Dugin Guideline no. 101: Dugin habla acerca de la nueva escuela del teatro de arte de Moscú
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
El filósofo Alexander Dugin habla sobre un nuevo modelo de educación implementado por la Nueva Escuela del Teatro de Arte de Moscú
· Ahora solo los perezosos no se dan cuenta del muy profundo declive de la educación en Rusia. Nuestra educación no está colapsando, ya colapsó. No hay paradigma educativo, no hay imagen del pasado y del futuro, no hay idea de Estado: la educación se dejó a su suerte. Al mismo tiempo, existe un éxtasis por los aspectos materiales y aplicados de la educación, que convierte nuestras universidades en escuelas profesionales. No tenemos una educación clásica.
· En la Rusia moderna, la educación es imposible. Occidente también tiene este problema: o preparan a las personas para realizar tareas estrictamente técnicas o, con mucho dinero, los jóvenes simplemente conocen a los representantes de las élites gobernantes. Pero una visión de conjunto no se recibe ni en Occidente ni en Oriente.
· La iniciativa de Eduard Boyakov de crear esta Escuela es un desafío a la imagen existente.
· La tarea de la Nueva Escuela es reactivar la formación de la personalidad. Toma como ideal lo clásico arraigado en la tradición, desde los griegos y romanos hasta los tiempos modernos. A diferencia de los proyectos aplicados, la Escuela trata de cultivar integralmente el principio de la personalidad.
· Sin los fundamentos de la educación, en lugar de personas inmersas en un proceso filosófico/psicológico/de otro tipo, obtendremos especialistas estrechos, entrenados en realizar funciones pragmáticas.
· En el absurdo, el nihilismo, vemos el dolor, la desesperación, vemos a una persona que sufre y que rápidamente pierde el sentido. Caemos y caemos, irónicamente por esta caída, por la ausencia de reacciones. Esto se convierte en la línea anti-humanista que domina el teatro posmoderno. El teatro pierde por completo su conexión no solo con lo sagrado, sino con la persona como tal. Cuando nos planteamos la cuestión de cómo restaurar lo humano en el teatro, que se está escapando rápidamente (cada vez más los equipos, las pantallas, los simulacros en el escenario, reemplazan a lo humano), entendemos que debemos ir más allá, para restaurar los orígenes sagrados del teatro. Necesitamos caminar por el camino de la historia en la dirección opuesta. No entenderemos lo que sucede al final si no entendemos lo que sucedió al principio: las raíces sagradas del teatro, los aspectos espirituales de la filosofía, los orígenes de la idea del alma.
· La Nueva Escuela de Teatro de Arte de Moscú se propone revertir este movimiento de deslizamiento, desintegración, huida de uno mismo.