El desastre de Chernóbil: 30 años después

26.04.2016

El 26 de abril de 2016, marcará el 30 aniversario de la catastrófica explosión del cuarto reactor en la planta de energía de Chernóbil, los efectos de aquello se sienten hasta el día de hoy. Esto sucede en un momento en que han llegado noticias alarmantes que causa preocupación sobre el futuro de la industria nuclear ucraniana.

Los problemas empezaron junto con el golpe del “maidán” respaldado por los EEUU y la UE, porque Washington inmediatamente empezó a hacer lobby para un gran acuerdo sobre sus propios intereses, incluyendo proyectos industriales nucleares.

La empresa estatal ucraniana, Energoatom, y la Compañía Westinghouse (EEUU), acordaron en 2014 extender el contrato para suministrar combustible nuclear de los EEUU a las plantas nucleares ucranianas, hasta 2020.

Pero el uso del combustible producido de los EEUU para los reactores soviéticos no es compatible con su diseño y viola los requerimientos de seguridad, y podría conducir a desastres comparables con lo que ocurrió en Chernóbil. La Unión Internacional de Veteranos de la Energía Nuclear y la Industria (UIVENI) emitió el siguiente comunicado el 25 de abril, que “el combustible nuclear producido por la firma estadounidense Westinghouse no reúne los requerimientos técnicos para los reactores de la era soviética, y usándolo, podría causar un accidente a escala del desastre de Chernóbil, que tuvo lugar el 26 de abril de 1986”. La UIVENI une a más de 15.000 veteranos de la industria nuclear de Armenia, Bulgaria, Hungría, Finlandia, República Checa, Rusia, Eslovaquia y Ucrania. Se fundó en 2010 y tiene su sede en Moscú.

Hace cuatro años, hubo un cuasi-accidente en Ucrania, cuando una unidad TVS-W con las armaduras de distanciamiento dañadas, casi experimentó una importante liberación incontrolada de radiación peligrosa. Solamente por un milagro no hubo un desastre en la planta nuclear sur-ucraniana. Pero ello no previno la firma del acuerdo. Una planta nuclear checa experimentó una despresurización de elementos del combustible producidos por Westinghouse hace varios años, seguido del abandono por el gobierno checo de esa compañía como proveedor de combustible. Según Yuri Nedashkovsky, presidente de la empresa estatal nuclear, Energoatom, en el 23 de abril de 2014, el gobierno interino de Ucrania ordenó una asignación de 45,2 hectáreas de tierra para la construcción de un almacén de residuos nucleares dentro de la despoblada área de exclusión alrededor de la planta de Chernóbil, entre las aldeas de Staraya Krasnitsa, Buryakova, Chistogalovka, y Stechanka en la región de Kiev (Proyecto de almacén de residuos centrales para los reactores VVER de Ucrania). El combustible llega desde Jmelnitsky, Rovno, y las plantas nucleares del sur de Ucrania.

En el presente, el combustible usado es transportado en su mayoría a unas instalaciones de almacenaje en seco, en las minas y la factoría química de Zheleznogorsk en la región de Krasnoyarsk, y la planta de almacenaje y reprocesamiento Mayak en la región de Chelyabinsk; ambas instalaciones están situadas en la Federación de Rusia.

En 2003, Ucrania empezó a buscar alternativas a las unidades de almacenaje rusas. En diciembre de 2005, Energoatom firmó un acuerdo de 127,8 millones de euros con Holtec International (con sede en EEUU) para implementar el proyecto de almacenaje de combustible usado central para los reactores VVER de Ucrania. El trabajo de Holtec entrañaba el diseño, licencia, construcción, encargarse de las instalaciones, y el suministro de transporte y sistemas de almacén seco de ventilado vertical para combustible nuclear usado por los VVER. A finales de 2011, Holtec Internacional tuvo que cerrar sus oficinas en Kiev ya que estaba bajo duras críticas por todo el mundo. Se cree ampliamente que la compañía ha perdido las licencias en algunos países debido a la pobre calidad de sus contenedores, lo que da lugar a fugas de radiación. Westinghouse y Holtec son miembros del Consejo de Negocios Ucrania-Estados Unidos (CBUEU). Morgan Williams, Presidente / CEO del CBUEU, ha trabajado en Ucrania desde la década de 1990.

“Hoy es uno de los días más importantes desde la independencia de Ucrania, porque los esfuerzos de estas dos compañías internacionalmente conocidas harán un largo camino para asegurar que Ucrania tiene la independencia energética más grande”, dijo en la ceremonia dedicada a la compañía eléctrica Westinghouse y Holtec Internacional en la firma de los contratos con Ucrania. El presidente de la CBUEU añadió, “esto se hace más importante por el hecho de que para Ucrania, la energía y la independencia política son estrechamente interdependientes. Insto a todos los miembros del CBUEU para brindar por el éxito de estas dos grandes compañías, porque todos trabajamos para ayudar a Ucrania en su camino de integración euro-atlántica y una fuerza democrática y mercado privado que impulsan a la nación”.

Morgan Williams es conocido como lobista que representa los intereses de Shell, Chevron y ExxonMobil en Ucrania. Tiene enlaces directos con Freedom House, que está involucrada en la realización de las “revoluciones de color” en Eurasia, norte de África e Iberoamérica.

Un hecho más interesantes para mencionarse aquí. En primavera de 2014, se informó que según acuerdos encubiertos alcanzados entre el gobierno interino de Ucrania y sus socios europeos, los residuos nucleares que llegan desde estados miembros de la UE, serían almacenados en Ucrania. Estando en violación de la ley, el acuerdo se mantiene secreto. Algunos oficiales de alto grado en Kiev fueron remunerados. Se dijo que Alexander Musychko (Sashko Biliy), un destacado nacionalista de Rovno, intentó chantajear a los gobernantes de Kiev amenazando con hacer pública la conspiración. Este es el motivo por el que fue asesinado, por orden del ministro de asuntos interiores, Arsen Avakov.

EEUU es el principal director del auto-aislamiento del régimen ucraniano respecto de Rusia, lo que ha impactado, en gran medida, a la cooperación entre ambos países, así como en el área de la seguridad nuclear. La administración de la planta energética de Chernóbil ha declarado claramente que el proceso está yendo en el sentido equivocado.