¿Qué debería hacerse con las bombas nucleares de EEUU en Turquía?

17.08.2016

Desde el golpe fallido, Turquía debe lograr la reorganización de sus propias estructuras político-militares. Los arrestos e investigaciones son solamente la punta del iceberg. La soberanía real puede lograrse solamente después de que tales actores provocadores como los EEUU abandonen el territorio turco.

El golpe fallido en Turquía se ha convertido en la fuente de muchas discusiones y problemas. Todas ellas están interconectdas con los EEUU, la OTAN, Fethullah Gulén, la UE, Siria, y la crisis de los refugiados. Muchos son temerosos de las normas democráticas y los derechos humanos y la posible influencia de Washington en el futuro próximo.

El 4 de agosto, un informe de The New York Times, bajo el título “El nuevo anti-americanismo de Turquía” se preguntaba:

“¿Qué hacer con un aliado vital que está virando lejos de las normas democráticas? Los agentes americanos dicen que han empezado a estudiar opciones incluyendo si la OTAN, un día, puede tener que decidir algún tipo de consecuencias, hasta ahora inespecificadas, por el comportamiento antidemocrático. Incluso la mención de una posible acción por la OTAN sería probablemente enfurecedora para Erdogán. Pero es duro ver como Turquía puede ser un aliado de confianza que abraza principios y prácticas que no concuerdan con occidente, o cómo el país puede asegurar su propio desarrollo continuado y seguridad sin la OTAN como ancla”.

Pero, ¿pueden los EEUU ser de confianza viendo cómo las pruebas factuales de enlaces entre diplomáticos americanos y organizadores del golpe han sido descubiertas? Y, ¿Qué hay sobre Gulén, que todavía no ha sido extraditado a Turquía?

Al mismo tiempo, The Financial Times escribe que “Rusia se beneficiaría enormemente de tener un aliado como Turquía dentro de la OTAN, pues ayudaría con la cuestión más amplia de Rusia sobre ver a la OTAN como un enemigo que la rodea”. En realidad, Rusia puede cooperar realmente con una serie de miembros de la OTAN siempre que no haya provocaciones cerca de las fronteras rusas como en Georgia 2008 o Ucrania 2014.

Pero hay un asunto incluso más específico que ha atraído más atención en los EEUU que en la UE: ¿Qué ocurrirá con las armas nucleares de EEUU emplazadas en la base aérea militar turca de Incirlik? Sobre 50 bombas B61 están almacenadas allí, algunos expertos y políticos están inquietados por este tema.

Cuestiones en cuanto a la seguridad y la inestabilidad prolongada en Turquía también están siendo alzadas en conexión con esto. La semana pasada, The LA Times discutió sobre la necesidad de retirar las armas nucleares americanas de Turquía. El autor del artículo ofrece el ejemplo de la revolución islámica en Teherán, cuando la embajada de los EEUU fue ocupada, y plantea las cuestiones: ¿Qué ocurriría cuando masas de nacionalistas turcos atacasen la base de Incirlik? ¿Cuán seguras son las armas americanas? ¿Qué haría la Casa Blanca? Una cadena de reacciones nació siguiendo este tipo de especulaciones. El 15 de agosto, Thomas Watkins del AFP escribió que sería mejor si los EEUU retirasen estas armas nucleares a Europa. Muchos portales mediáticos por todo el mundo han publicado ese artículo sin ningún comentario o aproximación crítica. 

Pero la principal fuente para este artículo está basado sobre un informe del Stimson Center en Washington. Este think-tank pro-israelí publicó un informe el 15 de agosto titulado “Armas nucleares de EEUU en Turquía en riesgo de captura por terroristas, o fuerzas hostiles” (http://www.stimson.org/sites/default/files/file-attachments/B61-Life-Extension-Program.pdf)

El informe enfatiza: “Terminar con la presencia de las B61 en Europa ahorarría 3.700 millones en unos 5 años”. Como dijo en el informe el co-autor y co-fundador del Stimson Center, Barry Blechman: “Estas bombas son poco adecuadas para la guerra moderna e increíblemente costosas”.

La aproximación del Stimson Center es lógica y racional en el contexto del actual secuestro presupuestario y la estrategia del tercer desplazamiento del departamento de defensa de los EEUU. Por otro lado, parece encajar en la lógica de la estrategia a largo plazo de los EEUU para la región.

Turquía es un actor importante en oriente medio, Balcanes, y Cáucaso. Es un puente entre las áreas del mar negro y mar mediterráneo. Durante la guerra fría, los EEUU usaron a Turquía como delegado (proxy) contra la Unión Soviética. La crisis de misiles cubanos en 1962 fue iniciada debido a los misiles americanos en Turquía, que apuntaban a la respuesta soviética mediante el emplazamiento de armas en Cuba.

Y por todas estas razones, es la clave por la que Ankara hace el movimiento.

Erdogán puede ser el primero en pedir que los EEUU retiren sus armas nucleares antes de que Washington empezara su evacuación según un plan de nuevo desarrollo. Lo primero de todo, esto sería una demostración de voluntad política y mejoraría la imagen del presidente turco dentro del país. En segundo lugar, estaría de acuerdo con intereses nacionales, y especialmente después de que la visita a Rusia incrementase la confianza mutua entre los dos países. En tercer lugar, Turquía podría lograr eficazmente, condiciones especiales de Moscú para el suministro de gas. En cuarto lugar, las armas nucleares son ciertamente obsoletas, no demasiado útiles, y desde un punto de vista de la vigilancia, la base de Incirlik puede estar controlada por la inteligencia rusa desde su base aérea en Siria.

Todos estos pasos serios serán difíciles de tomas. Pero desde el golpe fallido, Turquía debe lograr la reorganización de sus propias estructuras político-militares. Los arrestos e investigaciones son solamente la punta del iceberg. La soberanía real solamente puede lograrse después de que tales actores provocadores como los EEUU abandonen el territorio turco.