La filtración en Europa del borrador del TTIP ha enojado a EEUU
A la vez que se aceleran las negociaciones de la impopular alianza comercial EEUU-Unión Europea, un alto negociador de Bruselas afirma que Washington está molesto por la reciente filtración sobre el TTIP.
“Evidentemente, Estados Unidos no está contento porque, seamos claros, en cualquier negociación internacional un principio básico de la diplomacia es que respetas la confidencialidad y los documentos de la otra parte”, informó al diario español El País Ignacio García Bercero, en declaraciones publicadas el domingo.
Una semana después de que la oenegé ecologista Greenpeace (con sede en Holanda) expusiera documentos oficiales de las negociaciones correspondientes a abril, la prensa de países implicados como España dedica a la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, en inglés) una atención inusitada, con diversas entrevistas y reportajes que, no obstante, contrastan con el silencio reinante hasta ahora.
García Bercero asegura, sin embargo, que la filtración no ha revelado nada que no se conociera ya, salvo las exigencias planteadas por EE. UU. en distintos ámbitos, que el equipo negociador que él dirige no va a aceptar.
La UE, asegura el abogado español, no rebajará sus estándares en seguridad alimentaria, protección al consumidor, medioambiente o privacidad, como exige Washington. “La posición de la UE sobre esa cuestión es que no estamos de acuerdo con la propuesta de EE. UU.”, recalca.Pero el alto funcionario no se pronuncia sobre la inquietud de los movimientos de izquierdas por que el TTIP haga imposibles, en un futuro, renacionalizaciones de empresas públicas privatizadas por el neoliberalismo hoy dominante, o nuevas regulaciones del mercado laboral favorables a los trabajadores.
En una entrevista con el canal televisivo La Sexta reconoce, eso sí, que de aprobarse finalmente el tratado, los agricultores de los países miembros de la UE deberán contentarse con un nuevo equilibrio en un mercado compartido con el sector ganadero estadounidense, más potente (y menos limitado por el ‘principio de precaución’ en relación con tratamientos hormonales y organismos genéticamente modificados).
Declaraciones recientes del negociador jefe de Bruselas apuntan, por otro lado, a que la negociación del TTIP —que comenzó oficialmente en el año 2013, si bien conducida con un secretismo que ha indignado y alarmado a crecientes sectores de la opinión pública, sobre todo, a la alemana—, había entrado en vía muerta antes de la filtración de Greenpeace Holanda.
El negociador europeo, como principal escollo en las negociaciones, señaló el pasado martes la negativa de Washington a abrir a las empresas europeas las licitaciones públicas de EE. UU.
La Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, aspira a cerrar las negociaciones del TTIP antes de las elecciones de noviembre, dado el fortalecimiento de las posiciones proteccionistas entre los candidatos, no solo del magnate populista Donald Trump, sino incluso de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, según han observado numerosos observadores norteamericanos desde el pasado mes de marzo.
HispanTV