Los medios de comunicación de Soros traman una revolución de color en EEUU (1ª parte)

13.02.2017

La derrota de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales estadounidenses ha revelado la agenda globalista encabezada por George Soros, pues él financió la campaña de Hillary. Todos los medios principales de comunicación liberales intentaron hacer lo mejor que pudieron para moldear la opinión pública a favor de Hillary, pero fallaron. La clase media estadounidense eligió a Donald J. Trump para el despacho oval debido a su agenda doméstica. De ahí el motivo por el que el partido belicista ha realizado una guerra dentro de EEUU para debilitar a la administración Trump, con el objetivo de proteger la agenda globalista, y para ello fueron puestas en escena las protestas anti-Trump por todo EEUU. La élite globalista que estaba involucrada en los cambios de régimen y revoluciones de color por todo el planeta, desde Iberoamérica a Ucrania, para lograr sus objetivos geopolíticos, ahora está intentando tales esfuerzos dentro de EEUU contra el gobierno legítimo de Trump.

Los medios de comunicación estadounidenses controlados por George Soros propagaron que Trump era el candidato del Kremlin. Tras su victoria sobre Hillary, la Agencia Central de Inteligencia (CIA en inglés), culpó a Rusia de “hackear” las elecciones a favor de Trump. Pero Rusia no solamente ha rechazado tales acusaciones sin fundamento, también ha advertido a Trump que los globalistas intentan apuñalar a la democracia estadounidense con un “golpe blando” contra Donald Trump. El presidente ruso Vladimir Putin dijo que él ve intentos en los EEUU para “deslegitimar a su presidente Donald Trump usando métodos “al estilo Maidán” previamente usados en Ucrania, donde los lectores recordarán que el presidente Yanukovich fue expulsado en 2014 tras un violento golpe de Estado, que muchos sospechan que fue realizado bajo los auspicios del Departamento de Estado de EEUU y clasificado como operaciones de inteligencia de EEUU.

¿Por qué la élite globalista es anti-rusa?

Aquí surge la cuestión; ¿Por qué la élite globalista es anti-rusa?, y ¿por qué declararon a Rusia como una amenaza para el nuevo orden mundial globalista? La respuesta es muy simple porque ellos estaban involucrados en la destrucción de la economía rusa. Soros estaba involucrado directamente en la crisis económica de la URSS durante principios de la década de 1990. Tras la disolución de la URSS, Soros ayudó a que los oligarcas rusos controlasen las instalaciones de producción, industrias, y refinerías de petróleo. Hay una larga guerra entre esta agenda globalista y Vladimir Putin dentro de Rusia. El presidente Vladimir Putin no solamente les derrotó en Rusia sino que también ha tenido éxito al minimizar su hegemonía por todo el mundo al introducir un “orden mundial” alternativo, un mundo multipolar compartido. Este es el motivo por el que George Soros se hizo con la organización sin ánimo de lucro conocida como la “Fundación Sociedad Abierta” (Open Society Foundation) con la que intentó derrocar al presidente Putin e intentó desestabilizar Rusia muchas veces. Como resultado, Rusia no solamente ha regulado las ONG’s internacionales, sino que también ha prohibido a Open Society en Rusia.

El legado de Obama se caracteriza por el mantra de “culpar a Rusia”, y esto llegó tras la guerra de Putin contra la agenda globalista. Por tanto en el escenario mundial culparon a Rusia de todo: Incluso están achacando a Rusia el fracaso de las democracias occidentales. “Rusia ha hackeado las elecciones estadounidenses y ahora está hackeando las democracias occidentales”; esta narrativa fue propagada con el bombardeo de noticias falsas y como resultado de la guerra informativa se ha vuelvo visible entre los medios controlados por los globalistas y los medios multipolares; los medios de comunicación de propiedad rusa y portales mediáticos alternativos, esto es, Wikileaks e Info wars de Alex Jones. 

De hecho, el estadounidense nacido en Hungría, George Soros, magnate de los negocios y manipulador global, siempre ha sido visto como la mente maestra tras las crisis financieras asiáticas en 1997 y 2008. Esta crisis fue creada para arruinar la economía de Malasia. Se entrometió en la política de Europa, Norteamérica, e incluso en Asia durante décadas. Ahora, actualmente, es el hombre tras la crisis migratoria en Europa. Intentó hacer fortuna de la desestabilización de Europa con un flujo incontrolado de refugiados. Además de esto, la fundación propiedad de Soros, Open Society, implementó la agenda globalista a través de las prácticas de revolución de color y cambio de régimen  mediante la acción de campañas aparentemente por la libertad, la justicia y los derechos humanos. Pero ahora, el arquitecto de un mundo multipolar, Rusia, ha aparecido como fuerza de la resistencia contra la agenda globalista con un “orden mundial multipolar”. Es por eso, que aquel mundo por el que Soros hizo campaña, ahora se esté cayendo a pedazos por doquier.

El control de la mafia globalista sobre el periodismo estadounidense

Actualmente, el bombardeo de noticias falsas apoyado por las organizaciones mediáticas estadounidenses tanto izquierdistas como liberales es evidencia de la influencia de Soros sobre los medios de comunicación. Su instituto Open Society está conectado con más de 30 organizaciones mediáticas principales estadounidenses. Soros, como manipulador globalista entiende la importancia de los medios de comunicación para controlar al público. “Soros: La vida y el tiempo de un multimillonario mesiánico”, él ha estado fascinado por los medios de comunicación desde la infancia donde sus intereses académicos incluían “historia o periodismo o alguna forma de escritura”. Sirvió como “jefe de redacción, editor, y vendedor de periódicos”, de su propio periódico “The Lupa News”, y escribió para un boletín de noticias en su Hungría natal antes de abandonarla, escribió el autor Michael T. Kaufman, un veterano del New York Times. 

Para George Soros y otros patrocinadores liberales de ProPublica, financiar el periodismo es el único modo de influir al público, no solamente en EEUU, sino también por todo el mundo.  Según el Centro de Investigaciones Mediáticas Estadounidense (MRC, en inglés), “el sueño de Soros para controlar los medios de comunicación masivos empezó de forma natural con la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. Columbia está encabezada por el presidente Lee Bollinger, que también se sienta en la junta del premio Pulitzer y la junta directiva de The Washington Post. Bollinger, como algunos otros receptores financieros de Soros, está presionando para que el periodismo encuentre a un nuevo viejo rico o al menos a un tío, al tío Sam. Bollinger escribió en su libro ‘desinhibida, robusta, y abierta: Una prensa libre para un nuevo siglo”, que el gobierno debería financiar los medios de comunicación. Un estudio de 2009 por el programa de periodismo de Columbia llegó a la misma conclusión, demandando ‘una financiación nacional para las noticias locales’. Oportunamente, Len Downie, el autor principal de esta pieza, también está en la junta del Post y en la junta del Centro para los Reportajes de Investigación, también financiado por Soros”.

Soros no solamente financió a famosas escuelas de periodismo en EEUU, sino que se apoderó de la industria del periodismo y las asociaciones de periodistas. Instaló sus asociados mafiosos en todas las principales organizaciones mediáticas en los EEUU y por todo el mundo. Incluso la Federación Nacional de Emisoras Comunitarias, la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos, el Comité para la Protección de Periodistas, también están directamente controlados por la mafia de Soros mediante fondos de la Open Society.

Según los hechos presentados por el vigilante mediático de EEUU, “el Instituto Open Society es una de las varias fundaciones que financian la Red de Noticias de Investigación (INN, en inglés), una colaboración de 32 organizaciones de noticias sin ánimo de lucro que producen lo que afirman que son ‘noticias de investigación no-partidarias’. La fundación James L. Knight también respalda la red y posiblemente es la fundación de periodismo más y mejor conocida. El presidente de Knight y CEO, Alberto Ibargüen, está en la junta directiva de ProPublica. La INN incluye el Taller de Reportajes de Investigación en la Universidad Estadounidense, la incipiente web liberal MinnPost, el Instituto Nacional para los Reportajes asistidos por computadora, La Radio Pública Nacional, y el Centro Wisconsin para el Periodismo de Investigación. La red había incluido las operación investigadoras del liberal Huffington Post entre sus subvenciones, pero las Investigaciones del HuffPo se fusionaron con el posiblemente incluso más izquierdista, Centro para la Integridad Pública, en cuya junta se sienta Arianna Huffington”.

Soros inyectó su agenda para atacar a la derecha en el nombre del periodismo de calidad al invertir en programas académicos. Actualmente la situación doméstica en EEUU es evidencia de que Soros está construyendo un muro en torno a Trump al usar los medios principales de comunicación. Este es el motivo por el que Trump usó la palabra “deshonesto” para los comentaristas mediáticos estadounidenses en la ocasión de su investidura presidencial.

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