Las razones del informe del 'hacking' ruso
Mientras los periódicos españoles, y en general los grandes medios de masas a nivel mundial, cierran filas en torno a la peculiar idea de que Donald Trump recibió su victoria de manos de los “hackers” de Putin sin mostrar ninguna prueba, el columnista de La Gaceta, Eduardo Arroyo, da sus razones sobre el informe del supuesto "hackeo" ruso:
"Primero, basta leer los artículos de opinión para percatarse de que ningún periodista ha leído el informe recientemente desclasificado y surgido de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, titulado “Russia’s Influence Campaign Targeting the 2016 US Presidential Election”. Cuando se lee, está claro que no hay prueba alguna de la acusación principal; es decir, que Rusia influyó en la campaña electoral norteamericana. Esto no equivale a decir que “hackers” rusos no hayan podido hacerse con los “mails” de John Podesta. Sin embargo, los medios deberían mejor incidir en el contenido de estos mails y sobre todo en la manera en que los políticos de aquél país -posiblemente los de todos los demás también- hablan de los ciudadanos y opinan “off-the-record”.
Segundo, el objetivo del informe no es otro que desacreditar a Donald Trump. El estúpido -pero peligroso- John McCain ha equiparado el supuesto “hacking” a una acción de guerra rusa. Demencial. Lo que se trata en realidad es de un primer acto de guerra del “establishment” republicano y demócrata para preparar un “impeachment” en el que el presidente esté ya desacreditado ante la opinión pública.
En tercer, lugar, el informe pretende desacreditar también a los medios no convencionales o fuera de la onda habitual: por ejemplo, la emisión en inglés de Al-Jazeera o Russia Today America, a la que se dedican siete páginas en el informe.
En cuarto lugar, el informe pretende aportar justificación a la expansión de la OTAN más allá de Alemania, un acto que viola claramente lo acordado entre Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev al final de la guerra fría. Esto satisface hondamente al partido de la guerra y a las corporaciones armamentísticas. La guerra es un negocio y, si Rusia no es una amenaza, el negocio decae.
Por último, se trata de aportar cobertura a los partidos al uso para justificar su derrota el pasado 8 de noviembre: la inmigración masiva, la deslocalización económica, el “libre comercio” y otras tesis del gran capital no son las que provocaron una revuelta popular inesperada, no. Fue “Russia Today America” la que influyó el voto de los estadounidenses".
Para Arroyo, "Todo esto es de locos pero tiene sentido. Lo malo es que la plausibilidad de lo que aquí se dice no se discutirá nunca en los medios convencionales. Es lo que tiene la prensa apesebrada".