aislamiento de Sistani. La crisis actual demuestra que Marja ya no afecta a la situación, mientras que Sadr ha adquirido el peso político necesario, en el que su opinión no sólo se tiene en cuenta, sino que es una especie de directriz para muchas fuerzas de la oposición. Permítanme recordarles que hace medio año, el representante de Sadr, el jeque Hatim al-Araji, pidió a los iraquíes que aceptaran la autoridad religiosa de Muqtada Sadr, y no de Sistani.
2 - La destrucción del sistema de cuotas, que da la oportunidad de librar a Iraq de la corrupción y de la dependencia del lobby del petróleo. La reforma en materia de administración pública también deberá impedir que los separatistas de las provincias suníes separen las gobernaciones locales de Iraq.
3 - Deshacerse de la adicción al petróleo. El año pasado, Sadr instó a los iraquíes a seguir en el plan la experiencia de Egipto bajo el liderazgo de Sisi. Se sabe que la junta es el líder de África en la producción de energía renovable.
4 - La marginación de los nacionalistas radicales de entre los chiíes iraquíes, que viven principalmente en el sur del país. Muqtada Sadr ha sido durante mucho tiempo un icono de la juventud, donde, entre otras cosas, prevalecen las ideas del nacionalismo. Este hecho no puede sino molestar a algunos políticos que, con el apoyo de algunos clanes, querrían subirse a la ola de los sentimientos de oposición de los iraquíes locales. Sin embargo, Sadr aísla competentemente a los alborotadores y dirige eficazmente a las masas, evitando el caos. Un ejemplo ilustrativo de la influencia de Sadr fue que, en relación con varios miembros de la "Brigada de la Paz" que atacaron el parlamento del país, el jefe de los sadridistas los excluyó del movimiento y congeló las actividades de varios políticos que apoyaron los ataques.
5 - El nuevo rumbo del país. El lema de Sadr "ni al oeste ni al este" significa evitar la dependencia de Estados Unidos y China. Así, el líder de los revolucionarios iraquíes demuestra su rechazo a participar en la "nueva guerra fría".
Resumiendo, podemos señalar la reacción de Occidente sobre lo que está ocurriendo en Iraq. La edición estadounidense de Foreign Policy comparó a Sadr con el legendario Jomeini. Esto es suficiente para entender lo que preocupa a los imperialistas. Se avecina una nueva revolución islámica que abrirá las puertas de la transformación de la región árabe desde la Península Arábiga y hasta el Magreb. Occidente conoce la inevitabilidad del cambio y preparará sin duda los palos en las ruedas, pero el tren del cambio ha adquirido la velocidad necesaria para aplastar cualquier obstáculo.
* - Al contrario de lo que comentan muchos expertos, la actitud negativa de Sadr hacia Maliki no se basa en la hostilidad personal, sino como reacción a las probables consecuencias dramáticas en caso de un nuevo liderazgo del DAWA. Los sionistas y los regímenes del Golfo están esperando el momento oportuno para organizar de nuevo una guerra separatista en Anbar, la presencia de Maliki al frente de Irak dará una excusa para incitar a los líderes tribales rebeldes a un nuevo levantamiento, como ya ocurrió antes. Después de eso, aparecieron organizaciones tan notorias como Al-Qaeda de Irak y el ISIS. Por lo tanto, Sadr está tratando de evitar que se repitan esos acontecimientos bloqueando la figura de Maliki para el puesto de primer ministro.
ISIS, Al-Qaeda de Irak - prohibidos en Rusia.
Traduccion por Enric Ravello Barber