El teatro del referéndum en Cataluña: Excusas para un “maidán” (II)
Maidán si, maidán no
Llegamos a la más viva actualidad. A pocos días del pretendido referéndum, al cual hay bastantes cosas que puntualizar. En primer lugar, las mentiras, el cinismo y las manipulaciones por parte de sus impulsores. Y no digamos por parte de aquellos que repiten constantemente que vivimos en una dictadura y que todo es cosa de Franco (sin importar que Franco lleve muerto 42 años). ¿Qué decían en Ucrania, Siria o Libia antes de la revolución de color? Que vivían en una dictadura que reprimía cruelmente a su gente y por ello protestaban, así como las consiguientes odas a la democracia y los derechos humanos. Incluso, las odas a un “maidán” catalán también se oyen cada vez más fuerte. Con lo cual, veamos que fue aquello del “maidán” de forma breve.
Érase una vez el año de 2014, la revuelta del “maidán” estallaba en su culmen durante el mes de febrero. Grupos de manifestantes apoyados por los principales gobiernos y medios de comunicación occidentales como EEUU, Canadá, Alemania, Francia y Reino Unido, asaltaron el parlamento ucraniano en Kiev. El presidente Yanukovich huyó a Rusia. Y con los grupos violentos dentro y fuera del parlamento, aconteció la farsa de votación para nombrar un gobierno provisional, que en una oleada de odio acérrimo decretó entre otras cosas, prohibir la lengua rusa, en medios de comunicación, educación y hasta en el uso de las personas. Aquello desencadenó que las regiones de mayoría rusa se rebelasen contra el gobierno golpista provisional. Durante 20 años, desde EEUU y sus aliados, estuvieron fomentando la existencia de un relato anti-ruso en los medios de comunicación y el sistema educativo. Aquello fue la materialización de tamaño esfuerzo por dividir y separar a ucranianos y rusos.
En la península de Crimea, territorio ruso transferido a la RSS de Ucrania en 1954 por orden de Jrushchev, se celebró en marzo de 2014 un referéndum para –cuanto menos– separarse de Ucrania por toda esa violencia desatada contra los rusos. Evidentemente en el referéndum triunfó por una mayoría abrumadora la opción de separarse de Ucrania. Aquí tuvimos a los nacionalistas y separatistas de CiU y ERC alabando el modelo crimeano y exigiendo algo similar en España para Cataluña. Repitieron la exigencia hasta que empezaron a hablar desde el conocimiento de causa, aunque mínimo, pero que fuera superior a ningún conocimiento. Y entonces vieron que los crimeanos, así como las poblaciones rusas de otras regiones como Donetsk, Lugansk, Jarkov, y Odesa, no eran los separatistas que tan bien encajaban en su relato separatista; sino que eran todo lo contrario, eran unionistas rusos. Es más, que eran principalmente cristianos o comunistas estilo Unión Soviética, pero a todos les unía el amor y aprecio por la patria rusa. Aquí, algunos cuantos grupos marginales de separatistas desorientados, en diferentes comunidades autónomas españolas, siguieron creyéndose la historieta inicial de que tras el maidán en Kiev, ellos apoyaban a los separatistas oprimidos por aquellos golpistas. De nuevo, otros que se guiaban por las apariencias y acababan divorciados de la realidad.
Visto aquel espectáculo ucraniano, que incluso ha terminado con guerra interminable en las regiones de Donetsk y Lugansk en el sureste, el dúo de CiU-ERC remarcó, y desde entonces no han dejado de remarcar la unidad absoluta de Cataluña y que en la independencia que ellos pretenden no hay cabida para secesiones internas. Es decir, que a sabiendas de las pretensiones por ejemplo en el Valle de Arán, podría ser este su “Crimea” catalana. Así como surgirles algún Donbass o alguna Odesa, por ejemplo en Tarragona y Barcelona. De nuevo vemos el cinismo y la hipocresía de exigir una serie de cosas que luego niegan si ello supone la ruptura de su feudo. Por si no les quedaba claro que esto es una charanga mediática al servicio de los intereses de las élites económicas.
Aunque no se queda ahí, puesto que donde siempre han tenido puesto el ojo es en Kosovo. Comparando a Cataluña con el modelo de independencia kosovar por haber sido una declaración unilateral de independencia por parte del gobierno regional kosovar en 2008, que fue reconocido por diferentes Estados occidentales, y que en cuestión de meses los EEUU habían instalado una inmensa base militar (la parte de las relaciones del gobierno kosovar con el terrorismo yihadista, el narcotráfico, y el tráfico de órganos, se les olvida siempre mencionarlo en el gobierno autonómico catalán).
También hay que mencionar a los verdaderos impulsores y mentes maestras del maidán, y no fueron ucranianos, que en una espontánea y popular manifestación, derribaron a un gobierno tiránico que oprimía a los ucranianos. Las mentes maestras tienen sus sedes en países occidentales, que actúan mediante un entramado de “think tanks”, medios de comunicación y oenegés, con los que crear y mantener una corriente de opinión tanto en el país objetivo como en los países occidentales; además, esas organizaciones sirven para organizar y formar a los mandos y cuadros de la “oposición democrática” que será lanzada a las calles justo en el momento oportuno, es decir, cuando acontezca el detonante adecuado según consideración de los verdaderos impulsores.
El “maidán” catalán
Mientras tanto en Cataluña tenemos todos los ingredientes para formar una revolución de color, esto es, un “maidán”. Es cierto que el propósito de toda revolución de color es el cambio de gobierno de manera indirecta. Los hacedores de estas “revoluciones” siempre provienen desde la clase dirigente de los Estados Unidos y sus aliados, y las aplican contra gobiernos rivales principalmente en Asia, norte de África y este de Europa. Hasta ahora parecía que no podían aplicar esta técnica contra países “aliados”, esto es, países de Europa occidental. Sin embargo, ya tenemos un ejemplo en España con el 15-M en 2011, o con el fenómeno del “Occupy Wallstreet” o “March of the women” en el mismo EEUU. Todas aquellas fueron revueltas teledirigidas con todos los ingredientes de una revolución de color en cualquier otra parte del mundo. Y ahora, con el órdago separatista en su culmen, podemos encontrar de nuevo esos ingredientes.
§ Selección de objetivo: España. Pero no por ser España sino por dónde está España geográficamente y lo que podría representar si en vez de mirar hacia el oeste mira hacia el este (contexto de la creciente disidencia a la UE por mercantilista).
§ Precondicionamiento: Todos los agentes y organizaciones tienen sus posiciones políticas y mediáticas bien consolidadas desde las que crear y sostener ciertas corrientes de pensamiento. Sobre todo, para crear la aparente discusión entre dos lados (aquí, el “constitucionalista” y el “separatista”).
§ Propósito: Inestabilidad política artificialmente creada para sostener un espectáculo, una representación teatral que distraiga a la población de los verdaderos problemas mediante la elaboración de disputas civiles.
§ Detonante: Disputas por hacer o por bloquear el referéndum del 1 de octubre.
§ Protestas: Cada bando afirma/muestra que lo propio siempre es masivo y pacífico, y lo ajeno siempre se afirma/muestra como minoritario y violento. Importancia de los sucesos violentos para provocar la escalada de tensiones.
Todos esos elementos nos los encontramos cada vez con mayor intensidad por la misma escalada que acontece en la situación presente; por ejemplo, las situaciones violentas como los destrozos contra vehículos de la Guardia Civil o la manifestación de separatistas delante de una Casa cuartel, respondida días después con una manifestación frente a la sede del grupo separatista ANC. También hay acciones violentas de unos, respondidas por otros, y cada vez yendo más lejos. Esto último es la clave del montaje mediático, puesto que son esos sucesos violentos los que mejor alimentan una revolución de color. Son lo que crispa la situación y hace que todo se ponga mucho peor, en el sentido de extremo. Hace que la población, ante una situación extrema, acabe posicionándose de un lado o de otro, por creencia, por miedo o por lo que sea, pero la mayoría abrumadora se pondrá de algún lado, “tomará partido”.
Y entonces toda la población estará controlada por esa tensa situación artificialmente creada, al obligarla a posicionarse en esos puestos de creación igualmente artificial. Referéndum si, referéndum no. Catalanes si, catalanes no. España si, España no. Y así sucesivamente hasta encerrar en dicha manipulación todas las opciones pasionales de la población objetivo. Así es como surgen, se alimentan y estallan las revoluciones de color. ¿Eres de los rusos o de los ucranianos? ¿Estas con los del este o con los del oeste? Lo que al final representa la elección entre ¿estás con los malos o con los buenos? Y según como haya funcionado el precondicionamiento en cada territorio objetivo, habrá dos bandos al menos y cada uno se creerá que es el buen bando y el otro es el malo; y ese sentimiento será artificialmente elevado de la pasión al odio si es necesario para desencadenar una situación que desemboque en el caos adecuado al propósito deseado por las mentes maestras de este conflicto.
Conclusiones
Las apariencias y los señuelos sirven para distraer. Parece intuitivo y evidente pero ahora más que nunca hay que recordarlo y sobre todo, analizar y descubrir cuáles son esas apariencias y señuelos, y para qué sirven, o mejor dicho, a quién sirven.
También hay que tener mucha mente fría y postura propia para no caer en esa división impuesta de dos bandos enfrentados con que alimentar tales escenarios de caos y conflicto. Cuando desde “arriba”, desde el poder, se instiga a la población para que se posicione, es porque ambas posiciones son una trampa al servicio de sus hacedores. La corriente de la apariencia puede ser muy fuerte, pero tampoco hay que olvidar que toda corriente (como un río) tiene su origen en un punto, que ahí es débil y pequeño, incluso apenas visible, pero curso abajo, va creciendo por la aportación también de sus afluentes que se van sumando de un lado y de otro.
El separatismo siempre sirve como arma de desestabilización cuando hay países geográficamente estratégicos y/o políticamente rivales. ¿Quieren un ejemplo? Colombia y el repentino separatismo panameño a principios del siglo XX. Resultado: EEUU se hace con el control del istmo donde crea y militariza el canal entre el Caribe y el Pacífico. España está en la puerta del Mediterráneo, y también en la esquina europea entre África y América. Una España débil y manejable es útil al servicio de EEUU. Recordemos lo interesada que estuvo la élite estadounidense en desmembrar Yugoslavia, e incluso lo sigue estando con Serbia en particular, ya que los serbios tienen una orientación hacia Rusia que es perniciosa para el interés de Washington.
Esto nos llevaría a hablar de la activa promoción del separatismo en Rusia por parte de la élite de los EEUU y de sus aliados. No solo me refiero al distinguible caso checheno, sino también por ejemplo al circasiano, cuyo centro está en Londres, “curiosamente” igual que en el caso de los mapuches respecto a Argentina. Eso por no hablar del caso kurdo. Todos estos casos dan mucho de qué hablar, pero si no se mencionan en los principales medios de comunicación, ya se pueden hacer a la idea de que el objetivo de no mencionarlos ahí es claro: Lo que no se menciona no existe. Y si se mencionaran todos los casos, tal vez la población objetivo se diera cuenta (fácilmente) que es objetivo de una trama de élites dirigentes en pos de sus intereses y no en pos de lo que dicen representar esos dirigentes en sus discursos y lemas.
Finalmente, sobre el caso que nos atañe: Vivimos las primeras etapas de una revolución de color en Cataluña, diseñada para polarizar y enfrentar a la población, que mayoritariamente sin saberlo (o eso quisiera pensar), está defendiendo a facciones económicas dentro de una misma élite capitalista. Y ningún bando espera cumplir con el bienestar que promete. Ningún bando está del pueblo al que dice representar. Ambos bandos están al servicio de sus intereses y de nada ni nadie más.